La ONU denuncia que cerca de 25 millones de personas necesitan ayuda alimentaria en el Sahel
Madrid, EP
Un total de 24,7 millones de personas se encuentran en situación de inseguridad alimentaria en el Sahel después de que desde que comenzó el año otros cinco millones más hayan pasado a engrosar esta cifra, según ha denunciado la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA), que ha subrayado que la cifra total es más del doble que la que había en 2013.
Los conflictos y la inestabilidad en la República Centroafricana, el norte de Malí y en Nigeria han empeorado las tasas de seguridad alimentaria y la malnutrición en todo el Sahel.
"El espectacular crecimiento de la inseguridad en toda la región en el último año ha generado un aumento del número de personas que necesitan ser alimentadas y alojadas al haber sido arrancadas de sus medios de vida, así como de sus casas", ha explicado el coordinador humanitario regional de la ONU para el Sahel, Robert Piper, a la agencia de noticias humanitarias de Naciones Unidas IRIN.
La situación es tan alarmante que alrededor de 6,5 millones de personas han cruzado el umbral de emergencia, por lo que hay que empezar a hablar de una nueva crisis alimentaria en la región.
"Hay una gran diferencia entre la Fase 2, inseguridad alimentaria moderada, dónde se pueden usar mecanismos de adaptación para hacerla frente; y la Fase 3, crisis alimentaria y del sustento de aguda, en la que ya se han comenzado a utilizar mecanismos de supervivencia que tienen consecuencias negativas a muy largo plazo", ha explicado Piper.
6,4 MILLONES DE NIÑOS DESNUTRIDOS
En la actualidad más de 6,4 millones de niños del Sahel sufren desnutrición aguda, sobretodo los menores de cinco años. Entre ellos, 1,6 millones están gravemente desnutridos y 4,8 millones viven en una situación de desnutrición moderada, según ha anunciado la OCHA.
"La desnutrición es muy elevada en todos los países de la región, pero ha sufrido un repunte especialmente significativos en el noreste de Nigeria", ha subrayado Piper.
Solo en lo que va de año, casi 1,5 millones de niños han caído en la malnutrición. La mayor parte en el noreste de Nigeria, donde la violencia y el conflicto entre Boko Haram, las fuerzas de seguridad nigerianas y las milicias civiles continúan provocando el desplazamiento de personas. La OCHA ha estimado que hay 1,5 millones de personas desplazadas en Nigeria, en su mayoría mujeres y niños.
LLUVIAS TARDÍAS
A los conflictos armados hay que sumarle unas lluvias tardías e irregulares en gran parte de la región que han provocado la pérdida de muchas semillas incluso antes de que brotaran las cosechas, según ha advertido la Organización para la Agricultura y la Alimentación de la ONU (FAO).
"Aún estamos estudiando la situación ya que hay muchas variables a tener en cuenta, como cuánto tiempo durarán las lluvias, para poder ver qué nos depara el futuro en términos de la cosecha al final de esta temporada agrícola", ha dicho el coordinador adjunto de la FAO para el análisis de la seguridad alimentaria de África Occidental y el Sahel, Patrick David. "Pero la tendencia es preocupante en algunas áreas", ha lamentado.
Una evaluación preliminar conjunta del Programa Mundial de Alimentos (PAM) y la FAO determinó que a finales de agosto se produjo un déficit récord de lluvias que afectará a las cosechas actuales, hasta tal punto que se espera que la producción total sea menor que el promedio de cinco años en Guinea Bissau, Gambia, Senegal y Mauritania, según los datos que ha presentado el PAM.
Además la falta de lluvia ha afectado también a la ganadería. Los pastores han tenido que esperar su llegada para poder alimentar a los animales y muchos han visto como sus animales han muerto de hambre.
La situación de inseguridad en la República Centroafricana --frontera clave para el movimiento de animales de pastoreo-- también ha derivado en un cambio de las rutas para los pastores y de sus rutas comerciales normales.
MÁS AYUDA
Ante esta situación, la ONU ha estimado que se necesitan más de 1.900 millones de dólares (unos 1.500 millones de euros) para hacer frente a las necesidades humanitarias en el Sahel en este año.
"Hasta el momento se han comprometido más de 1.000 millones de dólares hacia el Sahel, pero en el fondo, las cifras siguen subiendo y por lo tanto nuestro presupuesto también tiene que subir", ha recordado Piper. "Es claramente insuficiente para la tarea de este año y nos ha obligado a hacer algunos recortes severos", ha lamentado.
Esto incluye la reducción de las raciones de ayuda a los grupos de refugiados, la suspensión de la asistencia a las madres embarazadas y lactantes en algunos países y la toma de decisiones entre las medidas de salvamento urgente e importante.
