Estado Islámico refuerza asedio a pueblo fronterizo sirio; más europeos se suman a alianza

Karaca, Reuters
Combatientes del Estado Islámico reforzaron su asedio contra un pueblo sirio en la frontera con Turquía el viernes pese a los ataques aéreos liderados por Estados Unidos, que tienen por objetivo derrotar a los militantes en Siria e Irak, en una coalición que logró un mayor apoyo europeo.


El aliado más cercano de Washington en las guerras de la última década se sumó a la alianza el viernes tras semanas de considerar las opciones: el Parlamento británico votó 542 a 43 en respaldo a la decisión del primer ministro David Cameron de unirse a los ataques en Irak.

El Parlamento belga también votó 114 a 2 el viernes para formar parte de la alianza y Dinamarca dijo que enviaría aviones.

"Esta no es una amenaza del otro lado del mundo. Si no se lo controla, enfrentaremos a un califato terrorista en las costas del Mediterráneo y en la frontera de un miembro de la OTAN, con una intención declarada y probada de atacar nuestro país y a nuestro pueblo", dijo Cameron a los legisladores británicos.

Hasta esta semana, Francia era el único país occidental en responder al llamado del presidente Barack Obama para sumarse a la campaña encabezada por Washington. Desde el lunes, se unieron Australia y Holanda. El viernes, Alemania expresó su apoyo a la misión pese a aclarar que no enviará ningún avión.

Obama buscó el apoyo internacional para formar una coalición militar que enfrente al Estado Islámico, una poderosa fuerza en Siria que arrasó con gran parte del norte de Irak en junio, asesinando a prisioneros y ordenando a chiíes y no musulmanes a convertirse al Islam o morir.

La campaña llevó a Washington de nuevo al campo de batalla en Irak, un país que había dejado en el 2011, y a Siria por primera vez tras evitar involucrarse en la guerra civil que comenzó ese año.

La coalición también incluye a varios estadios árabes, todos gobernados por musulmanes suníes alarmados por el avance del Estado Islámico.

El Estado Islámico ha surgido como el más poderoso grupo militante suní que lucha contra los gobiernos chiíes en Irak y Siria.

Sus combatientes también se enfrentan a grupos rebeldes suníes rivales en Siria y contra los kurdos tanto en Siria como en Irak, países sumidos en complejas guerras civiles.

El temor que genera es tal que varios líderes mundiales han advertido sobre la situación. El viernes, el primer ministro de Canadá, Stephen Harper, dijo que el grupo lanzará ataques en todo el mundo si no es frenado.

Canadá envió 70 asesores militares a Siria e Irak y aviones de carga han entregado armas a las fuerzas kurdas e iraquíes.

"TENEMOS MIEDO"

Tras un mes del comienzo de los ataques contra blancos del Estado Islámico en Irak, y cuatro días después de que Estados Unidos extendiera la campaña a Siria, hay señales de que los combatientes están cambiando de táctica en áreas que controlan para convertirse en blancos más difíciles.

El general Martin Dempsey, jefe del Estado Mayor Conjunto de Estados Unidos, dijo que los ataques de esta semana en Siria habían quebrado la capacidad de comando, control y logística del grupo extremista.

Pero la campaña aérea aún debe frenar el avance del grupo en Siria, donde combatientes sitiaron una localidad kurda en la frontera turca, lo que generó una ola de 140.000 refugiados desde la semana pasada que atravesaron la frontera, en el éxodo más veloz de los tres años y medio de guerra civil.

Algunos comandantes kurdos han dicho que la campaña aérea le dio un mayor ímpetu al avance militante al obligarlos a mover posiciones de vehículos blindados en ciudades y enviarlos al frente, donde los aviones occidentales aún no han atacado.

La batalla principal en el norte de Siria se podía ver desde la frontera con Turquía. Ruido de artillería y de ametralladoras sonaban en la zona y al menos dos proyectiles alcanzaron un viñedo en el lado turco, aunque no hubo reportes inmediatos de víctimas.

"Tenemos miedo. Tomamos el coche y nos vamos hoy", dijo el propietario del viñedo, Huseyin Turkmen, de 60 años, mientras sonaban pequeñas armas de fuego en las colinas sirias al sur.

Las fuerzas kurdas dijeron el jueves que habían frenado el avance sobre Kobani, pero pidieron que los ataques aéreos liderados por Estados Unidos apuntaran a los tanques de los insurgentes y al armamento pesado.

"Los enfrentamientos están dándose entre el este, oeste y sur de Kobani (...) Estas tres partes están activas", dijo por teléfono desde el centro de la ciudad Idris Nassan, viceministro de Relaciones Exteriores en el cantón de Kobani, de administración kurda.

La ubicación estratégica de Kobani ha impedido que los insurgentes suníes consoliden sus avances en el norte de Siria. El grupo intentó tomar la ciudad en julio pero fue repelido por las fuerzas locales respaldadas por combatientes kurdos de Turquía.

"Están intentando llegar a Kobani. Hay una resistencia aquí de YPG, de Kobani y de algunos voluntarios del norte del Kurdistán", agregó Nassan.

"Cada niña, cada joven, cada hombre que puede luchar, portar un arma, están armados y listos para defenderse y luchar", afirmó.

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