Un Getafe coral se da un homenaje en Riazor
A Coruña, As
El Getafe tenía ganas de sacarse la espinita del partido del Atlético y ha tardado muy poco en quitársela. Los azulones se pasearon por Riazor ante un Deportivo impotente, mal colocado, poco intenso y que se pudo llevar un castigo muchísimo peor.
Y eso que Víctor Fernández y Contra apostaron por el mismo plan, jugar sin nueve, pero con réditos muy diferentes. Mientras el Getafe sabía a lo que jugaba, el Depor estaba tan espeso como la lluviosa noche. Sarabia era la referencia para dar velocidad a un ataque que se volcaba hacia la izquierda. Juan Domínguez, la novedad local, era un peatón perdido en una carrera de coches. Su virtud es vivir con el balón y ni lo veía pasar de cerca.
Las sensaciones eran del Getafe, el peligro de ninguno de los dos hasta el minuto 19, en el que Lafita desbordó por velocidad y disparó cruzado. A diez minutos del descanso Yoda, casi inédito hasta entonces, fabricó de la nada una ocasión que se fue el palo. El rebote topó con Fabricio y 0-1. Los coruñeses agotaron toda su suerte ante el Espanyol y a las primeras de cambio la balanza cambió de sino. El golpe noqueó a un Depor que no se fue al descanso con un castigo mayor porque Escudero y Sarabia perdonaron dos claras ocasiones para sentenciar.
Desesperado. Víctor tiró de cambios en el descanso con Postiga y Canella, pero la pájara continuaba. Tanto, que el Getafe tardó 15 segundos en hacer el 0-2 tras el saque de centro. Cabalgada de Freddy por la autopista de Juanfran, centro y remate a placer de Lafita. La bofetada hizo que Víctor recurriese a la desesperada tirando de Toché. De empezar sin un nueve, a tener dos en el campo la última media hora.
El Depor buscaba la heroica, que no llegó. Antes del gol de Postiga se mascaba una goleada, porque el Getafe jugaba placer. Después del tanto del portugués el Depor soñó, pero sólo eso, porque la realidad duró hasta el final: el Getafe se pas0eó por Riazor.
El Getafe tenía ganas de sacarse la espinita del partido del Atlético y ha tardado muy poco en quitársela. Los azulones se pasearon por Riazor ante un Deportivo impotente, mal colocado, poco intenso y que se pudo llevar un castigo muchísimo peor.
Y eso que Víctor Fernández y Contra apostaron por el mismo plan, jugar sin nueve, pero con réditos muy diferentes. Mientras el Getafe sabía a lo que jugaba, el Depor estaba tan espeso como la lluviosa noche. Sarabia era la referencia para dar velocidad a un ataque que se volcaba hacia la izquierda. Juan Domínguez, la novedad local, era un peatón perdido en una carrera de coches. Su virtud es vivir con el balón y ni lo veía pasar de cerca.
Las sensaciones eran del Getafe, el peligro de ninguno de los dos hasta el minuto 19, en el que Lafita desbordó por velocidad y disparó cruzado. A diez minutos del descanso Yoda, casi inédito hasta entonces, fabricó de la nada una ocasión que se fue el palo. El rebote topó con Fabricio y 0-1. Los coruñeses agotaron toda su suerte ante el Espanyol y a las primeras de cambio la balanza cambió de sino. El golpe noqueó a un Depor que no se fue al descanso con un castigo mayor porque Escudero y Sarabia perdonaron dos claras ocasiones para sentenciar.
Desesperado. Víctor tiró de cambios en el descanso con Postiga y Canella, pero la pájara continuaba. Tanto, que el Getafe tardó 15 segundos en hacer el 0-2 tras el saque de centro. Cabalgada de Freddy por la autopista de Juanfran, centro y remate a placer de Lafita. La bofetada hizo que Víctor recurriese a la desesperada tirando de Toché. De empezar sin un nueve, a tener dos en el campo la última media hora.
El Depor buscaba la heroica, que no llegó. Antes del gol de Postiga se mascaba una goleada, porque el Getafe jugaba placer. Después del tanto del portugués el Depor soñó, pero sólo eso, porque la realidad duró hasta el final: el Getafe se pas0eó por Riazor.