Paciencia: palabra clave de los nuevos Cavs de LeBron James

Cleveland, As
En Cleveland ha comenzado una nueva era. El retorno de LeBron James a los Cavaliers ha creado unas expectativas enormes sobre las posibilidades de que la franquicia se convierta en el próximo campeón de la NBA. En el nuevo dominador de una competición que en los últimos años se mueve desde Texas (Dallas Mavericks y San Antonio Spurs) a Miami... cuando contaba entre sus filas con LeBron.


Pero a pesar de su retorno y la llegada de jugadores de tanta relevancia como Kevin Love y Shawn Marion a un equipo que contaba ya con Kyrie Irving entre sus filas, la actitud, la filosofía que se quiere transmitir desde los Cavs es la paciencia. No quieren correr, ni festejar antes de tiempo... aunque saben que todos los focos y la presión van a estar sobre ellos.

Y las acciones de la franquicia discurren por ese camino. La primera señal fue cómo llegó LeBron. Sin mucho ruido... teniendo en cuenta lo que significaba su vuelta. El Elegido no hizo un programa de televisión para anunciar su decisión, sino a través de una carta en Sports Illustrated ("Vuelvo a casa"). Tampoco se realizó una presentación Made in Hollywood como en South Beach cuando se juntaron James, Wade y Bosh en los Heat.

LeBron sólo ha tenido un gran baño de masas en la universidad de Akron, el lugar que le vio nacer y crecer. Todo es menos espectacular, pero no por ello menos emocionante e impactante. Esta huida de los focos, se observa también al escuchar las palabras de sus principales espadas, conocedores de todo lo que se espera de ellos.

"Todos tenemos que ser muy pacientes con el proceso y el entendimiento. Todo el mundo siempre quiere ver el resultado final, lo que está al final del túnel y no entienden muy bien lo que sucede desde el principio hasta el final y lo que hay entre medias. Entiendo eso y lo sé, pero lo que más he aprendido es la paciencia", reveló LeBron James durante el media day de la franquicia de Ohio. Un discurso muy alejado del que dio el día de su presentación en Miami, aquel "he venido para ganar no uno, no dos, no tres, sino muchos campeonatos".

Y no es para menos. El Rey ya conoce lo que son las altas expectativas, que te den por ganador por seguro y que al final caigas, criticado y en el umbral del abismo. Su primer año en Miami, junto a Bosh y Wade, fue así. Y el segundo, con más experiencia y tranquilidad, logró su objetivo: el anillo de la NBA. Fue un peso que se quitó de encima el nuevo 23 de los Cavaliers. Su juego, esa temporada y las posteriores, se hizo más fluido, más inteligente, dejó de lado la presión insistente de la historia y se dedicó a jugar un baloncesto de mucha calidad. Lo que le condujo al trofeo Larry O'Brian.

"Soy mucho más paciente de lo que era hace cuatro años. Ahora entiendo lo que se necesita para ganar un campeonato, que es lo más difícil que se puede aprender en una carrera. Soy un tipo cuyas expectativas siguen siendo elevadas porque creo en este equipo y lo que podemos llegar a hacer en última instancia. Pero también comprendo que no será fácil", continúo.

En el mismo sentido que LeBron se mueve su nuevo entrenador, el campeón de la pasada Euroliga con el Maccabi de Tel Aviv David Blatt. El técnico tiene entre sus manos uno de los mejores proyectos de los últimos años de la Liga y él será a la primera persona a la que todos mirarán si el equipo no funciona, él primero que tendrá que dar explicaciones cuando se entre en una racha negativa. Spoelstra sufrió lo indecible en su primera temporada en Miami, a pesar de llegar a las Finales de la NBA, y la situación de Blatt no va a ser muy diferente.

"Hay un montón de grandes nombres en el equipo... pero sé, por mis muchos años de experiencia en el baloncesto, que los nombres no juegan, que los equipos se hacen y que necesitan tiempo para desarrollarse, para encontrar su identidad, para establecerse y ver de qué están hechos. Nuestras metas son altas, no renunciamos a eso. ¿Significa que ganaremos el campeonato? No lo sé. No sé si es justo de hablar de ello ya".

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