Enfermera de EE UU promete pelear contra imposición de cuarentena por ébola
Washington, AFP
Una enfermera estadounidense que regresó recientemente de tratar a pacientes con ébola en África prometió pelear la decisión del estado de Maine de mantenerla en cuarentena durante los 12 días que restan para que acabe el período de incubación del virus.
“No estoy dispuesta a quedarme aquí y dejar que mis derechos civiles sean violados cuando no hay una base científica”, señaló Hickox.
Pero Maine tratará de obtener una orden judicial para aislar, en su casa si es necesario, a Kaci Hickox, quien trabajó en Sierra Leona.
“No me permitirán salir de mi casa ni interactuar con la gente, a pesar de que estoy completamente sana y sin síntomas”, dijo Hickox mientras su novio esperaba de pie junto a su casa en la localidad de Fort Kent.
Las medidas adoptadas por algunos estados de Estados Unidos, como Nueva Jersey y Nueva York, de poner en cuarentena a quienes regresan de tratar a pacientes con infección por ébola en África occidental desataron la polémica.
En declaraciones a periodistas el miércoles, Hickox dijo que si el Estado acude a los tribunales para obligarla a quedar aislada hasta el 10 de noviembre presentará un recurso de impugnación, informó NBC News.
“No estoy dispuesta a quedarme aquí y dejar que mis derechos civiles sean violados cuando no hay una base científica” para ello, dijo la enfermera.
El presidente Barack Obama calificó el miércoles de “heroica” la labor de los trabajadores sanitarios de Estados Unidos que luchan contra el ébola, tratando de tranquilizar a la población en medio de la controversia sobre las medidas de cuarentena, impuestas también por el Pentágono.
Al hablar en la Casa Blanca después de reunirse con trabajadores de la salud que regresaban, Obama dijo que quienes acuden voluntariamente a la primera línea de combate del ébola deben ser aplaudidos por su servicio.
Hickox fue puesta en una carpa de aislamiento durante tres días después de que regresó a Estados Unidos.
El gobernador de Nueva Jersey, Chris Christie, le permitió salir del estado el lunes y ella se dirigió por carretera a Maine. Pero allí el estado le impuso su propia cuarentena.
Una enfermera estadounidense que regresó recientemente de tratar a pacientes con ébola en África prometió pelear la decisión del estado de Maine de mantenerla en cuarentena durante los 12 días que restan para que acabe el período de incubación del virus.
“No estoy dispuesta a quedarme aquí y dejar que mis derechos civiles sean violados cuando no hay una base científica”, señaló Hickox.
Pero Maine tratará de obtener una orden judicial para aislar, en su casa si es necesario, a Kaci Hickox, quien trabajó en Sierra Leona.
“No me permitirán salir de mi casa ni interactuar con la gente, a pesar de que estoy completamente sana y sin síntomas”, dijo Hickox mientras su novio esperaba de pie junto a su casa en la localidad de Fort Kent.
Las medidas adoptadas por algunos estados de Estados Unidos, como Nueva Jersey y Nueva York, de poner en cuarentena a quienes regresan de tratar a pacientes con infección por ébola en África occidental desataron la polémica.
En declaraciones a periodistas el miércoles, Hickox dijo que si el Estado acude a los tribunales para obligarla a quedar aislada hasta el 10 de noviembre presentará un recurso de impugnación, informó NBC News.
“No estoy dispuesta a quedarme aquí y dejar que mis derechos civiles sean violados cuando no hay una base científica” para ello, dijo la enfermera.
El presidente Barack Obama calificó el miércoles de “heroica” la labor de los trabajadores sanitarios de Estados Unidos que luchan contra el ébola, tratando de tranquilizar a la población en medio de la controversia sobre las medidas de cuarentena, impuestas también por el Pentágono.
Al hablar en la Casa Blanca después de reunirse con trabajadores de la salud que regresaban, Obama dijo que quienes acuden voluntariamente a la primera línea de combate del ébola deben ser aplaudidos por su servicio.
Hickox fue puesta en una carpa de aislamiento durante tres días después de que regresó a Estados Unidos.
El gobernador de Nueva Jersey, Chris Christie, le permitió salir del estado el lunes y ella se dirigió por carretera a Maine. Pero allí el estado le impuso su propia cuarentena.