El Papa clama contra una tercera Guerra Mundial de “crímenes y masacres”
Francisco critica la indiferencia ante los conflictos bélicos
El pontífice pronuncia una homilía en memoria de los caídos en la contienda de 1914
Ciudad del Vaticano, El País
El papa Francisco advirtió este sábado contra una tercera Guerra Mundial "por partes" que se traduce en "crímenes, masacres y destrucciones", e invocó la paz para detener la "locura" bélica en diferentes puntos del mundo. El pontífice clamó contra la indiferencia ante "la masacre inútil" de las guerras durante la homilía que pronunció en el cementerio militar de Fogliano Redipuglia, al que acudió para recordar a los caídos de la Primera Guerra Mundial, con motivo de su centenario, y a los damnificados por todos los conflictos bélicos.
"Hoy, tras el segundo fracaso de una guerra mundial, quizás se puede hablar de una tercera guerra combatida por partes, con crímenes, masacres, destrucciones", aseveró. Francisco indicó que la guerra es "una locura" que crece destruyendo y trastornándolo todo, hasta la relación entre hermanos y "lo más hermoso que Dios ha creado", el ser humano.
También lamentó la cantidad de víctimas de estos conflictos porque "en la sombra" convergen "intereses, estrategias geopolíticas y codicia de dinero y de poder", que a menudo encuentran justificación en la ideología. En concreto, criticó a la industria armamentística -"que parece ser tan importante"-, a la que tildó junto al resto de factores de "planificadores del terror" y de "organizadores del desencuentro".
El Papa también hizo un alegato contra la indiferencia ante este escenario de conflictos y pidió una reacción contra el belicismo porque "la humanidad tiene necesidad de llorar, y esta es la hora del llanto". En el mayor monumento militar italiano dedicado a los soldados muertos en la Primera Guerra Mundial, el Papa ha repetido en varias ocasiones la frase “'a mí qué me importa” para denunciar la indiferencia ante las guerras.
Fogliano Redipuglia es una localidad del nordeste de Italia cercana a la frontera con Eslovenia en la que se situó uno de los frentes más encarnizados de la Primera Guerra Mundial. En este municipio se encuentran dos cementerios en los que yacen combatientes del imperio austrohúngaro y de Italia.
La intención del Papa fue la de invocar la paz y orar por los caídos en todos los conflictos bélicos por lo que, de manera simbólica, visitó en una visita pastoral de apenas cinco horas ambos camposantos con el fin de honrar a los caídos de todos los bandos.
En el cementerio de Redipuglia celebró una misa en una colosal grada de piedra coronada por tres cruces mandada construir por Benito Mussolini en 1938 y que hoy en día constituye el mayor monumento a los caídos de guerra de todo el país.
El pontífice pronuncia una homilía en memoria de los caídos en la contienda de 1914
Ciudad del Vaticano, El País
El papa Francisco advirtió este sábado contra una tercera Guerra Mundial "por partes" que se traduce en "crímenes, masacres y destrucciones", e invocó la paz para detener la "locura" bélica en diferentes puntos del mundo. El pontífice clamó contra la indiferencia ante "la masacre inútil" de las guerras durante la homilía que pronunció en el cementerio militar de Fogliano Redipuglia, al que acudió para recordar a los caídos de la Primera Guerra Mundial, con motivo de su centenario, y a los damnificados por todos los conflictos bélicos.
"Hoy, tras el segundo fracaso de una guerra mundial, quizás se puede hablar de una tercera guerra combatida por partes, con crímenes, masacres, destrucciones", aseveró. Francisco indicó que la guerra es "una locura" que crece destruyendo y trastornándolo todo, hasta la relación entre hermanos y "lo más hermoso que Dios ha creado", el ser humano.
También lamentó la cantidad de víctimas de estos conflictos porque "en la sombra" convergen "intereses, estrategias geopolíticas y codicia de dinero y de poder", que a menudo encuentran justificación en la ideología. En concreto, criticó a la industria armamentística -"que parece ser tan importante"-, a la que tildó junto al resto de factores de "planificadores del terror" y de "organizadores del desencuentro".
El Papa también hizo un alegato contra la indiferencia ante este escenario de conflictos y pidió una reacción contra el belicismo porque "la humanidad tiene necesidad de llorar, y esta es la hora del llanto". En el mayor monumento militar italiano dedicado a los soldados muertos en la Primera Guerra Mundial, el Papa ha repetido en varias ocasiones la frase “'a mí qué me importa” para denunciar la indiferencia ante las guerras.
Fogliano Redipuglia es una localidad del nordeste de Italia cercana a la frontera con Eslovenia en la que se situó uno de los frentes más encarnizados de la Primera Guerra Mundial. En este municipio se encuentran dos cementerios en los que yacen combatientes del imperio austrohúngaro y de Italia.
La intención del Papa fue la de invocar la paz y orar por los caídos en todos los conflictos bélicos por lo que, de manera simbólica, visitó en una visita pastoral de apenas cinco horas ambos camposantos con el fin de honrar a los caídos de todos los bandos.
En el cementerio de Redipuglia celebró una misa en una colosal grada de piedra coronada por tres cruces mandada construir por Benito Mussolini en 1938 y que hoy en día constituye el mayor monumento a los caídos de guerra de todo el país.