Etxeita alivia al Athletic y hunde al Almería en su estadio
Bilbao, As
Etxeita fue el protagonista del Almería-Athletic, puesto que fue el autor de un gol que daba la victoria al Athletic dos meses después y por haber realizado un claro penalti en el 88 a Soriano que Martínez Munuera se tragó. Pudo pasar de héroe a villano en 45 minutos pero, al final, se quedó con la capa puesta.
Entre la hora, el calor y lo que pusieron en el césped los dos equipos la primera mitad, más de una cabezada cayó en el Juegos del Mediterráneo. Porque en la primera parte no pasó absolutamente nada. De hecho, Gorka no tuvo ni que utilizar las manos, mientras que Rubén sólo tuvo que hacer una salida. Ni un tiro a puerta. Los intentos de Edgar y De Marcos, y la sobriedad de Trujillo de Laporte. Eso y la calamidad que fueron para sus equipos Azeez y Beñat. Fútbol nada, bostezos a tutiplén.
Algo más animados salieron los dos equipos en la segunda parte, pero el que marcó fue Etxeita en el 56', gracias a que estuvo en el sitio en el que cayó el rebote de un córner que Verza fue a despejar con la inocencia propia de un alevín. Los cambios de Francisco no funcionaron, salvo por un zapatazo al larguero del hiperactivo Thievy. Iturraspe se hizo fuerte en el centro y sostuvo a su equipo, que se libró de un penalti clamoroso en contra porque Martínez Munuera no lo quiso ver.
Ya llueve menos en San Mamés y la afición del Almería, que desfiló de sus asientos varios minutos antes de la conclusión para no perderse detalle del clásico, sigue sin ver ganar a los suyos en casa. Por cierto, gran idea la del estreno del balón invernal de color amarillo, lástima que en Almería hicieran 30 grados durante el partido y quedara algo ridículo.
Etxeita fue el protagonista del Almería-Athletic, puesto que fue el autor de un gol que daba la victoria al Athletic dos meses después y por haber realizado un claro penalti en el 88 a Soriano que Martínez Munuera se tragó. Pudo pasar de héroe a villano en 45 minutos pero, al final, se quedó con la capa puesta.
Entre la hora, el calor y lo que pusieron en el césped los dos equipos la primera mitad, más de una cabezada cayó en el Juegos del Mediterráneo. Porque en la primera parte no pasó absolutamente nada. De hecho, Gorka no tuvo ni que utilizar las manos, mientras que Rubén sólo tuvo que hacer una salida. Ni un tiro a puerta. Los intentos de Edgar y De Marcos, y la sobriedad de Trujillo de Laporte. Eso y la calamidad que fueron para sus equipos Azeez y Beñat. Fútbol nada, bostezos a tutiplén.
Algo más animados salieron los dos equipos en la segunda parte, pero el que marcó fue Etxeita en el 56', gracias a que estuvo en el sitio en el que cayó el rebote de un córner que Verza fue a despejar con la inocencia propia de un alevín. Los cambios de Francisco no funcionaron, salvo por un zapatazo al larguero del hiperactivo Thievy. Iturraspe se hizo fuerte en el centro y sostuvo a su equipo, que se libró de un penalti clamoroso en contra porque Martínez Munuera no lo quiso ver.
Ya llueve menos en San Mamés y la afición del Almería, que desfiló de sus asientos varios minutos antes de la conclusión para no perderse detalle del clásico, sigue sin ver ganar a los suyos en casa. Por cierto, gran idea la del estreno del balón invernal de color amarillo, lástima que en Almería hicieran 30 grados durante el partido y quedara algo ridículo.