Más de 4.000 millones de euros para los palestinos
La comunidad internacional ofrece ayuda para la reconstrucción de Gaza, pero pide un acuerdo que acabe con el conflicto. Kerry reclama un nuevo impulso para lograr la paz
Ricard González
El Cairo, El País
La comunidad internacional se comprometió este domingo a desembolsar 4.300 millones de euros en ayudas a los palestinos. La mitad de ese dinero se destinará a reconstruir la franja de Gaza tras la ofensiva israelí que la devastó el pasado verano, según detalló Borge Brende, ministro de Asuntos Exteriores de Noruega, país que ha organizado el encuentro junto a Egipto. La promesa se formuló en una conferencia internacional que se ha celebrado en El Cairo a la que han asistido delegaciones de decenas de países y organizaciones internacionales. Los participantes en el cónclave, entre los que destacan el secretario de Estado de EE UU, John Kerry, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, y la responsable de la diplomacia europea, Catherine Ashton, han subrayado la necesidad de alcanzar un acuerdo de paz definitivo entre palestinos e israelíes. “Esta debe ser la última conferencia. Basta ya”, espetó Ban Ki-moon, recordando que es la tercera cumbre de esta naturaleza dedicada a Gaza que se celebra en los últimos seis años.
El presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Mahmud Abbas, había reclamado en su intervención en la conferencia 4.000 millones de dólares (unos 3.200 millones de euros), la cantidad que según sus estimaciones se precisa para reconstruir la Franja. Los donantes no desgranaron el destino concreto de los 4.300 millones de euros ofrecidos; solo precisaron que 316 millones se dedicarán a ayuda humanitaria urgente. Los países árabes, y concretamente las petromonarquías del Golfo Pérsico, son los que anunciaron unas aportaciones más generosas. Por ejemplo, Qatar donará 790 millones de euros y Arabia Saudí, 400 millones de euros.
EE UU realizará una contribución adicional de 212 millones de dólares (167 millones de euros) durante los tres próximos años —que se suman a los 240 que había prometido al acabar la ofensiva—. Mientras, la donación de la Unión Europea ascenderá a 450 millones de euros. Esta cifra incluye la ayuda enviada directamente desde Bruselas y lo que aportará cada Estado miembro. El Gobierno español aportará 36 millones, 18 de ellos para la reconstrucción de la Franja, apuntó el secretario de Estado para la Cooperación, Jesús Gracia, que ha presidido la delegación nacional. “Palestina ha sido siempre una prioridad para la cooperación española”, afirmó Gracia en una rueda de prensa donde ha informado de que una buena parte de estos fondos se dedicará a reactivar la economía de Gaza, especialmente la agrícola.
Pero más allá de la cifra de las ayudas, todos los mandatarios insistieron en la necesidad de conseguir un acuerdo político que ponga fin al contencioso más longevo de Oriente Próximo. Su receta no es nueva y se basa en la creación de dos Estados contiguos y viables, un objetivo que se ha mostrado esquivo durante más de dos décadas de infructuosas negociaciones. “De esta conferencia no debe salir solo dinero sino un renovado compromiso de todos en el trabajo para la paz”, afirmó John Kerry, principal impulsor de la última ronda de conversaciones de paz entre los líderes palestinos e israelíes que fracasó en abril. Kerry urgió a ambas partes a retomar el diálogo y aseguró que tanto el presidente Obama como él mismo pondrán todo de su parte para lograr este propósito.
El presidente egipcio, Abdelfatá al Sisi, se expresó en unos términos similares y propuso recuperar la llamada Iniciativa de paz árabe. Este plan, presentado por Arabia Saudí en 2002, se basa en la creación de un Estado palestino en las fronteras surgidas de la guerra árabe-israelí de 1967. “Debemos convertir este momento en un punto de partida para conseguir una paz que garantice la estabilidad”, afirmó Al Sisi. “No puede haber un retorno al statu quo anterior, que ha demostrado ser insostenible”, añadió Catherine Ashton. Entre los países donantes existe una palpable fatiga después de que Israel haya destruido numerosas infraestructuras que ellos ayudaron a financiar, y se han conjurado para evitar un nuevo ciclo de devastación, alto al fuego y reconstrucción.
Según los términos del acuerdo de alto al fuego permanente del pasado 26 de agosto, Israel ha relajado el estricto bloqueo que impuso a la Franja en 2006. Durante las próximas semanas, los negociadores palestinos e israelíes deben retomar las conversaciones para resolver los contenciosos pendientes, entre ellos, el levantamiento completo del embargo y la edificación de un puerto y un aeropuerto en Gaza.
Tal como solicitaba la comunidad internacional, el Gobierno palestino presidido por Abbas será el encargado de coordinar las tareas de reconstrucción gracias al acuerdo entre las facciones palestinas para formar un Ejecutivo de unidad nacional de perfil tecnocrático. “Tras la guerra del 2009, algunos países retuvieron su asistencia porque el Gobierno palestino estaba dividido. Esta vez no hay excusa”, declaró a EL PAÍS el ministro de Agricultura palestino, Shawqi Issa. Según fuentes palestinas, tan solo se llegó a desembolsar aproximadamente un 60% de los fondos prometidos entonces.
