Moscú ahoga el disenso mientras los soldados vuelven en ataúdes

Moscú, Reuters
A fines del mes pasado, Yelena Tumanova recibió el cuerpo de su hijo en un ataúd en su hogar en la región occidental del Volga. Anton Tumanov tenía 20 años y era un soldado que servía en el ejército ruso en el Cáucaso Norte, en la región de Chechenia.


Los documentos que le entregaron a Yelena Tumanova tenían más preguntas que respuestas sobre cómo murió su hijo y sobre los desmentidos del Gobierno sobre la presencia de tropas en Ucrania.

Los registros no informan dónde murió Anton Tumanov, dijeron activistas de derechos humanos, bajo condición de anonimato, tras hablar con la madre del soldado.

"Los documentos médicos dicen que hay herida de metralla y que murió por desangramiento, pero no indican como pasó", dijo Sergei Krivenko, quien encabeza la comisión de asuntos militares del consejo presidencial de derechos humanos de Rusia.

Yelena Tumanova no pudo ser contactada para obtener sus comentarios y Reuters no pudo revisar los documentos.

Pero más de una decena de soldados en la unidad de Tumanov le dijeron a Krivenko y a Ella Polyakova, otra integrante del consejo presidencial de derechos humanos, que murió el 13 de agosto en una batalla cerca de la ciudad de ucraniana de Snizhné.

En la batalla, dijeron los soldados, murieron más de 100 efectivos rusos de la unidad militar 27777 de la 18 brigada motorizada de fusileros, que tiene su sede fuera de Grozni, la capital chechena.

Rolan, de 23 años, un camarada de Tumanov, dijo a Reuters que su compañero había muerto en la mesa de operaciones luego de que recibió metralla de cohetes. Rolan añadió que él estaba a unos pasos en un vehículo blindado de transporte cuando cayeron los misiles y que dos de su grupo murieron, incluido otro soldado de nombre Robert.

"Estaba dentro del vehículo blindado de transporte, las escotillas estaban abiertas y como resultado quedé levemente aturdido y en estado de shock", dijo Rolan.

"Robert y Anton estaban dos o tres pasos fuera y simplemente no consiguieron esconderse. Robert murió ahí mismo. Le dimos primeros auxilios a Anton. Estaba ya en la mesa operaciones cuando murió", dijo Rolan, en su casa en la región de Krasnodar en Rusia, donde se recupera de una herida.

Trabajadores en organismos de derechos humanos y del Ejército dijeron que otros 15 soldados rusos han muerto en Ucrania y que cientos están en hospitales.

El hecho de que soldados rusos hayan muerto en una guerra en que el país no está involucrado oficialmente supone un problema para Moscú.

Los comentarios sobre jóvenes soldados volviendo a casa en ataúdes han comenzado a esparcirse en las últimas semanas. Si bien aún son limitados, los rumores rememoran a otras guerras rusas como las de Chechenia y Afganistán.

El presidente ucraniano Petro Poroshenko dijo esta semana que Rusia había trasladado la mayor parte de sus fuerzas tras la frontera a territorio ruso, luego de un cese del fuego entre Kiev y los separatistas de las provincias de Donetsk y Lugansk. Sin embargo, un oficial militar de la OTAN dijo el jueves que 1.000 efectivos rusos aún están en el país.

La idea de una invasión abierta del este de Ucrania es muy impopular en Rusia.

Un sondeo de la encuestadora Fondo de Opiniones Sociales, favorable al Kremlin, dice que 57 por ciento de los rusos apoyan a los separatistas de Donetsk y Lugansk, pero que sólo un 5 por ciento respalda la invasión de territorio ucraniano.

Las autoridades rusas han actuado para silenciar sistemáticamente a los trabajadores de organismos de derechos humanos que se quejan por las muertes de soldados, intimidando a quienes cuestionan las negativas del Kremlin de que tiene soldados en Ucrania.

Krivenko y Polyakova, quien también encabeza una organización que representa a madres de soldados en San Petersburgo, realizó una petición el 25 de agosto pidiendo a investigadores rusos una explicación por las muertes en Snizhné.

Hasta ahora no ha tenido noticias. Pero tan pronto como entregó la solicitud al Comité Investigador, un organismo que sólo responde al presidente Vladimir Putin, se le dijo a Polyakova que su organización, que existe desde el quiebre de la Unión Soviética en 1991, había sido calificada como "agente extranjero".

