La desgarradora historia de un rehén decapitado por el Estado Islámico

Siria, AFP
Durante varios meses el Estado Islámico ha sometido torturas, amenazas y palizas a rehenes extranjeros. Pese a que algunos han logrado sobrevivir al cautiverio, otros tantos no han corrido con la misma suerte.
El The New York Times, ha reconstruido por primera vez la lucha por la que tuvieron que enfrentarse los rehenes, sus familias y asesores que ayudaban en las negociaciones para su liberación.
Los rehenes pasaban los días a oscuras a excepción de la poca luz que se colaba por debajo de la puerta.


Jejoen Bontinck, rehén belga que pasó varias semanas en la misma celda que James Foley, primer decapitado por el EI, cuenta que Foley le dijo que “lo habían encadenado por los pies a una barra y luego habían colocado la barra de tal manera que estaba boca abajo colgando del techo”.

A finales del 2013 los yihadistas mantenían secuestrados a 19 hombres en una celda de 20 metros cuadrados y cuatro mujeres en otra celda diferente. La mayoría de origen europeo y norteamericano, los rehenes pasaban los días a oscuras a excepción de la poca luz que se colaba por debajo de la puerta.

Otro exrehén asegura que James fue uno de los que sufrió más torturas.

“Una vez volvió a la celda y rompió a llorar. Solía recibir palizas, ejecuciones falsas y hasta un ahogamiento simulado. Cuando no había sangre sabíamos que había sufrido algo incluso peor”, agregó.

Desde el mes de agosto el Estado Islámico ha publicado videos con la decapitación de Foley, Steven Sotloff, David Haines y Alan Henning. De los 23 rehenes que había en un principio, ahora solo quedan tres: Peter Kassig, una mujer no identificada y el británico Cantile.

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