Cientos de personas protestan en Ferguson por la muerte de otro joven negro a manos de la Policía
Washington, EP
Cientos de personas han salido este viernes a la calle a protestar en la ciudad de Ferguson, en el estado estadounidense de Misuri, por la muerte de otro adolescente negro a manos de la Policía --en el segundo caso similar, tras la muerte de Michael Brown el pasado 9 de agosto--, dando inicio a lo que los manifestantes han bautizado como "el fin de semana de la resistencia"
Por segunda noche consecutiva los manifestantes han salido a la calle en el suburbio de St. Louis, donde un oficial de Policía fuera de servicio disparó hasta la muerte el pasado miércoles a un adolescente negro que --según las versiones policiales-- le había disparado previamente.
El sospechoso, al que la Policía ha descrito como un varón negro de entre 18 y 20 años, se giró y disparó contra el policía que le perseguía, lo que provocó que el agente le respondiera con su arma y le hiriera fatalmente, según explicó la portavoz del Departamento Metropolitano de Policía de Saint Louis, Schron Jackson.
En este mismo barrio, al agente de policía Darren Wilson mató a tiros a Michael Brown, un adolescente negro de 18 años. Dos meses después del suceso, aún hay varias versiones sobre lo sucedido. Así, mientras que la Policía defiende que el joven se enfrentó con Wilson antes de los disparos, testigos dicen que Brown se rindió antes de recibir varios disparos en la cabeza y en el pecho, que le causaron la muerte.
El pasado jueves por la noche ocho personas fueron arrestadas después de que se registraran enfrentamientos violentos entre las autoridades y los manifestantes. De acuerdo con la información de la cadena estadounidense NBC, la Policía utilizó gas pimienta contra la multitud, mientras que los manifestantes rompieron varias ventanas y quemaron banderas de Estados Unidos.
Se espera que miles de manifestantes de todo el país lleguen a la ciudad de Ferguson, donde los organizadores de las protestas han organizado una serie de actos y mítines de denuncia. Anunciado como el "fin de semana de la resistencia", los organizadores han previsto, entre otras acciones, una concentración en la oficina del Fiscal del Condado de St. Louis.
UN PLAN CONTRA EL ESTALLIDO DE VIOLENCIA
Antes de que se produjera la muerte de este último joven afroamericano, las autoridades de Misuri venían elaborando planes de contingencia por temor a los disturbios que podrían estallar si el jurado no acusa --en un juicio previsto para el próximo mes-- al agente de policía Darren Wilson por la muerte a tiros de Michael Brown.
De acuerdo con una información a la que ha tenido acceso la agencia Reuters, se estarían llevando a cabo reuniones dos o tres veces por semana entre departamentos de Policía de varios estados y portavoces de la Oficina Federal de Investigación (FBI) para establecer protocolos de actuación en el caso de que el oficial no sea acusado por matar a Brown, en lo que muchos denuncian como un crimen racial.
En caso de que no haya cargos contra Wilson, la Policía teme un estallido de violencia no sólo en el suburbio de St. Louis, en la ciudad de Ferguson, sino en todo el área metropolitana e, incluso, en otras ciudades de Estados Unidos, de acuerdo con el jefe de Policía del condado de St. Louis, Jon Belmar, y otras personas involucradas en las reuniones de planificación.
El alcalde de Ferguson, James Knowles, que ha asistido a las reuniones que se vienen celebrando las últimas semanas, ha explicado a Reuters que existe la "preocupación" de que "el malestar pueda ir mucho más allá de la ciudad de Ferguson", lo que podría suponer un estallido de violencia en suburbios de varias ciudades importantes de Estados Unidos.
El suceso del pasado miércoles agrava aún más la situación, aunque no hay información de si estas reuniones se han seguido manteniendo o de si estos planes de actuación se han acelerado tras la posible llegada de cientos de manifestantes de todo el país al estado durante este fin de semana.
Cientos de personas han salido este viernes a la calle a protestar en la ciudad de Ferguson, en el estado estadounidense de Misuri, por la muerte de otro adolescente negro a manos de la Policía --en el segundo caso similar, tras la muerte de Michael Brown el pasado 9 de agosto--, dando inicio a lo que los manifestantes han bautizado como "el fin de semana de la resistencia"
Por segunda noche consecutiva los manifestantes han salido a la calle en el suburbio de St. Louis, donde un oficial de Policía fuera de servicio disparó hasta la muerte el pasado miércoles a un adolescente negro que --según las versiones policiales-- le había disparado previamente.
El sospechoso, al que la Policía ha descrito como un varón negro de entre 18 y 20 años, se giró y disparó contra el policía que le perseguía, lo que provocó que el agente le respondiera con su arma y le hiriera fatalmente, según explicó la portavoz del Departamento Metropolitano de Policía de Saint Louis, Schron Jackson.
En este mismo barrio, al agente de policía Darren Wilson mató a tiros a Michael Brown, un adolescente negro de 18 años. Dos meses después del suceso, aún hay varias versiones sobre lo sucedido. Así, mientras que la Policía defiende que el joven se enfrentó con Wilson antes de los disparos, testigos dicen que Brown se rindió antes de recibir varios disparos en la cabeza y en el pecho, que le causaron la muerte.
El pasado jueves por la noche ocho personas fueron arrestadas después de que se registraran enfrentamientos violentos entre las autoridades y los manifestantes. De acuerdo con la información de la cadena estadounidense NBC, la Policía utilizó gas pimienta contra la multitud, mientras que los manifestantes rompieron varias ventanas y quemaron banderas de Estados Unidos.
Se espera que miles de manifestantes de todo el país lleguen a la ciudad de Ferguson, donde los organizadores de las protestas han organizado una serie de actos y mítines de denuncia. Anunciado como el "fin de semana de la resistencia", los organizadores han previsto, entre otras acciones, una concentración en la oficina del Fiscal del Condado de St. Louis.
UN PLAN CONTRA EL ESTALLIDO DE VIOLENCIA
Antes de que se produjera la muerte de este último joven afroamericano, las autoridades de Misuri venían elaborando planes de contingencia por temor a los disturbios que podrían estallar si el jurado no acusa --en un juicio previsto para el próximo mes-- al agente de policía Darren Wilson por la muerte a tiros de Michael Brown.
De acuerdo con una información a la que ha tenido acceso la agencia Reuters, se estarían llevando a cabo reuniones dos o tres veces por semana entre departamentos de Policía de varios estados y portavoces de la Oficina Federal de Investigación (FBI) para establecer protocolos de actuación en el caso de que el oficial no sea acusado por matar a Brown, en lo que muchos denuncian como un crimen racial.
En caso de que no haya cargos contra Wilson, la Policía teme un estallido de violencia no sólo en el suburbio de St. Louis, en la ciudad de Ferguson, sino en todo el área metropolitana e, incluso, en otras ciudades de Estados Unidos, de acuerdo con el jefe de Policía del condado de St. Louis, Jon Belmar, y otras personas involucradas en las reuniones de planificación.
El alcalde de Ferguson, James Knowles, que ha asistido a las reuniones que se vienen celebrando las últimas semanas, ha explicado a Reuters que existe la "preocupación" de que "el malestar pueda ir mucho más allá de la ciudad de Ferguson", lo que podría suponer un estallido de violencia en suburbios de varias ciudades importantes de Estados Unidos.
El suceso del pasado miércoles agrava aún más la situación, aunque no hay información de si estas reuniones se han seguido manteniendo o de si estos planes de actuación se han acelerado tras la posible llegada de cientos de manifestantes de todo el país al estado durante este fin de semana.