Kim Jong-un sufre para estar a la altura
Seúl, lanacion.com
El misterio por la prolongada ausencia pública del líder de Corea del Norte, Kim Jong-un, parece disiparse. La televisión estatal KCTV se había referido recientemente a una "indisposición" del máximo líder para justificar su ausencia durante casi un mes. En realidad, Kim se habría sometido a una operación para recomponer las fracturas que sufrió en ambos tobillos por haber utilizado un taco para parecer más alto, según publicó ayer el diario surcoreano Chosun Ilbo.
De acuerdo con el periódico, Kim usaba un suplemento debajo del talón que no se apreciaba desde el exterior. Chosun Ilbo precisó que el líder norcoreano está en un hospital de Pyongyang, luego de someterse a mediados de septiembre a una intervención quirúrgica en los tobillos.
"Kim Jong-un se lastimó en junio pasado durante una inspección y resultó con lesiones en ambos tobillos", señaló el diario. El líder comunista estaría sometiéndose a un tratamiento de rehabilitación en el hospital Bonghwa Clinic de Pyongyang, donde se atienden habitualmente los dirigentes del país.
Kim Jong-un no aparece en público desde el 3 de septiembre pasado. En una de las últimas imágenes del líder emitidas por la televisión estatal aparecía renqueando durante un evento, en julio pasado.
En los últimos días aumentaron las especulaciones sobre el misterio de la prolongada ausencia de Kim. Entre los medios surcoreanos se achacaba la ausencia pública del líder comunista a algún tipo de enfermedad. La opacidad informativa es habitual en el autoritario régimen norcoreano. Pero el hecho de que Pyongyang admitiera que Kim sufría problemas de salud indicaba que quizá no se tratara de nada grave. Los controlados medios estatales, por ejemplo, guardaron silencio cuando el padre del líder actual, Kim Jong-il, sufrió graves problemas de salud al final de su mandato.
Las especulaciones comenzaron cuando Kim empezó a aparecer en imágenes y videos visiblemente más gordo y con una renquera perceptible. Durante más de tres semanas no se lo vio en sus habituales apariciones públicas en los medios estatales, según el Ministerio de Unificación surcoreano, que monitorea a su vecino del Norte.
Y el jueves pasado, su asiento habitual estaba vacío en una sesión del Parlamento del país. El mismo día, la televisión emitió un documental con imágenes de agosto que lo mostraban renqueando. "Nuestro líder continúa iluminando el camino para el pueblo como una llama pese a su malestar", dijo un narrador.
Las autoridades surcoreanas señalaron anteayer que no creían que le pasara nada grave a Kim, pero esas afirmaciones no lograron acallar los rumores. Las especulaciones podrían llegar a su fin el próximo 10 de octubre, cuando Corea del Norte celebre el aniversario de la fundación del gobernante Partido de los Trabajadores. Tal vez sea la fecha elegida para la reaparición de su máximo líder. De ser así, todos los observadores internacionales estarán atentos a sus pies. Y a sus tacos.
El misterio por la prolongada ausencia pública del líder de Corea del Norte, Kim Jong-un, parece disiparse. La televisión estatal KCTV se había referido recientemente a una "indisposición" del máximo líder para justificar su ausencia durante casi un mes. En realidad, Kim se habría sometido a una operación para recomponer las fracturas que sufrió en ambos tobillos por haber utilizado un taco para parecer más alto, según publicó ayer el diario surcoreano Chosun Ilbo.
De acuerdo con el periódico, Kim usaba un suplemento debajo del talón que no se apreciaba desde el exterior. Chosun Ilbo precisó que el líder norcoreano está en un hospital de Pyongyang, luego de someterse a mediados de septiembre a una intervención quirúrgica en los tobillos.
"Kim Jong-un se lastimó en junio pasado durante una inspección y resultó con lesiones en ambos tobillos", señaló el diario. El líder comunista estaría sometiéndose a un tratamiento de rehabilitación en el hospital Bonghwa Clinic de Pyongyang, donde se atienden habitualmente los dirigentes del país.
Kim Jong-un no aparece en público desde el 3 de septiembre pasado. En una de las últimas imágenes del líder emitidas por la televisión estatal aparecía renqueando durante un evento, en julio pasado.
En los últimos días aumentaron las especulaciones sobre el misterio de la prolongada ausencia de Kim. Entre los medios surcoreanos se achacaba la ausencia pública del líder comunista a algún tipo de enfermedad. La opacidad informativa es habitual en el autoritario régimen norcoreano. Pero el hecho de que Pyongyang admitiera que Kim sufría problemas de salud indicaba que quizá no se tratara de nada grave. Los controlados medios estatales, por ejemplo, guardaron silencio cuando el padre del líder actual, Kim Jong-il, sufrió graves problemas de salud al final de su mandato.
Las especulaciones comenzaron cuando Kim empezó a aparecer en imágenes y videos visiblemente más gordo y con una renquera perceptible. Durante más de tres semanas no se lo vio en sus habituales apariciones públicas en los medios estatales, según el Ministerio de Unificación surcoreano, que monitorea a su vecino del Norte.
Y el jueves pasado, su asiento habitual estaba vacío en una sesión del Parlamento del país. El mismo día, la televisión emitió un documental con imágenes de agosto que lo mostraban renqueando. "Nuestro líder continúa iluminando el camino para el pueblo como una llama pese a su malestar", dijo un narrador.
Las autoridades surcoreanas señalaron anteayer que no creían que le pasara nada grave a Kim, pero esas afirmaciones no lograron acallar los rumores. Las especulaciones podrían llegar a su fin el próximo 10 de octubre, cuando Corea del Norte celebre el aniversario de la fundación del gobernante Partido de los Trabajadores. Tal vez sea la fecha elegida para la reaparición de su máximo líder. De ser así, todos los observadores internacionales estarán atentos a sus pies. Y a sus tacos.