Las fuerzas kurdas consiguen contener en Kobani el avance de Estado Islámico, que se defiende con atentados
Las fuerzas kurdas han conseguido contener este domingo el avance de los combatientes de Estado Islámico en la ciudad fronteriza siria de Kobani, mientras el grupo yihadista ha llevado a cabo varios atentados con bomba en Irak que han dejado decenas de kurdos muertos en el norte y han asesinado al jefe de la Policía de Anbar, en el oeste del país.
La coalición liderada por Estados Unidos ha estado bombardeando a combatientes de Estado Islámico, que tienen el control de partes de territorio tanto en Irak como en Siria, desde agosto en el primer caso y desde hace unas semanas en el segundo.
En Siria, el principal foco en los últimos días ha estado en la ciudad mayormente kurda de Kobani, cerca de la frontera con Turquía, donde fuerzas kurdas han intentado contener el avance de los combatientes, lo que ha llevado a 200.000 refugiados a cruzar la frontera.
Los yihadistas han asediado la ciudad durante casi cuatro semanas en duros combates que han dejado más de 500 muertos, según el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos. En los últimos días, combatientes de Estado Islámico han conseguido finalmente entrar en la localidad y hacerse con el control de casi la mitad de ella.
A medida que caía la noche el domingo, el centro de la ciudad ha sido escenario de fuego de mortero y artillería, ha informado Ocalan Iso, jefe adjunto del consejo de defensa de Kobani, vía Skype desde el interior de la ciudad. Según ha dicho, ha habido fuertes enfrentamientos en el este y sureste, aunque ninguna de las partes lograba avanzar.
INTENSOS ENFRENTAMIENTOS
Idris Nassan, viceministro de Exteriores en la administración kurda del distrito de Kobani, ha confirmado que han estallado intensos enfrentamientos en las calles de la localidad casi al caer la noche. En tanto, combatientes kurdos han conseguido atrapar a yihadistas en una emboscada, ha precisado desde la ciudad.
Tras días de avances de los combatientes del Estado Islámico, el Observatorio Sirio de Derechos Humanos ha señalado hoy que las fuerzas kurdas en Kobani han logrado mantener sus posiciones.
Según este organismo, con sede en Londres y una amplia red de informantes en Siria, 36 combatientes de Estado Islámico, todos extranjeros, murieron el sábado, mientras que ocho combatientes kurdos también perdieron la vida. Este domingo se han registrado tiroteos cerca de edificios administrativos que los yihadistas habían capturado dos días antes, ha precisado el Observatorio.
LOS KURDOS PIDEN REFUERZOS
Las fuerzas kurdas, integradas en las Unidades de Protección Popular (YPG), se han visto superadas por el armamento del que dispone Estado Islámico por lo que han pedido a Turquía cuyos tanques apostados en la frontera son testigos de los enfrentamientos en Kobani, que les permitan recibir refuerzos y armas.
"Queremos que abran un corredor para que nuestra gente pueda venir y ayudarnos. Necesitamos muchas cosas", ha defendido Esmat al Sheij, responsable de la autoridad de defensa de Kobani, en declaraciones a Reuters por teléfono. "Necesitamos combatientes, necesitamos de todo", ha insistido.
MAYOR PAPEL DE EEUU
La Casa Blanca ha dicho que no permitirá que las tropas estadounidenses se vean arrastradas a otra guerra en Irak, de donde el presidente Barack Obama retiró las fuerzas en 2011 tras ocho años de ocupación.
Sin embargo, el jefe del Estado Mayor Conjunto de Estados Unidos, general Martin Dempsey, ha sugerido en una entrevista este domingo que las tropas estadounidenses podrían tener que asumir un mayor papel junto a las fuerzas iraquíes sobre el terreno en el futuro.
"Mosul será probablemente la batalla decisiva en la campaña terrestre en algún punto en el futuro", ha afirmado Dempsey en declaraciones a la cadena ABC. Mosul es la principal ciudad del norte de Irak y está en manos de Estado Islámico desde junio. "Mi instinto en este punto es que eso requerirá un diferente tipo de asesoramiento y asistencia, por la complejidad de ese combate", ha añadido.
DECENAS DE MUERTOS EN IRAK
Entretanto, Irak ha vivido este domingo un nuevo día de atentados con bomba que han dejado decenas de muertos. Estado Islámico ha reivindicado la responsabilidad de un atentado suicida contra el cuartel general de seguridad de una localidad bajo control kurdo en el norte en el que han muerto al menos 28 personas y otras 90 han resultado heridas.
El jefe de la Policía de Anbar, una provincia predominantemente suní que incluye todo el valle del Eufrates desde las afueras al oeste de Bagdad hasta la frontera siria, ha muerto en otro ataque con bomba contra su convoy en una zona en la que había habido enfrentamientos entre las fuerzas gubernamentales y Estado Islámico. Ayer, otras 45 personas habían muerto en Bagdad y en los alrededores al oeste de la capital en atentados.
