OTAN: Descartan intimidación frente a extremistas

Newport, AP
Los jefes de estado de la OTAN debatieron el jueves si la alianza militar debe cumplir un papel para contener la amenaza creciente de los milicianos en Oriente Medio, en una cumbre en Gales que también abordó la crisis de Ucrania y los próximos pasos en Afganistán.


El presidente estadounidense Barack Obama y el primer ministro británico David Cameron declararon que sus países "no se dejarán intimidar" por los extremistas del Estado Islámico que se han declarado responsables del asesinato de dos periodistas estadounidenses. Pidieron a la OTAN que no se aísle frente a la amenaza.

"Los que quieren emplear un enfoque aislacionista no comprenden la naturaleza de la seguridad en el siglo XXI", escribieron Obama y Cameron en una columna bajo sus firmas en el diario londinense Times. "Los procesos en otras partes del mundo, particularmente en Irak y Siria, amenazan nuestra seguridad interior".

Obama, Cameron y decenas de gobernantes de la alianza atlántica se reunieron en un centro vacacional de golf en Gales, en una cumbre de dos días. Se preveía un compromiso para reforzar la fuerza de respuesta inmediata en el flanco oriental como disuasoria de una agresión rusa.

Varios asuntos centrales se abordaban al margen de la cumbre, donde se preveía que estadounidenses y británicos buscarían apoyo para una respuesta internacional a los milicianos del Estado Islámico en Irak y Siria.

A su arribo a la cumbre el jueves, el secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, dijo que la comunidad internacional "tiene la obligación de impedir un mayor avance del Estado Islámico", aunque señaló que la alianza no ha recibido pedidos de ayuda.

"Estoy seguro de que si el gobierno iraquí presentara un pedido de ayuda a la alianza, los aliados de la OTAN tomarían en consideración eso seriamente", dijo Rasmussen.

Obama se reunió con el rey jordano Abdalá II, un aliado crucial de Estados Unidos en Oriente Medio que se encuentra atrapado entre fuegos cruzados.

Los milicianos del Estado Islámico se han atribuido el asesinato de dos periodistas estadounidenses y han dado a conocer grotescos videos de sus decapitaciones. Tanto Estados Unidos como Gran Bretaña están muy preocupados sobre la potencial amenaza a sus territorios que pudieran representar los combatientes extranjeros que se han unido al Estado Islámico.

Cameron propuso el lunes nuevas leyes que otorgarían poderes a la policía para decomisar los pasaportes de británicos sospechosos de haber viajado al extranjero para combatir con grupos terroristas.

Estados Unidos comenzó a lanzar ataques aéreos contra objetivos del Estado Islámico en Irak el mes pasado, y tanto estadounidenses como británicos han estado arrojando ayuda humanitaria a grupos minoritarios sitiados en territorio iraquí. Cameron dijo que no ha descartado sumarse a los bombardeos ordenados por Washington, pero agregó que la prioridad era apoyar a quienes de antemano enfrentan a los extremistas en tierra.

"Necesitamos mostrar verdadera resolución y determinación, necesitamos usar todo poder y todo en nuestro armamento con nuestros aliados —con quienes están en tierra— para asegurarnos de que hacemos todo lo que podemos para acabar con esta terrible organización", indicó Cameron a la cadena británica ITV.

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