El término, que Putin trajo en 2012 para separar a las organizaciones no gubernamentales que reciben financiamiento extranjero de las que no, no conlleva reales medidas de castigo, pero se usa a menudo para desacreditar a críticos del Kremlin.

Polyakova dice que está en conflicto con las autoridades por su posición frente a la anexión de Crimea. Ella cree que las autoridades la etiquetaron como "agente extranjero" por su petición y una entrevista del 28 de agosto con Reuters en la que por primera vez acusó que Moscú estaba encubriendo la muerte de soldados rusos.

"Está todo ligado. Esta fue la última gota, por así decirlo", añadió.

SIRVIENDO EN UCRANIAOficialmente no hay soldados rusos en Ucrania. Sin embargo, Kiev dice que tropas rusas han ayudado en recientes semanas a separatistas a revertir el curso del conflicto, empujando a las fuerzas ucranianas desde la frontera con Rusia y permitiendo que los separatistas recuperaran acceso al mar.

Reuters pudo encontrar a gente que sabe de cientos de soldados heridos en Ucrania o cuyos parientes están peleando en Ucrania, estableciendo el más amplio panorama de las bajas rusas en combate.

Un doctor militar dijo a Reuters que cientos de soldados rusos heridos en combates en el este de Ucrania están ahora en hospitales de las regiones de Moscú, San Petersburgo y Rostov, que tiene frontera con Ucrania.

"Generalmente los llevan (a los heridos) a Rostov y a Moscú", dijo.

Sergei Kozlov, un especialista de tecnologías de información de Moscú, dijo que su sobrino Nikolai, un paracaidista destinado a Uliánovsk, fue enviado a Ucrania el 24 de agosto. Fue alcanzado por un proyectil tras cruzar la frontera, dijo, y perdió su pierna.

"El fue operado en la provincia de Rostov y luego fue traído a Moscú porque no había más espacio allá. Pero incluso ahora no hay espacio en los hospitales de Moscú o en San Petersburgo, porque todos están llenos con gente herida en Ucrania", dijo Sergei Kozlov por teléfono. No fue posible contactar a Nikolai, quien según dijo Sergei sigue hospitalizado.

Un conductor de un taxi en Moscú que se identificó como Vitaly dijo que su hijo también fue enviado a Ucrania. El tenía una fotografía en el tablero de su vehículo de un joven de 20 años sonriendo sobre un transporte blindado.

Vitaly dice que está furioso de que su hijo -un paracaidista destinado en Pskov, cerca de Estonia- haya sido enviado a Ucrania a luchar por los rebeldes.

"Ellos lo enviaron allí ilegalmente para luchar por los rebeldes hace dos semanas. El dice que regresará el 20 de noviembre. Estoy contando los días", declaró.

Vitaly dice que los oficiales intentaron obligar a su hijo -que cumple con el servicio militar obligatorio- a cambiar su situación a soldado contratado, lo que le podría permitir combatir de forma legal en el exterior. Los conscriptos están exentos de servir en el extranjero.

Su hijo se negó a firmar, pero los oficiales lo enviaron a Ucrania de todas formas.

"Ellos lo vistieron como a un rebelde, de manera que nadie supiera que era un soldado ruso, y lo mandaron", dijo Vitaly.

Rolan, el soldado que combatió junto a Tumanov en Snizhné, dice que pasó 10 días combatiendo en Ucrania a mediados de agosto. De regreso en casa, en la región de Krasnodar, dijo que sus comandantes le ofrecieron a los soldados la opción de ir a Ucrania.

Los hombres podían negarse, pero los comandantes apoyaban mucho a quienes accedían a ir. Rolan fue, dijo, por su juramento militar y para proteger a la gente de habla rusa frente a las fuerzas ucranianas, a las que frecuentemente se las califica como fascistas en Rusia. Su unidad le dio permiso de ausentarse con goce de sueldo para que realizara el viaje.

"(Yo quería) expulsar a los neonazis y fascistas hacia el campo o eliminarlos y liberar a la población de habla rusa de este mal", declaró.

Dijo que cruzó a Ucrania en un camión sin matrículas.

"En el lado ucraniano de la frontera, los rebeldes nos recibieron y nos guiaron. De hecho no hay frontera, sólo un campo de girasoles. Rusia está a un lado de él y al otro ya no hay Rusia", comentó.

"SIN RELACIÓN CON LA REALIDAD"

El medio independiente de prensa ruso Dozhd ha intentado llevar una lista de los soldados rusos heridos, detenidos o muertos en Ucrania.

Pero se desconoce la cifra de soldados rusos que sirven en el bando de los rebeldes afines a Moscú contra los soldados ucranianos.

