México: gobierno da otra versión de caso Tlatlaya

México, AP
El gobierno de México dio el martes una nueva versión sobre lo que sucedió en junio cuando soldados mataron a 22 presuntos delincuentes en una bodega de una zona rural del sureste de México.


El procurador general de la República, Jesús Murillo Karam, dijo en una reunión con corresponsales extranjeros que hubo dos intercambios de fuego en San Pedro Limón, una comunidad de la municipalidad de Tlatlaya, en el Estado de México.

Murillo dijo que varias de las 22 víctimas murieron o resultaron heridas en el tiroteo del 30 de junio, y que después tres soldados mataron a quienes quedaban vivos.

El funcionario dijo que los tres soldados enfrentarán cargos de homicidio. Las autoridades han sostenido que en el incidente participaron siete soldados y un teniente, todos los cuales también son procesados en la justicia militar por violaciones a las normas castrenses.

Murillo aseguró que una testigo coincidió con esa versión en una declaración que hizo el martes ante la Procuraduría General de la República, aunque la mujer había dicho hace unas semanas a The Associated Press y la revista Esquire en entrevistas por separado que 21 de ellos fueron asesinados después de que ya se habían rendido.

La testigo, que dijo a la AP que vio cómo soldados mataron a su hija de 15 años que yacía herida en el suelo, no pudo ser contactada la noche del martes. Ella ha hablado bajo condición de anonimato por temor a represalias.

La historia sobre lo que pasó en la bodega ha tenido varios giros en los últimos tres meses, incluido el hecho de que autoridades federales no investigaron la escena hasta mediados de septiembre y tampoco habían entrevistado a la testigo hasta este martes.

El ejército dijo inicialmente que los 22 presuntos delincuentes murieron en un solo enfrentamiento y que en el lugar se liberó a tres mujeres secuestradas. Pero la versión fue cuestionada debido al resultado del supuesto tiroteo: la Secretaría de la Defensa Nacional dijo que sólo uno de los soldados fue herido.

Además, periodistas de la AP visitaron la bodega días después del incidente y encontraron pocas evidencias de un enfrentamiento prolongado: en las paredes había marcas de disparos a la altura del pecho de una persona, lo cual sugería disparos a corta distancia.

La testigo dijo que ella nunca estuvo secuestrada. Y a las otras dos presuntas víctimas de secuestro liberadas están ahora detenidas bajo cargos de posesión ilegal de armas.

La mujer también dijo a la AP que fue presionada por autoridades de la Procuraduría del Estado de México para apoyar la versión inicial del ejército, es decir, que los 22 habrían muerto en un enfrentamiento.

Murillo reconoció que su declaración había cambiado, pero ahora es cercana a la versión de la Procuraduría sobre el incidente, lo cual genera más preguntas sobre lo que el mismo fiscal dijo la semana pasada.

El procurador comentó la semana pasada que hubo un enfrentamiento y que luego tres soldados habían asesinado a los presuntos delincuentes, una versión que fue cuestionada.

"Hubo quien dijo que cómo era posible que tres soldados hubieran matado veintitantos... (pero) los enfrentamientos ya se habían dado, ya había muchos muertos, muchos heridos", dijo Murillo.

"Eso lo declara también hoy esa señora", añadió.

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