Morales deplora que Agenda de 13 Puntos con Chile haya sido en vano
Nueva York, ABI
El presidente de Bolivia, Evo Morales, deploró el miércoles en Nueva York que la Agenda de los 13 puntos, que impulsó, con su par chilena Michelle Bachelet entre 2006 y 2010, diera finalmente por traste.
"Difícil decir si Bachelet nos decepcionó pero la Agenda de los 13 puntos fue en vano", señaló en declaraciones a la cadena estadounidense CNN, donde fue entrevistado a primera hora del día.
La Agenda de los 13 Puntos se percibió como el mayor acercamiento entre dos países vecinos históricamente distanciados que actualmente libran un juicio en la Corte Internacional de Justicia (CIJ) en La Haya.
La Agenda de los 13 Puntos (que el sucesor de Bachelet, Sebastián Piñera (2010-14) desaceleró hasta que el gobierno de Morales, fatigado tras un lustro de conversaciones estériles, Bolivia plantó en 2013 el juicio en la CIJ) incorporó, por primera vez en la relación bilateral con Chile, la centenaria demanda marítima boliviana.
Bolivia recurrió a la CIJ para que Chile se siente a negociar de buena fe y con efectos vinculantes la concesión de una salida al mar Pacífico, que resignó en 1879 tras la ocupación militar chilena a su entonces puerto de Antofagasta.
Bolivia perdió en ese episodio 400 km lineales de costa y 120.000 km2 de territorios.
Sin perjuicio del juicio, Morales se dijo dispuesto a conversar con su colega Bachelet que ha vuelto a gobernar Chile tras el mandato cuatrienal de Piñera.
"El diálogo con Chile no está cerrado, tengo mucha confianza en el diálogo", afirmó Morales consultado al respecto por los periodistas del privado emporio estadounidense de televisión.
Bolivia, que pretende una franja soberana en el litoral Pacífico, con conexión geográfica a su territorio, en el corazón de Sudamérica, viene de presentar a la CIJ la memoria de su reivindicación marítima.
Por su parte Chile, que en sujeción al procedimiento de la CIJ debería haber presentado en marzo que viene su contramemoria, se inclinó por una digresión e impugnó la competencia de la CIJ en el asunto.
Mientras la CIJ estudia la observación chilena, que podría rechazarla o declararla procedente, ambos países han desatado sendas campañas de información en terreno ante la comunidad internacional.
El presidente de Bolivia, Evo Morales, deploró el miércoles en Nueva York que la Agenda de los 13 puntos, que impulsó, con su par chilena Michelle Bachelet entre 2006 y 2010, diera finalmente por traste.
"Difícil decir si Bachelet nos decepcionó pero la Agenda de los 13 puntos fue en vano", señaló en declaraciones a la cadena estadounidense CNN, donde fue entrevistado a primera hora del día.
La Agenda de los 13 Puntos se percibió como el mayor acercamiento entre dos países vecinos históricamente distanciados que actualmente libran un juicio en la Corte Internacional de Justicia (CIJ) en La Haya.
La Agenda de los 13 Puntos (que el sucesor de Bachelet, Sebastián Piñera (2010-14) desaceleró hasta que el gobierno de Morales, fatigado tras un lustro de conversaciones estériles, Bolivia plantó en 2013 el juicio en la CIJ) incorporó, por primera vez en la relación bilateral con Chile, la centenaria demanda marítima boliviana.
Bolivia recurrió a la CIJ para que Chile se siente a negociar de buena fe y con efectos vinculantes la concesión de una salida al mar Pacífico, que resignó en 1879 tras la ocupación militar chilena a su entonces puerto de Antofagasta.
Bolivia perdió en ese episodio 400 km lineales de costa y 120.000 km2 de territorios.
Sin perjuicio del juicio, Morales se dijo dispuesto a conversar con su colega Bachelet que ha vuelto a gobernar Chile tras el mandato cuatrienal de Piñera.
"El diálogo con Chile no está cerrado, tengo mucha confianza en el diálogo", afirmó Morales consultado al respecto por los periodistas del privado emporio estadounidense de televisión.
Bolivia, que pretende una franja soberana en el litoral Pacífico, con conexión geográfica a su territorio, en el corazón de Sudamérica, viene de presentar a la CIJ la memoria de su reivindicación marítima.
Por su parte Chile, que en sujeción al procedimiento de la CIJ debería haber presentado en marzo que viene su contramemoria, se inclinó por una digresión e impugnó la competencia de la CIJ en el asunto.
Mientras la CIJ estudia la observación chilena, que podría rechazarla o declararla procedente, ambos países han desatado sendas campañas de información en terreno ante la comunidad internacional.