El Ministerio de Defensa de Rusia negó firmemente los reportes de que unidades militares rusas están operando en Ucrania.

"Nosotros hemos notado el lanzamiento de estos 'embustes' informativos y estamos obligados a decepcionar a sus autores en el exterior y sus pocos defensores en Rusia", dijo el mayor general Igor Konashenkov, funcionario del Ministerio, a la agencia de noticias Interfax.

"La información contenida en este material no tiene relación con la realidad", agregó.

Una página de Facebook llamada "Cargo 200", el término soviético para los cadáveres de militares que son enviados a casa desde una guerra, también está intentando protestar por el uso de tropas rusas en Ucrania y conectar a los soldados con sus padres para ayudarlos a entender de mejor manera cómo murieron sus hijos.

Yelena Vasilyeva, quien ayuda a organizar el grupo, culpó a los Servicios Federales de Seguridad de Rusia, la agencia sucesora de la KGB soviética, por ataques informáticos.

"Nuestro grupo sufre de ataques, posiblemente de parte de los Servicios Federales de Seguridad, desde el 20 de agosto. En el sitio han estado ocurriendo durante cinco días", sostuvo.

Krivenko, del consejo presidencial de Derechos Humanos, dijo que la negativa de Rusia a la hora de admitir que sus soldados están en Ucrania es parte de una larga tradición de ocultar las actividades militares o restarles importancia, como ocurrió durante la primera guerra en Chechenia.

"Cuando comenzó la guerra en Chechenia, también partió sin una declaración de guerra. Y los soldados rusos participaron en secreto hasta que las tropas fueron enviadas oficialmente en noviembre de 1994. Hasta entonces, ellos se sacaron sus uniformes y entraron en el conflicto como voluntarios", dijo Krivenko en su oficina en el grupo de derechos humanos Memorial de Moscú.

"Todos entendían que había una guerra en desarrollo allí, pero todos trataron de ocultarlo de cualquier manera posible", dijo.

CUBRIENDO INDICIOS

Activistas en favor de los Derechos Humanos y sus abogados dicen que la mayor diferencia entre la primera guerra en Chechenia en la década de 1990 y ahora es que las autoridades rusas han mejorado a la hora de frenar la información que no les gusta.

En la ciudad rusa de Pskov, al noroeste del país, periodistas fueron alejados de un cementerio a fines de agosto en donde, según versiones en las redes sociales, dos soldados paracaidistas rusos muertos en Ucrania fueron sepultados en secreto.

El 21 de agosto, el periodista ucraniano Roman Bochkala publicó en su página de Facebook lo que dijo que eran fotografías de documentos rusos recuperados después de que las tropas ucranianas se enfrentaron con una columna blindada de rebeldes afines a Moscú cerca del pueblo de Heorhiivka, en el este de Ucrania.

Las fotografías muestran un pasaporte con el nombre de un hombre de 21 años llamado Nikolai Krygin emitido en la región de Pskov. También había un certificado de seguro, emitido en Pskov, y una copia del libro de reglas militares de las tropas paracaidistas rusas. Reuters no pudo contactar a Krygin.

Pskov es la ciudad donde está situada la División 76 de las Tropas de Paracaidistas Rusos. Su base está a unos pocos kilómetros del cementerio.

Un político ruso dijo a Reuters que fue duramente golpeado por atacantes desconocidos después de que difundió los funerales de los paracaidistas en Pskov.

"Ahora existe una sociedad civil más débil. Ahora todo el sistema está cerrado. En un sistema cerrado, lo que ocurre cubre a todo el sistema, investigadores, médicos", dijo Polyakova.

Vitaly Cherkasov, abogado especialista en Derechos Humanos, dijo que las autoridades están usando amenazas y castigos administrativos, como la situación de "agente extranjero", para impedir que la gente hable. Pero incluso con esa presión, la información se ha propagado.

Yulia Ganiyeva, de 22 años, recibió un llamado telefónico de un oficial anónimo el 4 de septiembre en el que le informaron de la muerte de su prometido Alexei Zasov, también de 22 años, quien servía en la brigada 31 de paracaidistas en Uliánovsk, el pueblo natal de Vladimir Lenin junto al río Volga.

"Ellos dijeron oficialmente que había muerto en territorio ruso, pero la verdad es que murió en Ucrania", declaró.

"Yo estuve en contacto con soldados que sirvieron junto a él. Ellos me dijeron que murió en Ucrania", agregó.

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