Berezutski resucitó en el 93' al CSKA y al Manchester City
Moscú, As
Marcó Berezutski y lo celebró todo el Manchester City a 2.500 kilómetros. Era el minuto 93 en Moscú, cuando el Roma se veía ya casi en octavos y el CSKA lloraba su mala suerte, hasta que el central ruso colgó un balón en al área que entró en la portería de De Sanctis. Un 1-1 sobre la bocina que devuelve la vida al CSKA y que convierte el Roma-Manchester City de la última jornada en un partidazo. Tres equipos y un billete a octavos en juego (10 de diciembre).
Por todas combinaciones, las calculadoras ganan peso en los partidos y CSKA y Roma saltaron al césped pensando en sus propias cuentas. Con las gradas vacías por sanción y -7 grados, parece de perogrullo hablar de partido frío e ideas congeladas, pero la primera parte fue, por unas u otras cosas, bastante pobre. El Roma con el balón y con mucha calma y el CSKA intentando robar y salir rápido. Florenzi, solución de urgencia para el lateral derecho, dejó los mejores detalles en el ataque romanista junto a Gervinho.
Con todo, la primera llegada peligrosa no llegó hasta el 39'. Un ataque rápido del CSKA, Musa habilitó a Doumbia y lo dejó solo ante De Sanctis, que tapó bien y evitó el 1-0 del costamarfileño. Tres minutos después, llegó la réplica del Roma. Un eslalon de Florenzi acabó en falta de Berezutski en la media luna del área. Totti se sacó un golpeo fuerte, plano y ajustado al poste de Akinfeev, mal colocado, que ni lo vio pasar: 0-1 y cuentas nuevas.
El decorado cambió con el gol: el CSKA empezó la segunda parte eliminado y acorraló al Roma en su área. eso sí, mucha posesión, balones colgados al área, pero las mejores ocasiones eran visitantes, que cada vez que pasaban al campo contrario era con peligro. En el 60', Nainggolan se plantó ante Akinfeev después de driblar a dos defensas, pero cruzó demasiado. En el 78', Iturbe condujo un tres contra dos y cedió para Llajic, que chutó cruzado para que el meta ruso le respondiese con un pie milagroso.
El tópico se hizo enorme y el Roma, que perdonó esas dos ocasiones de oro, lo acabó pagando. En el 85' Doumbia casi aprovecha una jugada embarullada y en el último minuto del añadido, Berezutski hizo saltar por los aires todos los números. El CSKA necesita un milagro, pero está vivo; el Roma tendrá que ganarse aún el pase y al City vuelve a tener los octavos al alcance...
Marcó Berezutski y lo celebró todo el Manchester City a 2.500 kilómetros. Era el minuto 93 en Moscú, cuando el Roma se veía ya casi en octavos y el CSKA lloraba su mala suerte, hasta que el central ruso colgó un balón en al área que entró en la portería de De Sanctis. Un 1-1 sobre la bocina que devuelve la vida al CSKA y que convierte el Roma-Manchester City de la última jornada en un partidazo. Tres equipos y un billete a octavos en juego (10 de diciembre).
Por todas combinaciones, las calculadoras ganan peso en los partidos y CSKA y Roma saltaron al césped pensando en sus propias cuentas. Con las gradas vacías por sanción y -7 grados, parece de perogrullo hablar de partido frío e ideas congeladas, pero la primera parte fue, por unas u otras cosas, bastante pobre. El Roma con el balón y con mucha calma y el CSKA intentando robar y salir rápido. Florenzi, solución de urgencia para el lateral derecho, dejó los mejores detalles en el ataque romanista junto a Gervinho.
Con todo, la primera llegada peligrosa no llegó hasta el 39'. Un ataque rápido del CSKA, Musa habilitó a Doumbia y lo dejó solo ante De Sanctis, que tapó bien y evitó el 1-0 del costamarfileño. Tres minutos después, llegó la réplica del Roma. Un eslalon de Florenzi acabó en falta de Berezutski en la media luna del área. Totti se sacó un golpeo fuerte, plano y ajustado al poste de Akinfeev, mal colocado, que ni lo vio pasar: 0-1 y cuentas nuevas.
El decorado cambió con el gol: el CSKA empezó la segunda parte eliminado y acorraló al Roma en su área. eso sí, mucha posesión, balones colgados al área, pero las mejores ocasiones eran visitantes, que cada vez que pasaban al campo contrario era con peligro. En el 60', Nainggolan se plantó ante Akinfeev después de driblar a dos defensas, pero cruzó demasiado. En el 78', Iturbe condujo un tres contra dos y cedió para Llajic, que chutó cruzado para que el meta ruso le respondiese con un pie milagroso.
El tópico se hizo enorme y el Roma, que perdonó esas dos ocasiones de oro, lo acabó pagando. En el 85' Doumbia casi aprovecha una jugada embarullada y en el último minuto del añadido, Berezutski hizo saltar por los aires todos los números. El CSKA necesita un milagro, pero está vivo; el Roma tendrá que ganarse aún el pase y al City vuelve a tener los octavos al alcance...