Ricard González
El Cairo, El País
La comunidad internacional se comprometió este domingo a desembolsar 4.300 millones de euros en ayudas a los palestinos. La mitad de ese dinero se destinará a reconstruir la franja de Gaza tras la ofensiva israelí que la devastó el pasado verano, según detalló Borge Brende, ministro de Asuntos Exteriores de Noruega, país que ha organizado el encuentro junto a Egipto. La promesa se formuló en una conferencia internacional que se ha celebrado en El Cairo a la que han asistido delegaciones de decenas de países y organizaciones internacionales. Los participantes en el cónclave, entre los que destacan el secretario de Estado de EE UU, John Kerry, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, y la responsable de la diplomacia europea, Catherine Ashton, han subrayado la necesidad de alcanzar un acuerdo de paz definitivo entre palestinos e israelíes. “Esta debe ser la última conferencia. Basta ya”, espetó Ban Ki-moon, recordando que es la tercera cumbre de esta naturaleza dedicada a Gaza que se celebra en los últimos seis años.
El presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Mahmud Abbas, había reclamado en su intervención en la conferencia 4.000 millones de dólares (unos 3.200 millones de euros), la cantidad que según sus estimaciones se precisa para reconstruir la Franja. Los donantes no desgranaron el destino concreto de los 4.300 millones de euros ofrecidos; solo precisaron que 316 millones se dedicarán a ayuda humanitaria urgente. Los países árabes, y concretamente las petromonarquías del Golfo Pérsico, son los que anunciaron unas aportaciones más generosas. Por ejemplo, Qatar donará 790 millones de euros y Arabia Saudí, 400 millones de euros.
EE UU realizará una contribución adicional de 212 millones de dólares (167 millones de euros) durante los tres próximos años —que se suman a los 240 que había prometido al acabar la ofensiva—. Mientras, la donación de la Unión Europea ascenderá a 450 millones de euros. Esta cifra incluye la ayuda enviada directamente desde Bruselas y lo que aportará cada Estado miembro. El Gobierno español aportará 36 millones, 18 de ellos para la reconstrucción de la Franja, apuntó el secretario de Estado para la Cooperación, Jesús Gracia, que ha presidido la delegación nacional. “Palestina ha sido siempre una prioridad para la cooperación española”, afirmó Gracia en una rueda de prensa donde ha informado de que una buena parte de estos fondos se dedicará a reactivar la economía de Gaza, especialmente la agrícola.
Pero más allá de la cifra de las ayudas, todos los mandatarios insistieron en la necesidad de conseguir un acuerdo político que ponga fin al contencioso más longevo de Oriente Próximo. Su receta no es nueva y se basa en la creación de dos Estados contiguos y viables, un objetivo que se ha mostrado esquivo durante más de dos décadas de infructuosas negociaciones. “De esta conferencia no debe salir solo dinero sino un renovado compromiso de todos en el trabajo para la paz”, afirmó John Kerry, principal impulsor de la última ronda de conversaciones de paz entre los líderes palestinos e israelíes que fracasó en abril. Kerry urgió a ambas partes a retomar el diálogo y aseguró que tanto el presidente Obama como él mismo pondrán todo de su parte para lograr este propósito.
El presidente egipcio, Abdelfatá al Sisi, se expresó en unos términos similares y propuso recuperar la llamada Iniciativa de paz árabe. Este plan, presentado por Arabia Saudí en 2002, se basa en la creación de un Estado palestino en las fronteras surgidas de la guerra árabe-israelí de 1967. “Debemos convertir este momento en un punto de partida para conseguir una paz que garantice la estabilidad”, afirmó Al Sisi. “No puede haber un retorno al statu quo anterior, que ha demostrado ser insostenible”, añadió Catherine Ashton. Entre los países donantes existe una palpable fatiga después de que Israel haya destruido numerosas infraestructuras que ellos ayudaron a financiar, y se han conjurado para evitar un nuevo ciclo de devastación, alto al fuego y reconstrucción.
Según los términos del acuerdo de alto al fuego permanente del pasado 26 de agosto, Israel ha relajado el estricto bloqueo que impuso a la Franja en 2006. Durante las próximas semanas, los negociadores palestinos e israelíes deben retomar las conversaciones para resolver los contenciosos pendientes, entre ellos, el levantamiento completo del embargo y la edificación de un puerto y un aeropuerto en Gaza.
Tal como solicitaba la comunidad internacional, el Gobierno palestino presidido por Abbas será el encargado de coordinar las tareas de reconstrucción gracias al acuerdo entre las facciones palestinas para formar un Ejecutivo de unidad nacional de perfil tecnocrático. “Tras la guerra del 2009, algunos países retuvieron su asistencia porque el Gobierno palestino estaba dividido. Esta vez no hay excusa”, declaró a EL PAÍS el ministro de Agricultura palestino, Shawqi Issa. Según fuentes palestinas, tan solo se llegó a desembolsar aproximadamente un 60% de los fondos prometidos entonces.