Ernesto Che Guevara, el revolucionario que soñó con el despertar de América Latina
La Habana, Actualidad RT
Ernesto Che Guevara fue un político, escritor, periodista y médico argentino-cubano, quien en conjunto con una camada de compañeros ideó y comandó la Revolución cubana (1953-1959) que conllevó a la caída de Fulgencio Bastidas.
Guevara participó desde la Revolución y hasta 1965 en la organización del Estado cubano.
Desempeñó varios altos cargos de su administración y de su Gobierno, sobre todo en el área económica, fue presidente del Banco Nacional y ministro de Industria. En el área diplomática, actuó como responsable de varias misiones internacionales.
El ocaso de un héroe
En el combate de Quebrada del Churo, Guevara fue herido de bala en su pierna izquierda, hecho prisionero junto con Simeón Cuba y trasladado a La Higuera donde fueron recluidos en la escuela, en aulas separadas.
El 9 de octubre por la mañana el gobierno de Bolivia anunció que Ernesto Guevara había muerto en combate el día anterior. Simultáneamente llegaron el coronel Joaquín Zenteno Anaya y el agente de la CIA Félix Rodríguez.
Poco después del mediodía el presidente Barrientos dio la orden de ejecutar al Che Guevara. Existen dudas y versiones contradictorias sobre el grado de apoyo que la decisión tuvo por parte de Estados Unidos, pero lo cierto es que, tal como está registrado en el propio informe secreto de Félix Rodríguez, la CIA estaba presente en el lugar.
Fue el agente Rodríguez quien recibió la orden de fusilar a Guevara y quien la transmitió a los oficiales bolivianos, así como fue él también quien le comunicó al Che Guevara que sería fusilado.
Antes del fusilamiento Félix Rodríguez lo interrogó y lo sacó del aula para tomarle varias fotografías, las últimas en las que aparece con vida.
Para recordar su memoria, quedaron algunas frase que pasarán a la historia:
- ¡Hasta la victoria! Siempre tuyo, El Che. (Así solía firmar las cartas que le enviaba al Comandante Fidel Castro).
- “En una revolución se triunfa o se muere, si es verdadera”.
- “¡Póngase sereno, y apunte bien! ¡Usted va a matar a un hombre!”.
- “Nuestro sacrificio es consciente; cuota para pagar la libertad que construimos”.
- “La juventud tiene que crear. Una juventud que no crea es una anomalía realmente”.
- “Si no existe la organización, las ideas, después del primer momento de impulso, van perdiendo eficacia”.
- “Déjeme decirle, a riesgo de parecer ridículo, que el revolucionario verdadero está guiado por grandes sentimientos de amor”.
- “La arcilla fundamental de nuestra obra es la juventud, en ella depositamos nuestra esperanza y la preparamos para tomar de nuestras manos la bandera”.
- “Aquí, desde la manigua cubana, vivo y sediento de sangre escribo estas encendidas líneas martianas(…) me hirieron en el cuello y quedé vivo nada más que por mi suerte gatuna”.
- “Hemos fusilado, fusilamos y seguiremos fusilando mientras sea necesario (…) nuestra lucha es una lucha a muerte. Nosotros sabemos cuál sería el resultado de una batalla perdida (…) en esas condiciones nosotros vivimos por la imposición del imperialismo norteamericano”.
- “Me siento tan patriota de Latinoamérica, de cualquier país de Latinoamérica, como el que más y, en el momento en que fuera necesario, estaría dispuesto a entregar mi vida por la liberación de cualquiera de los países de Latinoamérica, sin pedirle nada a nadie, sin exigir nada, sin explotar a nadie”.