India está a punto de estrenarse en Marte con una sonda espacial

El país aspira a convertirse en la cuarta potencia capaz de operar en el planeta rojo
La nave ‘Maven’, de la NASA, se pone en órbita allí tres días antes

Alicia Rivera
Madrid, El País
La flotilla de sondas espaciales desplegada en Marte está a punto de incorporar dos nuevas naves que llegarán en los próximos días: una de ellas, la Mars Orbiter Mission (MOM), es la primera nave india de exploración interplanetaria con destino al planeta rojo y está previsto que se ponga en órbita allí el próximo 24 de septiembre. La otra es de la NASA, la Maven, y llegará unos días antes, el 21, tras recorrer 711 millones de kilómetros desde que partió de la Tierra. Las dos fueron lanzadas en noviembre del año pasado, aprovechando las posiciones planetarias favorables de viaje con la mínima energía desde la Tierra a Marte, oportunidad que se da cada dos años aproximadamente. La MOM está concebida por India fundamentalmente como un ensayo de tecnologías necesarias para los viajes interplanetarios; la Maven es una misión de bajo coste de la agencia estadounidense específicamente diseñada para estudiar la atmósfera y el pasado climático del planeta vecino.


India, que ya se ha estrenado con éxito en la Luna, quiere cumplir ahora el que parece ser el lógico siguiente paso, Marte, adelantándose así a su rival asiático, el gigante chino. Si la MOM se pone en órbita con éxito, India se convertirá en la cuarta potencia espacial capaz de operar en el planeta vecino, tras la extinta Unión Soviética, Estados Unidos y Europa.

“Uno de los objetivos principales de la primera misión de India en Marte es el desarrollo de tecnologías que se requieren para diseñar, planear, gestionar y operar una misión interplanetaria”, explica la Organización India de Investigación Espacial (ISRO), responsable de la MOM. Así, con la llegada al planeta rojo, se han cumplido parte de los objetivos, incluido el viaje. Si todo va bien en la puesta en órbita, dentro de diez días, tomarán protagonismo, además, los objetivos científicos de la sonda: “Exploración de los rasgos de la superficie marciana, la morfología, la topografía y la atmósfera marcianas”, resume la ISRO. Para ello, lleva dos cámaras (una de color y otra térmica), dos sensores de composición atmosférica y un analizador heredado del que llevó la misión india en la Luna Chandrayaan-1.

La MOM, apodada Mangalyaan, (en sánscrito significa nave de Marte), es un artefacto de 1.300 kilos en el lanzamiento y con forma de cubo de 1,5 metros de lado; partió con un cohete PSLV-XL, también indio, desde el Centro Espacial Satish Dhawan, en Sriharikota. El coste de la misión ronda los 60 millones de euros y está previsto que funcione en el planeta vecino entre seis y diez meses.

La NASA, en su programa de exploración marciano relanzado a finales de los noventa, ha ido aprovechando desde entonces prácticamente todas las oportunidades de viaje al planeta rojo en condiciones energéticas favorables (las próximas serán en enero de 2016 y en mayo de 2018). La misión elegida para la ocasión de 2013, la Maven, es de bajo coste (518 millones de euros) en comparación, por ejemplo, con los 1.900 millones de euros del Curiosity.

“El objetivo de la Maven es trabajar en órbita de Marte para explorar cómo el Sol pudo haber arrancado la mayor parte de la atmósfera de ese planeta convirtiendo lo que pudo haber sido en el pasado un mundo habitable para la vida microbiana en un desierto frío y yermo”, explica la NASA. “Somos la primera misión dedicada a observar la alta atmósfera de Marte y cómo ésta interactúa con el Sol y el viento solar”, recalca Bruce Jakosky, investigador principal de la misión. “Obtendremos una nueva perspectiva del planeta y la evolución de su clima, del agua líquida allí y de su habitabilidad”, añade. “Lo que queremos, en última instancia, es saber dónde se fue la atmósfera, especialmente el agua, cómo escapó y cómo ha sido Marte a lo largo de su historia”, añade el investigador Jasper Halekas.

Para cumplir esos objetivos todo tiene que funcionar bien en la maniobra de puesta en órbita el próximo 21 de septiembre, encendiéndose los motores de la sonda (en el sentido de la marcha) durante algo más de media hora, de manera que pierda velocidad y pueda ser capturada gravitacionalmente por el planeta rojo. La Maven, con seis instrumentos científicos a bordo y 900 kilos de masa, debe colocarse, para su fase de trabajo, en una órbita muy elíptica en la que se acerque a la superficie de Marte hasta 150 kilómetros (acercándose en algunas maniobras hasta 125 kilómetros) y alejándose hasta 6.300 kilómetros y poder observar así el planeta y su tenue envoltura gaseosa en conjunto. Es una misión del Centro de Vuelos Espaciales Goddard de la NASA.

Entradas populares