Barco averiado con 700 migrantes, en aguas griegas
Ierapetra, AP
Más de 700 personas, que en su mayoría huían de Siria, desembarcaron el jueves en la isla griega de Creta tras una travesía aterradora en un buque de contrabandistas que se averió en medio de vientos huracanados cuando trataba de llegar a Europa.
El carguero Baris, de 77 metros (250 pies) de eslora, se averió el martes en aguas internacionales frente a Creta y llegó a la población costera de Irapetra tras ser remolcado durante 40 horas por una fragata griega.
Las autoridades dijeron que entre los pasajeros hay muchos sirios —con un gran número de mujeres y niños— que buscan seguridad y una vida mejor en Europa. Estaban exhaustos, pero en general en buen estado de salud.
Mientras decenas de vecinos de Irapetra los observaban detrás de un cordón policial, la guardia costera inició el desembarco de mujeres y niños que recibieron atención médica y alimentos antes de ser enviados a un refugio improvisado en un estadio de baloncesto.
Es la mayor travesía de su tipo de los últimos años. Decenas de miles de personas que huyen de la guerra y la pobreza en países africanos o del Medio Oriente se lanzan a la arriesgada travesía a Europa, pagan a pandillas de traficantes que los transportan en embarcaciones de cualquier tamaño y generalmente en condiciones precarias. La mayoría van a parar a Italia.
Según las cifras más recientes de ACNUR, la agencia de la ONU para los refugiados, al menos 3.000 personas han muerto o desaparecido durante la travesía este año, casi el 2% de las aproximadamente 165.000 que la intentaron.
El carguero se quedó sin motores el mismo día que el papa Francisco exhortó a los gobiernos europeos a ser más acogedores con los inmigrantes. "¡No podemos permitir que el Mediterráneo se convierta en un vasto cementerio!", dijo el pontífice al Parlamento Europeo.
Más de 700 personas, que en su mayoría huían de Siria, desembarcaron el jueves en la isla griega de Creta tras una travesía aterradora en un buque de contrabandistas que se averió en medio de vientos huracanados cuando trataba de llegar a Europa.
El carguero Baris, de 77 metros (250 pies) de eslora, se averió el martes en aguas internacionales frente a Creta y llegó a la población costera de Irapetra tras ser remolcado durante 40 horas por una fragata griega.
Las autoridades dijeron que entre los pasajeros hay muchos sirios —con un gran número de mujeres y niños— que buscan seguridad y una vida mejor en Europa. Estaban exhaustos, pero en general en buen estado de salud.
Mientras decenas de vecinos de Irapetra los observaban detrás de un cordón policial, la guardia costera inició el desembarco de mujeres y niños que recibieron atención médica y alimentos antes de ser enviados a un refugio improvisado en un estadio de baloncesto.
Es la mayor travesía de su tipo de los últimos años. Decenas de miles de personas que huyen de la guerra y la pobreza en países africanos o del Medio Oriente se lanzan a la arriesgada travesía a Europa, pagan a pandillas de traficantes que los transportan en embarcaciones de cualquier tamaño y generalmente en condiciones precarias. La mayoría van a parar a Italia.
Según las cifras más recientes de ACNUR, la agencia de la ONU para los refugiados, al menos 3.000 personas han muerto o desaparecido durante la travesía este año, casi el 2% de las aproximadamente 165.000 que la intentaron.
El carguero se quedó sin motores el mismo día que el papa Francisco exhortó a los gobiernos europeos a ser más acogedores con los inmigrantes. "¡No podemos permitir que el Mediterráneo se convierta en un vasto cementerio!", dijo el pontífice al Parlamento Europeo.
