Hollande aboga por no ser "espectadores" frente a la amenaza terrorista
Nueva York, EP
El presidente de Francia, François Hollande, se ha subido este miércoles al estrado de la Asamblea General de Naciones Unidas poco después de que un grupo islamista argelino difundiese el vídeo de la decapitación de un rehén galo y ha abogado por no ser "espectadores" frente a este tipo de barbaries.
Hollande ha comenzado su discurso reconociendo la "emoción" que le embargaba por lo sucedido. "Uno de mis compatriotas acaba de ser cobardemente asesinado. Es un momento triste el que vivo en nombre de Francia, pero también es un momento de responsabilidad", ha advertido el mandatario.
En este sentido, Hollande ha puesto la decapitación de Hervé Gourdel a manos de Soldados del Califato --grupo vinculado al Estado Islámico-- como ejemplo de "lo que hace el terrorismo", que afecta tanto a Francia como a los propios musulmanes.
Frente a esta amenaza, "¿Vamos a ser actores o espectadores?", ha preguntado el mandatario francés, que acto seguido ha advertido de los riesgos de no actuar y de permitir que los grupos radicales continúen su "reclutamiento" y "adoctrinamiento".
Hollande ha dicho que la "acción militar" es necesaria, pero también ha marcado límites. Sin aludir a los bombardeos sobre Irak y Siria, ha subrayado que "la lucha contra el terrorismo" debe llevarse a cabo con "respeto al Derecho y a la soberanía de los estados" y de acuerdo a los "principios" de la Carta de Naciones Unidas.
Francia ha perpetrado bombardeos contra el Estado Islámico en Irak y ha entregado armamento a las fuerzas locales, pero no se ha sumado a los ataques aéreos liderados por Estados Unidos en la vecina Siria.
En relación precisamente al conflicto de Siria, Hollande ha insistido en que la oposición es el "único representante legítimo" de ese país y ha aclarado que París no cambiará de postura. El presidente francés considera al régimen de Bashar al Assad "cómplice" del sufrimiento de su pueblo y ha recordado que "200.000 personas" han muerto en la guerra iniciada en marzo de 2011.
El presidente de Francia, François Hollande, se ha subido este miércoles al estrado de la Asamblea General de Naciones Unidas poco después de que un grupo islamista argelino difundiese el vídeo de la decapitación de un rehén galo y ha abogado por no ser "espectadores" frente a este tipo de barbaries.
Hollande ha comenzado su discurso reconociendo la "emoción" que le embargaba por lo sucedido. "Uno de mis compatriotas acaba de ser cobardemente asesinado. Es un momento triste el que vivo en nombre de Francia, pero también es un momento de responsabilidad", ha advertido el mandatario.
En este sentido, Hollande ha puesto la decapitación de Hervé Gourdel a manos de Soldados del Califato --grupo vinculado al Estado Islámico-- como ejemplo de "lo que hace el terrorismo", que afecta tanto a Francia como a los propios musulmanes.
Frente a esta amenaza, "¿Vamos a ser actores o espectadores?", ha preguntado el mandatario francés, que acto seguido ha advertido de los riesgos de no actuar y de permitir que los grupos radicales continúen su "reclutamiento" y "adoctrinamiento".
Hollande ha dicho que la "acción militar" es necesaria, pero también ha marcado límites. Sin aludir a los bombardeos sobre Irak y Siria, ha subrayado que "la lucha contra el terrorismo" debe llevarse a cabo con "respeto al Derecho y a la soberanía de los estados" y de acuerdo a los "principios" de la Carta de Naciones Unidas.
Francia ha perpetrado bombardeos contra el Estado Islámico en Irak y ha entregado armamento a las fuerzas locales, pero no se ha sumado a los ataques aéreos liderados por Estados Unidos en la vecina Siria.
En relación precisamente al conflicto de Siria, Hollande ha insistido en que la oposición es el "único representante legítimo" de ese país y ha aclarado que París no cambiará de postura. El presidente francés considera al régimen de Bashar al Assad "cómplice" del sufrimiento de su pueblo y ha recordado que "200.000 personas" han muerto en la guerra iniciada en marzo de 2011.