Ferrari cambia a Alonso por Vettel
Red Bull anuncia la marcha a final de curso del campeón, que será sustituido por el ruso Kvyat, mientras el español asegura que correrá "donde lo desee"
Oriol Puigdemont
Suzuka, El País
En un ataque de rabia, Red Bull sacudió este sábado por la mañana el circuito de Suzuka al anunciar que Sebastian Vettel, el piloto que le ha proporcionado a la escudería de Milton Keynes los cuatro dobletes que figuran en su palmarés (2010-2013), abandonará la estructura en la que se formó, creció y se convirtió en la estrella que es hoy. Aunque el comunicado oficial no especificaba el destino del alemán, que el pasado julio cumplió 27 años, se da por descontado que el campeón del mundo más joven de la historia (23 años, cuatro meses y 11 días) relevará a Fernando Alonso en Ferrari, siguiendo los pasos que en su día dio Michael Schumacher, su ídolo. El español, por su parte, mantiene la incertidumbre alrededor de su futuro más inmediato, aunque las opciones que tiene a su alcance son más bien limitadas.
Una vez más, Red Bull se anticipó y pilló a la tropa de Maranello a trasmano, pero esta vez lo hizo por despecho. La noche del viernes, pasadas las nueve, Vettel se reunió con Helmut Marko y Christian Horner, los dos máximos responsables de la división de F-1 del constructor austríaco, y les comunicó que había decidido aceptar la oferta de Ferrari. Inmediatamente, Marko dio la orden de preparar un escueto comunicado que debía lanzarse a las 10 de la mañana del día siguiente, en el que además de agradecerle al corredor de Heppenheim los servicios prestados también se hacía constar que el volante que dejará vacío irá a parar a manos del ruso Daniil Kvyat, que actualmente compite en Toro Rosso (falta ver si este movimiento abre la puerta de la F-1 a Carlos Sainz Júnior).
“Obviamente, Ferrari le ha hecho a Sebastian una propuesta muy atractiva”, reveló Horner.
Con esta estrategia, Marko torpedeó las intenciones de Ferrari y Alonso, que todavía se estaban poniendo de acuerdo sobre cómo iban a vender su divorcio a la espera de conocer el rumbo que iba a tomar el asturiano. Esta es, sin duda, la gran incógnita que aún queda por resolver, aunque la coyuntura actual lleva a pensar que la salida más lógica para él es regresar a McLaren, equipo para el que ya compitió en 2007 y del que salió trasquilado a final de año.
“Estoy en un momento en mi vida en el que considero que lo mejor pasa por un cambio. Después de pensarlo mucho, me he guiado por aquello que me dicta el corazón”, dijo Vettel, que en una escena delirante lamentó no poder desvelar todavía si el mono en el que se enfundará a partir de enero será de color rojo por causas ajenas a él.
“Que otros muevan ficha ahora es consecuencia de que yo lo haya hecho antes. Me encuentro en una situación privilegiada gracias al trabajo de toda mi trayectoria y al respeto que me he ganado en la pista. Yo decido dónde voy, qué hago y cuándo lo hago. Desde hace dos o tres meses tengo muy claro qué voy a hacer, todo va en la buena dirección aunque todavía no esté cerrado al 100%”, afirmó después Alonso. “Haré lo que quiera y cuando quiera, y correré más o menos donde lo desee”, añadió antes de subrayar que Red Bull nunca fue una prioridad para él.
Al margen de aquello que trate de transmitir el ovetense, los acontecimientos le han colocado en una tesitura de lo más incómoda. Para Red Bull, la marcha de Vettel a Ferrari y la promoción interna de Kvyat son la mejor publicidad posible para el Júnior Team, su programa de formación y desarrollo, además de un ahorro de 20 millones de euros correspondientes al salario de Baby Schumi. La cúpula de il cavallino se apunta un tanto por haberle birlado la joya más preciada a uno de sus principales rivales. Y sin embargo, Alonso no tiene más remedio que resignarse y poner cara de póquer porque todavía no está claro dónde va a correr pero todo el mundo ya sabe quién será su sustituto.
La situación en la que se encuentra el español es cuando menos sorprendente. Más que nada, porque cuesta creer que haya optado por dejar sin efecto los dos años de contrato que todavía le quedaban por cumplir con Ferrari —que le hizo una propuesta para extenderlo hasta 2019 que él rechazo— antes de tener asegurado el siguiente paso. Llegados a este punto, parece evidente que la mejor alternativa posible está descartada por el momento, puesto que los dos volantes de Mercedes tienen dueño al menos para 2015, mientras que la posibilidad de deshacer el camino que hizo a finales de 2007 y regresar a McLaren va tomando cada vez más cuerpo. Especialmente por el interés de Honda, nuevo suministrador de motores de los monoplazas de la marca de Woking, y lógicamente por el de Bernie Ecclestone, que haría lo imposible para intentar impedir que uno de los principales artistas del circo que dirige se marche por la puerta de atrás.
