Afellay evita el sonrojo de Holanda ante Kazajistán
Amsterdam, EFE
Ibrahim Afellay, con un gran partido en el que dio una asistencia y marcó un gol decisivo, evitó el sonrojo de Holanda, que ganó 3-1 a Kazajistán pero estuvo a punto de perder puntos ante un rival que plantó cara a la "oranje" hasta el minuto 82.
El combinado de Guus Hiddink se las prometía felices antes del inicio del encuentro. Kazajistán, un rival muy débil, era la víctima perfecta para arreglar la derrota de la primera jornada frente a la República Checa. Nadie esperaba mucha resistencia de un equipo menor condenado
de antemano a recibir una goleada.
Sin embargo, en la primera parte, el cuadro kazajo dio una sorpresa enorme marchándose al vestuario por delante en el marcador con un 0-1 que nadie del público presente en el Amsterdam Arena se imaginaba antes de comenzar el duelo.
La todopoderosa Holanda no había perdido ningún partido como local en una fase de clasificación para una Eurocopa (su última derrota en esta competición en tierras holandesas data de 1963, pero fue en octavos de final en plena fase final) y no había caído en su casa desde 2000, cuando intentaba conseguir un billete para el Mundial de 2002 de Corea y Japón.
Esos datos eran espeluznantes para una selección que decidió rodear su propia área con una tela de araña imposible de atravesar. Todos los futbolistas de Kazajistán se agruparon alrededor de su portero, Aleksandr Mokin, que apenas tuvo algún susto en el acto inicial.
Sólo se lo dio Robin Van Persie, que, pese al asedio constante de Holanda, fue el único que fue capaz de crear peligro real con un remate de cabeza que a punto estuvo de sorprender a Mokin. Desde su portería, el guardameta kazajo vio cómo el asedio holandés no obtenía sus frutos.
Y también vio cómo en la única oportunidad de sus compañeros, en su único disparo en toda la primera parte, su equipo se puso por delante. Fue Renat Abdulin, en el minuto 17, quien remató a la red de Jasper Cillessen un córner de Kazajistán que trajo el único tanto de
la primera parte.
Fue el premio a un equipo honrado con su propuesta. Sin florituras pero sin fisuras, Kazajistán superó la insistencia rival con un orden perfecto que desquició a Guus Hiddink.
El técnico "oranje" se marchó al vestuario consciente del mal inicio de su nueva aventura. Louis Van Gaal acabó tercero en el Mundial de Brasil y, hasta ese instante, Hiddink, su sustituto, ni se acercaba a ese estado de felicidad con el mismo grupo de jugadores.
Lo intentó recuperar en el siguiente acto, pero costó. Kazajistán aún resistía, pero el dominio holandés se concretó en el minuto 62 con el gol de Klaas-Jan Huntelaar, que salió desde el banquillo para rescatar a sus compañeros. El exjugador del Real Madrid cabeceó a la red una asistencia Afellay y trajo la tranquilidad al Amsterdam Arena.
Aún así, con un jugador más por la expulsión de Baurzhan Dzholchiyev, Holanda tuvo que esperar hasta el minuto 82 para ponerse por delante en el marcador. Lo consiguió Afellay, el mejor del partido, con un disparo desde fuera del área que impuso la lógica en Amsterdam, rubricada por Robin Van Persie desde el punto de penalti.
Kazajistán cayó con honor. Aguantó como pudo hasta que sucumbió cuando quedaban sólo 8 minutos para la gloria. Afellay, con su gran encuentro, salvó los muebles de un equipo al que parece no haberle sentado bien su gran papel en el Mundial de Brasil.
Ibrahim Afellay, con un gran partido en el que dio una asistencia y marcó un gol decisivo, evitó el sonrojo de Holanda, que ganó 3-1 a Kazajistán pero estuvo a punto de perder puntos ante un rival que plantó cara a la "oranje" hasta el minuto 82.
El combinado de Guus Hiddink se las prometía felices antes del inicio del encuentro. Kazajistán, un rival muy débil, era la víctima perfecta para arreglar la derrota de la primera jornada frente a la República Checa. Nadie esperaba mucha resistencia de un equipo menor condenado
de antemano a recibir una goleada.
Sin embargo, en la primera parte, el cuadro kazajo dio una sorpresa enorme marchándose al vestuario por delante en el marcador con un 0-1 que nadie del público presente en el Amsterdam Arena se imaginaba antes de comenzar el duelo.
La todopoderosa Holanda no había perdido ningún partido como local en una fase de clasificación para una Eurocopa (su última derrota en esta competición en tierras holandesas data de 1963, pero fue en octavos de final en plena fase final) y no había caído en su casa desde 2000, cuando intentaba conseguir un billete para el Mundial de 2002 de Corea y Japón.
Esos datos eran espeluznantes para una selección que decidió rodear su propia área con una tela de araña imposible de atravesar. Todos los futbolistas de Kazajistán se agruparon alrededor de su portero, Aleksandr Mokin, que apenas tuvo algún susto en el acto inicial.
Sólo se lo dio Robin Van Persie, que, pese al asedio constante de Holanda, fue el único que fue capaz de crear peligro real con un remate de cabeza que a punto estuvo de sorprender a Mokin. Desde su portería, el guardameta kazajo vio cómo el asedio holandés no obtenía sus frutos.
Y también vio cómo en la única oportunidad de sus compañeros, en su único disparo en toda la primera parte, su equipo se puso por delante. Fue Renat Abdulin, en el minuto 17, quien remató a la red de Jasper Cillessen un córner de Kazajistán que trajo el único tanto de
la primera parte.
Fue el premio a un equipo honrado con su propuesta. Sin florituras pero sin fisuras, Kazajistán superó la insistencia rival con un orden perfecto que desquició a Guus Hiddink.
El técnico "oranje" se marchó al vestuario consciente del mal inicio de su nueva aventura. Louis Van Gaal acabó tercero en el Mundial de Brasil y, hasta ese instante, Hiddink, su sustituto, ni se acercaba a ese estado de felicidad con el mismo grupo de jugadores.
Lo intentó recuperar en el siguiente acto, pero costó. Kazajistán aún resistía, pero el dominio holandés se concretó en el minuto 62 con el gol de Klaas-Jan Huntelaar, que salió desde el banquillo para rescatar a sus compañeros. El exjugador del Real Madrid cabeceó a la red una asistencia Afellay y trajo la tranquilidad al Amsterdam Arena.
Aún así, con un jugador más por la expulsión de Baurzhan Dzholchiyev, Holanda tuvo que esperar hasta el minuto 82 para ponerse por delante en el marcador. Lo consiguió Afellay, el mejor del partido, con un disparo desde fuera del área que impuso la lógica en Amsterdam, rubricada por Robin Van Persie desde el punto de penalti.
Kazajistán cayó con honor. Aguantó como pudo hasta que sucumbió cuando quedaban sólo 8 minutos para la gloria. Afellay, con su gran encuentro, salvó los muebles de un equipo al que parece no haberle sentado bien su gran papel en el Mundial de Brasil.