Un total de 24,7 millones de personas se encuentran en situación de inseguridad alimentaria en el Sahel después de que desde que comenzó el año otros cinco millones más hayan pasado a engrosar esta cifra, según ha denunciado la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA), que ha subrayado que la cifra total es más del doble que la que había en 2013.
Los conflictos y la inestabilidad en la República Centroafricana, el norte de Malí y en Nigeria han empeorado las tasas de seguridad alimentaria y la malnutrición en todo el Sahel.
"El espectacular crecimiento de la inseguridad en toda la región en el último año ha generado un aumento del número de personas que necesitan ser alimentadas y alojadas al haber sido arrancadas de sus medios de vida, así como de sus casas", ha explicado el coordinador humanitario regional de la ONU para el Sahel, Robert Piper, a la agencia de noticias humanitarias de Naciones Unidas IRIN.
La situación es tan alarmante que alrededor de 6,5 millones de personas han cruzado el umbral de emergencia, por lo que hay que empezar a hablar de una nueva crisis alimentaria en la región.
"Hay una gran diferencia entre la Fase 2, inseguridad alimentaria moderada, dónde se pueden usar mecanismos de adaptación para hacerla frente; y la Fase 3, crisis alimentaria y del sustento de aguda, en la que ya se han comenzado a utilizar mecanismos de supervivencia que tienen consecuencias negativas a muy largo plazo", ha explicado Piper.
6,4 MILLONES DE NIÑOS DESNUTRIDOS
En la actualidad más de 6,4 millones de niños del Sahel sufren desnutrición aguda, sobretodo los menores de cinco años. Entre ellos, 1,6 millones están gravemente desnutridos y 4,8 millones viven en una situación de desnutrición moderada, según ha anunciado la OCHA.
"La desnutrición es muy elevada en todos los países de la región, pero ha sufrido un repunte especialmente significativos en el noreste de Nigeria", ha subrayado Piper.
Solo en lo que va de año, casi 1,5 millones de niños han caído en la malnutrición. La mayor parte en el noreste de Nigeria, donde la violencia y el conflicto entre Boko Haram, las fuerzas de seguridad nigerianas y las milicias civiles continúan provocando el desplazamiento de personas. La OCHA ha estimado que hay 1,5 millones de personas desplazadas en Nigeria, en su mayoría mujeres y niños.
LLUVIAS TARDÍAS
A los conflictos armados hay que sumarle unas lluvias tardías e irregulares en gran parte de la región que han provocado la pérdida de muchas semillas incluso antes de que brotaran las cosechas, según ha advertido la Organización para la Agricultura y la Alimentación de la ONU (FAO).
"Aún estamos estudiando la situación ya que hay muchas variables a tener en cuenta, como cuánto tiempo durarán las lluvias, para poder ver qué nos depara el futuro en términos de la cosecha al final de esta temporada agrícola", ha dicho el coordinador adjunto de la FAO para el análisis de la seguridad alimentaria de África Occidental y el Sahel, Patrick David. "Pero la tendencia es preocupante en algunas áreas", ha lamentado.
Una evaluación preliminar conjunta del Programa Mundial de Alimentos (PAM) y la FAO determinó que a finales de agosto se produjo un déficit récord de lluvias que afectará a las cosechas actuales, hasta tal punto que se espera que la producción total sea menor que el promedio de cinco años en Guinea Bissau, Gambia, Senegal y Mauritania, según los datos que ha presentado el PAM.
Además la falta de lluvia ha afectado también a la ganadería. Los pastores han tenido que esperar su llegada para poder alimentar a los animales y muchos han visto como sus animales han muerto de hambre.
La situación de inseguridad en la República Centroafricana --frontera clave para el movimiento de animales de pastoreo-- también ha derivado en un cambio de las rutas para los pastores y de sus rutas comerciales normales.
MÁS AYUDA
Ante esta situación, la ONU ha estimado que se necesitan más de 1.900 millones de dólares (unos 1.500 millones de euros) para hacer frente a las necesidades humanitarias en el Sahel en este año.
"Hasta el momento se han comprometido más de 1.000 millones de dólares hacia el Sahel, pero en el fondo, las cifras siguen subiendo y por lo tanto nuestro presupuesto también tiene que subir", ha recordado Piper. "Es claramente insuficiente para la tarea de este año y nos ha obligado a hacer algunos recortes severos", ha lamentado.
Esto incluye la reducción de las raciones de ayuda a los grupos de refugiados, la suspensión de la asistencia a las madres embarazadas y lactantes en algunos países y la toma de decisiones entre las medidas de salvamento urgente e importante.