Experto: Remolcador hundido de la Armada tenía exceso de peso
La Paz, Radio Fides
El experto en tecnología militar Samuel Montaño, explicó a “Acoso Texual” de Radio Fides que el naufragio del Remolcador TNR-12 de la Armada Boliviana que cobró la vida de dos personas en la hidrovía Paraguay-Paraná, deja muchas dudas, como por ejemplo la imprudencia de trasladar combustible y varias personas cuando la tripulación sólo deberían haber sido seis efectivos; la salida de equipo y personal militar al exterior del país sin aprobación del órgano legislativo y el exceso de peso.
“Es una barcaza militar, de una institución militar, con personal militar, además carga comercial y el Congreso de la Nación tuvo que haber tenido conocimiento de esto o debieron haberlo informado para el traspaso de personal militar y la nave a territorio extranjero”. “Lo que llama la atención es que una barcaza que transportaba combustible, llevaba además de la tripulación a 21 personas a bordo que significan entre 1.200 a 1.500 kilogramos extra de carga, es decir una tonelada y media más de carga y es una imprudencia porque estaban llevando carga inflamable”, advirtió.
Añadió que las explicaciones dadas por las autoridades castrenses en sentido de que el oleaje provocado por otra embarcación y el viento, serían los factores que provocaron el accidente, son poco creíbles.
“Es curioso porque esto significaría que si este tipo de remolcador va a tener este tipo de dificultades, por otros remolcadores u otras embarcaciones, tendríamos que pedir entonces que nadie navegue en el río, porque el remolcador va a tener que hacerlo sólo para evitar este tipo de oleajes, a mí me parece que lo que ha sucedido es que ha habido un exceso de carga que ha afectado la navegabilidad de la barcaza que estaba arrastrando y esta ha perdido el equilibrio al pasar otro navío, porque decir que el oleaje y el viento afectó, no es posible, sino a cada rato se estarían hundiendo barcazas, no tiene sentido lo que están declarando”, dijo el especialista.
Calculó que el accidente pasó muy rápido ya que ni siquiera dio tiempo de activar los dispositivos de alarma, pese a que el afluente tenía poca profundidad y corrientes tranquilas.
“Nosotros calculamos que esto ha ocurrido entre los 20 a 54 segundos, porque les ha dado tiempo solamente para saltar, ni siquiera para dar la voz de alarma a los que estaban dentro, porque dos personas en camarotes quiere decir que no han tenido tiempo, ni siquiera para llegar a la mitad de la cubierta y si hundió, y llama la atención que había un cadete que dicen que era el mejor de su curso y ¿cómo no ha podido nadar? Y la prueba más clara es la acción de los buzos de la Marina del Brasil y de Bolivia, que este es un río que no tiene mucha profundidad, ni fuertes corrientes, ni presión”, acotó Montaño.
El experto en tecnología militar Samuel Montaño, explicó a “Acoso Texual” de Radio Fides que el naufragio del Remolcador TNR-12 de la Armada Boliviana que cobró la vida de dos personas en la hidrovía Paraguay-Paraná, deja muchas dudas, como por ejemplo la imprudencia de trasladar combustible y varias personas cuando la tripulación sólo deberían haber sido seis efectivos; la salida de equipo y personal militar al exterior del país sin aprobación del órgano legislativo y el exceso de peso.
“Es una barcaza militar, de una institución militar, con personal militar, además carga comercial y el Congreso de la Nación tuvo que haber tenido conocimiento de esto o debieron haberlo informado para el traspaso de personal militar y la nave a territorio extranjero”. “Lo que llama la atención es que una barcaza que transportaba combustible, llevaba además de la tripulación a 21 personas a bordo que significan entre 1.200 a 1.500 kilogramos extra de carga, es decir una tonelada y media más de carga y es una imprudencia porque estaban llevando carga inflamable”, advirtió.
Añadió que las explicaciones dadas por las autoridades castrenses en sentido de que el oleaje provocado por otra embarcación y el viento, serían los factores que provocaron el accidente, son poco creíbles.
“Es curioso porque esto significaría que si este tipo de remolcador va a tener este tipo de dificultades, por otros remolcadores u otras embarcaciones, tendríamos que pedir entonces que nadie navegue en el río, porque el remolcador va a tener que hacerlo sólo para evitar este tipo de oleajes, a mí me parece que lo que ha sucedido es que ha habido un exceso de carga que ha afectado la navegabilidad de la barcaza que estaba arrastrando y esta ha perdido el equilibrio al pasar otro navío, porque decir que el oleaje y el viento afectó, no es posible, sino a cada rato se estarían hundiendo barcazas, no tiene sentido lo que están declarando”, dijo el especialista.
Calculó que el accidente pasó muy rápido ya que ni siquiera dio tiempo de activar los dispositivos de alarma, pese a que el afluente tenía poca profundidad y corrientes tranquilas.
“Nosotros calculamos que esto ha ocurrido entre los 20 a 54 segundos, porque les ha dado tiempo solamente para saltar, ni siquiera para dar la voz de alarma a los que estaban dentro, porque dos personas en camarotes quiere decir que no han tenido tiempo, ni siquiera para llegar a la mitad de la cubierta y si hundió, y llama la atención que había un cadete que dicen que era el mejor de su curso y ¿cómo no ha podido nadar? Y la prueba más clara es la acción de los buzos de la Marina del Brasil y de Bolivia, que este es un río que no tiene mucha profundidad, ni fuertes corrientes, ni presión”, acotó Montaño.