Iker Casillas, Míster Champions
Madrid, Goal.com
El vínculo de Iker Casillas con la Champions League es fructífero. Una relación larga y duradera. Se trata del futbolista español con más temporadas seguidas disputadas en el continente, superando los 15 cursos con los que Gento deleitó con sus cabalgadas por la banda, cifras que el mostoleño quiere aumentar desde la portería del conjunto blanco.
El máximo torneo europeo siempre ha sido un campeonato especial en la vida del guardameta. La carrera deportiva de Casillas no se puede entender sin la ‘orejona’. Un idilio que arrancó como un amor de juventud cuando un imberbe cancerbero del filial abandonó sus clases en el instituto con el propósito de viajar con la primera plantilla en un partido oficial contra el Rosenborg.
Casillas no debutó aquel 27 de noviembre de 1997 en la fría Noruega, tuvo que esperar hasta el 15 de septiembre de 1999, al calor que emanaba las caldeadas gradas del Olímpico de Atenas, en un duelo contra Olympiacos donde lució un extraño dorsal ‘27’, representativo de su condición de novato en aquella cita helena –tan solo contaba con 18 años y 118 días-.
Han pasado tres lustros desde aquel estreno de Casillas en la competición de las estrellas. Un periodo de tiempo donde el madridista ha crecido tanto profesionalmente como deportivamente, con tres Copas de Europa en otras tantas finales, en las que siempre fue protagonista, incluso cuando era parte del banquillo. Ahora, el guardameta está a sólo un partido de redondear sus cifras internacionales con 150 apariciones –entre Champions League, Supercopa de Europa y Campeonato Mundial de Clubes-.
La titularidad en Liverpool acarrea premio para el meta madrileño. Justo en el legendario escenario donde recibió cuatro dianas en una nefasta noche colectiva -cayendo eliminados con estrépito en octavos de final por un global de 5-0-, justo en el instante donde su caché está más cuestionado después de un par de temporadas conviviendo entre luces y sombras, justo en el momento en el que su lugar al frente de la selección está en entredicho -en especial, tras su actuación en la histórica derrota sufrida ante Eslovaquia-.
Por todas estas razones, el portero blanco saltará a Anfield con más ganas que nunca, con ganas de gustar y de celebrar sus 150 partidos en la élite, con ganas de resarcirse de los fallos con la 'Roja' y de la aciaga goleada de 2009, ante aquel Liverpool de Rafa Benítez que Casillas quiere olvidar y pasar página.
El vínculo de Iker Casillas con la Champions League es fructífero. Una relación larga y duradera. Se trata del futbolista español con más temporadas seguidas disputadas en el continente, superando los 15 cursos con los que Gento deleitó con sus cabalgadas por la banda, cifras que el mostoleño quiere aumentar desde la portería del conjunto blanco.
El máximo torneo europeo siempre ha sido un campeonato especial en la vida del guardameta. La carrera deportiva de Casillas no se puede entender sin la ‘orejona’. Un idilio que arrancó como un amor de juventud cuando un imberbe cancerbero del filial abandonó sus clases en el instituto con el propósito de viajar con la primera plantilla en un partido oficial contra el Rosenborg.
Casillas no debutó aquel 27 de noviembre de 1997 en la fría Noruega, tuvo que esperar hasta el 15 de septiembre de 1999, al calor que emanaba las caldeadas gradas del Olímpico de Atenas, en un duelo contra Olympiacos donde lució un extraño dorsal ‘27’, representativo de su condición de novato en aquella cita helena –tan solo contaba con 18 años y 118 días-.
Han pasado tres lustros desde aquel estreno de Casillas en la competición de las estrellas. Un periodo de tiempo donde el madridista ha crecido tanto profesionalmente como deportivamente, con tres Copas de Europa en otras tantas finales, en las que siempre fue protagonista, incluso cuando era parte del banquillo. Ahora, el guardameta está a sólo un partido de redondear sus cifras internacionales con 150 apariciones –entre Champions League, Supercopa de Europa y Campeonato Mundial de Clubes-.
La titularidad en Liverpool acarrea premio para el meta madrileño. Justo en el legendario escenario donde recibió cuatro dianas en una nefasta noche colectiva -cayendo eliminados con estrépito en octavos de final por un global de 5-0-, justo en el instante donde su caché está más cuestionado después de un par de temporadas conviviendo entre luces y sombras, justo en el momento en el que su lugar al frente de la selección está en entredicho -en especial, tras su actuación en la histórica derrota sufrida ante Eslovaquia-.
Por todas estas razones, el portero blanco saltará a Anfield con más ganas que nunca, con ganas de gustar y de celebrar sus 150 partidos en la élite, con ganas de resarcirse de los fallos con la 'Roja' y de la aciaga goleada de 2009, ante aquel Liverpool de Rafa Benítez que Casillas quiere olvidar y pasar página.