Las autoridades iraníes ejecutan a una mujer acusada de asesinato por matar a su violador
Madrid, EP
Las autoridades iraníes han ejecutado este sábado en la horca a una mujer de 26 años acusada de un asesinato que, según grupos proderechos humanos, se trató de un acto de defensa propia contra su violador, según han informado la agencia oficial de noticias iraní, IRNA y la cadena estadounidense CNN.
La mujer, identificada como Reyhaneh Jabbari, de 26 años, fue sentenciada a muerte por el asesinato del ex empleado del Ministerio de Inteligencia de Irán, Morteza Abdolali Sarbandi. Su ejecución había sido prevista para el 30 de septiembre pero fue aplazada brevemente, según Amnistía Internacional, por la presión de la opinión pública.
Naciones Unidas denunció en su momento que la mujer jamás recibió un juicio justo, valoración con la que coincide la ONG, que lamentó "una investigación fallida y un proceso injusto" contra la acusada.
Según la ONU, Jabbari fue contratada por Sarbandi cuando la mujer, decoradora de interiores, contaba con 19 años de edad. El funcionario agredió sexualmente a la joven, que consiguió propinarle varias puñaladas. Sin embargo, la mujer argumentó en su momento que se encontraba una tercera persona en el lugar que podría haberla exonerado del delito.
Tras su detención, la mujer se pasó dos meses incomunicada en una prisión sin poder hablar con su abogado ni su familia, y fue objeto de torturas durante su confinamiento, según un informe de Amnistía Internacional.
Según la ONU, las autoridades iraníes han consumado la ejecución de al menos 170 personas en 2014, y el año pasado ajustició a más personas que ningún otro país del mundo con excepción de China.
Las autoridades iraníes han ejecutado este sábado en la horca a una mujer de 26 años acusada de un asesinato que, según grupos proderechos humanos, se trató de un acto de defensa propia contra su violador, según han informado la agencia oficial de noticias iraní, IRNA y la cadena estadounidense CNN.
La mujer, identificada como Reyhaneh Jabbari, de 26 años, fue sentenciada a muerte por el asesinato del ex empleado del Ministerio de Inteligencia de Irán, Morteza Abdolali Sarbandi. Su ejecución había sido prevista para el 30 de septiembre pero fue aplazada brevemente, según Amnistía Internacional, por la presión de la opinión pública.
Naciones Unidas denunció en su momento que la mujer jamás recibió un juicio justo, valoración con la que coincide la ONG, que lamentó "una investigación fallida y un proceso injusto" contra la acusada.
Según la ONU, Jabbari fue contratada por Sarbandi cuando la mujer, decoradora de interiores, contaba con 19 años de edad. El funcionario agredió sexualmente a la joven, que consiguió propinarle varias puñaladas. Sin embargo, la mujer argumentó en su momento que se encontraba una tercera persona en el lugar que podría haberla exonerado del delito.
Tras su detención, la mujer se pasó dos meses incomunicada en una prisión sin poder hablar con su abogado ni su familia, y fue objeto de torturas durante su confinamiento, según un informe de Amnistía Internacional.
Según la ONU, las autoridades iraníes han consumado la ejecución de al menos 170 personas en 2014, y el año pasado ajustició a más personas que ningún otro país del mundo con excepción de China.