Suzuka, El País
En un ataque de rabia, Red Bull sacudió este sábado por la mañana el circuito de Suzuka al anunciar que Sebastian Vettel, el piloto que le ha proporcionado a la escudería de Milton Keynes los cuatro dobletes que figuran en su palmarés (2010-2013), abandonará la estructura en la que se formó, creció y se convirtió en la estrella que es hoy. Aunque el comunicado oficial no especificaba el destino del alemán, que el pasado julio cumplió 27 años, se da por descontado que el campeón del mundo más joven de la historia (23 años, cuatro meses y 11 días) relevará a Fernando Alonso en Ferrari, siguiendo los pasos que en su día dio Michael Schumacher, su ídolo. El español, por su parte, mantiene la incertidumbre alrededor de su futuro más inmediato, aunque las opciones que tiene a su alcance son más bien limitadas.
Una vez más, Red Bull se anticipó y pilló a la tropa de Maranello a trasmano, pero esta vez lo hizo por despecho. La noche del viernes, pasadas las nueve, Vettel se reunió con Helmut Marko y Christian Horner, los dos máximos responsables de la división de F-1 del constructor austríaco, y les comunicó que había decidido aceptar la oferta de Ferrari. Inmediatamente, Marko dio la orden de preparar un escueto comunicado que debía lanzarse a las 10 de la mañana del día siguiente, en el que además de agradecerle al corredor de Heppenheim los servicios prestados también se hacía constar que el volante que dejará vacío irá a parar a manos del ruso Daniil Kvyat, que actualmente compite en Toro Rosso (falta ver si este movimiento abre la puerta de la F-1 a Carlos Sainz Júnior).
“Obviamente, Ferrari le ha hecho a Sebastian una propuesta muy atractiva”, reveló Horner.
Con esta estrategia, Marko torpedeó las intenciones de Ferrari y Alonso, que todavía se estaban poniendo de acuerdo sobre cómo iban a vender su divorcio a la espera de conocer el rumbo que iba a tomar el asturiano. Esta es, sin duda, la gran incógnita que aún queda por resolver, aunque la coyuntura actual lleva a pensar que la salida más lógica para él es regresar a McLaren, equipo para el que ya compitió en 2007 y del que salió trasquilado a final de año.
“Estoy en un momento en mi vida en el que considero que lo mejor pasa por un cambio. Después de pensarlo mucho, me he guiado por aquello que me dicta el corazón”, dijo Vettel, que en una escena delirante lamentó no poder desvelar todavía si el mono en el que se enfundará a partir de enero será de color rojo por causas ajenas a él.
“Que otros muevan ficha ahora es consecuencia de que yo lo haya hecho antes. Me encuentro en una situación privilegiada gracias al trabajo de toda mi trayectoria y al respeto que me he ganado en la pista. Yo decido dónde voy, qué hago y cuándo lo hago. Desde hace dos o tres meses tengo muy claro qué voy a hacer, todo va en la buena dirección aunque todavía no esté cerrado al 100%”, afirmó después Alonso. “Haré lo que quiera y cuando quiera, y correré más o menos donde lo desee”, añadió antes de subrayar que Red Bull nunca fue una prioridad para él.
Al margen de aquello que trate de transmitir el ovetense, los acontecimientos le han colocado en una tesitura de lo más incómoda. Para Red Bull, la marcha de Vettel a Ferrari y la promoción interna de Kvyat son la mejor publicidad posible para el Júnior Team, su programa de formación y desarrollo, además de un ahorro de 20 millones de euros correspondientes al salario de Baby Schumi. La cúpula de il cavallino se apunta un tanto por haberle birlado la joya más preciada a uno de sus principales rivales. Y sin embargo, Alonso no tiene más remedio que resignarse y poner cara de póquer porque todavía no está claro dónde va a correr pero todo el mundo ya sabe quién será su sustituto.
La situación en la que se encuentra el español es cuando menos sorprendente. Más que nada, porque cuesta creer que haya optado por dejar sin efecto los dos años de contrato que todavía le quedaban por cumplir con Ferrari —que le hizo una propuesta para extenderlo hasta 2019 que él rechazo— antes de tener asegurado el siguiente paso. Llegados a este punto, parece evidente que la mejor alternativa posible está descartada por el momento, puesto que los dos volantes de Mercedes tienen dueño al menos para 2015, mientras que la posibilidad de deshacer el camino que hizo a finales de 2007 y regresar a McLaren va tomando cada vez más cuerpo. Especialmente por el interés de Honda, nuevo suministrador de motores de los monoplazas de la marca de Woking, y lógicamente por el de Bernie Ecclestone, que haría lo imposible para intentar impedir que uno de los principales artistas del circo que dirige se marche por la puerta de atrás.
