El sector rebelde del Partido Socialista francés cobra fuerza
La votación sobre el presupuesto evidencia un aumento de los disidentes
Carlos Yárnoz
París, El País
La fractura en el seno del Partido Socialista (PS) francés se agrava estos días con nuevos ataques al Gobierno de Manuel Valls que minan su estabilidad parlamentaria. Un total de 39 diputados críticos (el grupo socialista lo forman 289) se abstuvieron este martes en la votación de los presupuestos para 2015, que recogen el primer gran ajuste de 21.000 millones del paquete reformista. El nuevo revés se ha producido 48 horas después de que Martine Aubry, alcaldesa de Lille y exlíder del partido, diera su anunciado paso al frente y se situara a la cabeza de los rebeldes.
La cifra de parlamentarios díscolos aumenta. En el voto del mes pasado tras la formación de un nuevo Ejecutivo, se abstuvieron 31. Debido a su actitud, el Gobierno ha sacado ahora adelante el proyecto presupuestario con una ligera mayoría (266 votos a favor frente a 245 en contra y 56 abstenciones), pese a contar en teoría con mayoría absoluta.
Los críticos esgrimieron para abstenerse esta vez “la falta de diálogo” del Gobierno con ellos para incluir enmiendas. Resultaron inútiles las “llamadas a la responsabilidad” de su jefe de grupo, Bruno Le Roux.
La votación se produjo después de que Martine Aubry diera el paso que le reclamaban los críticos para, según estos, ponerse al frente de la protesta. Presionada por excolaboradores, que en todo momento la han considerado su líder en la sombra, Aubry se explayó el domingo en una entrevista en Le Journal du Dimanche para decir que “hay que acabar con las viejas recetas liberales”.
“Comparto sus propuestas”, sentenciaba al referirse a los rebeldes. La alcaldesa exige “una reorientación de la política económica” de forma que se reduzca el déficit pero también se fomente el crecimiento.
Aubry critica especialmente el plan gubernamental de rebajar en 41.000 millones los impuestos y las cotizaciones sociales de las empresas entre 2014 y 2019. Prefiere que la mitad de esa cantidad se destine a las entidades locales y a potenciar el poder adquisitivo de los hogares.
Aubry, primera secretaria del PS hasta 2012 e impulsora de la ley que limita a 35 horas el horario laboral semanal, es una referencia del ala izquierdista. Disputó a François Hollande la candidatura para el Elíseo en 2011 y, aunque perdió, obtuvo el 43% de los votos. Desde entonces, quedó en segundo plano. El supuesto liderazgo que emprende entre los críticos tiene un dudoso recorrido. A sus 64 años, Aubry, que no es parlamentaria y asegura no aspirar ni a dirigir su partido ni a ser candidata a las presidenciales de 2017, se definió así en la entrevista: “Soy candidata... al debate de ideas”.
Carlos Yárnoz
París, El País
La fractura en el seno del Partido Socialista (PS) francés se agrava estos días con nuevos ataques al Gobierno de Manuel Valls que minan su estabilidad parlamentaria. Un total de 39 diputados críticos (el grupo socialista lo forman 289) se abstuvieron este martes en la votación de los presupuestos para 2015, que recogen el primer gran ajuste de 21.000 millones del paquete reformista. El nuevo revés se ha producido 48 horas después de que Martine Aubry, alcaldesa de Lille y exlíder del partido, diera su anunciado paso al frente y se situara a la cabeza de los rebeldes.
La cifra de parlamentarios díscolos aumenta. En el voto del mes pasado tras la formación de un nuevo Ejecutivo, se abstuvieron 31. Debido a su actitud, el Gobierno ha sacado ahora adelante el proyecto presupuestario con una ligera mayoría (266 votos a favor frente a 245 en contra y 56 abstenciones), pese a contar en teoría con mayoría absoluta.
Los críticos esgrimieron para abstenerse esta vez “la falta de diálogo” del Gobierno con ellos para incluir enmiendas. Resultaron inútiles las “llamadas a la responsabilidad” de su jefe de grupo, Bruno Le Roux.
La votación se produjo después de que Martine Aubry diera el paso que le reclamaban los críticos para, según estos, ponerse al frente de la protesta. Presionada por excolaboradores, que en todo momento la han considerado su líder en la sombra, Aubry se explayó el domingo en una entrevista en Le Journal du Dimanche para decir que “hay que acabar con las viejas recetas liberales”.
“Comparto sus propuestas”, sentenciaba al referirse a los rebeldes. La alcaldesa exige “una reorientación de la política económica” de forma que se reduzca el déficit pero también se fomente el crecimiento.
Aubry critica especialmente el plan gubernamental de rebajar en 41.000 millones los impuestos y las cotizaciones sociales de las empresas entre 2014 y 2019. Prefiere que la mitad de esa cantidad se destine a las entidades locales y a potenciar el poder adquisitivo de los hogares.
Aubry, primera secretaria del PS hasta 2012 e impulsora de la ley que limita a 35 horas el horario laboral semanal, es una referencia del ala izquierdista. Disputó a François Hollande la candidatura para el Elíseo en 2011 y, aunque perdió, obtuvo el 43% de los votos. Desde entonces, quedó en segundo plano. El supuesto liderazgo que emprende entre los críticos tiene un dudoso recorrido. A sus 64 años, Aubry, que no es parlamentaria y asegura no aspirar ni a dirigir su partido ni a ser candidata a las presidenciales de 2017, se definió así en la entrevista: “Soy candidata... al debate de ideas”.