Mundial de baloncesto: Paliza de EEUU a ritmo de entrenamiento
Bilbao, As
El rodaje de Bilbao cubrió el capítulo cuarto del Mundial para Estados Unidos con una paliza que tuvo muchos minutos de ritmo de entrenamiento y una fase con un vago aroma a All Star en la que la República Dominicana bajó las brazos, se puso a pensar en la última jornada y encajó un 0-22 (hasta el 52-92) a ritmo de contras supersónicas y una buena galería de mates que animó un partido en el que la paliza habría sido antológica si no hubiera mediado el sesteo estadounidense del principio (22-25 el primer cuarto) y el final (19-25 el último).
Los dominicanos jugaron sin Francisco García y sus 21 puntos por partido (quinto del torneo). El alero NBA terminó el partido ante Finlandia con un tobillo tronchado, así que se reservó para el decisivo cierre de grupo ante Turquía. Sus opciones van del segundo puesto a la eliminación, que llegaría con su derrota y las de Ucrania y Nueva Zelanda ante Estados Unidos y Finlandia. Suena a que más le vale ganar, así que el partido ante Estados Unidos fue un trance que se quitó de en medio como buenamente pudo y sin quedarse finalmente muy lejos del 105-62 que encajó en el Madison el 20 de agosto.
Estados Unidos se limitó a ir cogiendo ritmo de crucero, de la pereza inicial al gobierno dictatorial del tramo central del partido. 66 puntos en la zona, 8 tapones, 16 robos… correr, correr y correr... Y dosificar minutos: sólo Irving se fue por encima de los 23 para desgracia de un Stephen Curry que pudo haber puesto cerco al primer triple-doble del torneo: 8 puntos, 6 rebotes y 7 asistencias en poco más de medio partido. El resto lo vio en el banquillo junto a Harden y esa pareja interior que hace en un visto y no visto lo que casi todos los demás en partidos completos: Kenneth Faried (16 puntos, 6 rebotes en 17 minutos) y Anthony Davis (10, 7 y 5 tapones en 20).
Las grandes incógnitas en el camino hacia la hora de la verdad siguen siendo la inestabilidad del tiro exterior (6/21 en triples esta vez) y los enredos de un Derrick Rose que sólo estuvo cómodo con el partido completamente roto y el balón yendo de lado a lado de la pista sin casi tocar el suelo. El día era para los secundarios y estos cumplieron: correcto Gay, dominante Cousins (23 de valoración en 11 minutos) y mucho más entonados que en partidos anteriores DeRozan y Drummond. A Estados Unidos le queda Ucrania para terminar una primera fase que ha sido en realidad la última de su preparación. A la República Dominicana, una final peliaguda ante Turquía para seguir con vida. Objetivos distintos, mundos distintos.
El rodaje de Bilbao cubrió el capítulo cuarto del Mundial para Estados Unidos con una paliza que tuvo muchos minutos de ritmo de entrenamiento y una fase con un vago aroma a All Star en la que la República Dominicana bajó las brazos, se puso a pensar en la última jornada y encajó un 0-22 (hasta el 52-92) a ritmo de contras supersónicas y una buena galería de mates que animó un partido en el que la paliza habría sido antológica si no hubiera mediado el sesteo estadounidense del principio (22-25 el primer cuarto) y el final (19-25 el último).
Los dominicanos jugaron sin Francisco García y sus 21 puntos por partido (quinto del torneo). El alero NBA terminó el partido ante Finlandia con un tobillo tronchado, así que se reservó para el decisivo cierre de grupo ante Turquía. Sus opciones van del segundo puesto a la eliminación, que llegaría con su derrota y las de Ucrania y Nueva Zelanda ante Estados Unidos y Finlandia. Suena a que más le vale ganar, así que el partido ante Estados Unidos fue un trance que se quitó de en medio como buenamente pudo y sin quedarse finalmente muy lejos del 105-62 que encajó en el Madison el 20 de agosto.
Estados Unidos se limitó a ir cogiendo ritmo de crucero, de la pereza inicial al gobierno dictatorial del tramo central del partido. 66 puntos en la zona, 8 tapones, 16 robos… correr, correr y correr... Y dosificar minutos: sólo Irving se fue por encima de los 23 para desgracia de un Stephen Curry que pudo haber puesto cerco al primer triple-doble del torneo: 8 puntos, 6 rebotes y 7 asistencias en poco más de medio partido. El resto lo vio en el banquillo junto a Harden y esa pareja interior que hace en un visto y no visto lo que casi todos los demás en partidos completos: Kenneth Faried (16 puntos, 6 rebotes en 17 minutos) y Anthony Davis (10, 7 y 5 tapones en 20).
Las grandes incógnitas en el camino hacia la hora de la verdad siguen siendo la inestabilidad del tiro exterior (6/21 en triples esta vez) y los enredos de un Derrick Rose que sólo estuvo cómodo con el partido completamente roto y el balón yendo de lado a lado de la pista sin casi tocar el suelo. El día era para los secundarios y estos cumplieron: correcto Gay, dominante Cousins (23 de valoración en 11 minutos) y mucho más entonados que en partidos anteriores DeRozan y Drummond. A Estados Unidos le queda Ucrania para terminar una primera fase que ha sido en realidad la última de su preparación. A la República Dominicana, una final peliaguda ante Turquía para seguir con vida. Objetivos distintos, mundos distintos.