El objetivo es Ancelotti y éste apunta a Iker

Madrid, Cope
El pasado lunes, un empleado del Real Madrid dijo con la boca chica: “Esto parece la jungla de Vietnam tres minutos antes de una emboscada”. Así expresaba de manera tan gráfica el clima denso que se respira en estos momentos en la casa blanca. La derrota del equipo en San Sebastián ha echado varios bidones de gasolina al fuego. En esta pugna no declarada, tres personajes están retratados: Ancelotti, Florentino Pérez y Casillas. Del trío, el entrenador es el objetivo.
El presidente no dice nada. El silencio de Florentino Pérez quema. Sus miradas fusilan. No está nada feliz por la situación. El viaje de regreso de San Sebastián fue una tortura para varios expedicionarios blancos, que seguían sin explicarse cómo se vino abajo el andamio cuando todo parecía apuntalado.
Cómo le llovieron los goles al equipo (cuatro) cuando la zaga siempre presumió de solidez. Pero no falló la defensa, falló el sistema defensivo. Con el 0-2 se produjo una desbandada hacia adelante (en la transición ataque-defensa se quedaron colgados en el ataque varios futbolistas) y de la relajación madridista (despistes en las jugadas de estrategia) volvió a nacer la Real Sociedad, que levantó el partido y goleó de forma humillante al Real Madrid. El equipo quedó retratado y Ancelotti, avergonzado, declaró al final del choque: “Esto no puede seguir así y no va a seguir así”.

Carlo Ancelotti lleva un verano convulso. Contrariamente a lo que se ha venido diciendo (y escribiendo), el italiano no vio con malos ojos la marcha de Xabi Alonso, pues ve en Toni Kroos un estupendo cerebro para el equipo. También saluda con cierta satisfacción que Khedira haya atrancado la puerta de salida. Con Kroos, Modric y Khedira (el martes se anunció que sufre una lesión que le tendrá fuera de las canchas un mínimo de cuatro semanas, por lo que será el momento de Illarramendi. O no), el Real Madrid habrá ganado músculo y fútbol. Con Bale, Cristiano y Benzema, el fútbol y los goles quedarán garantizados. James Rodríguez y el malagueño Isco, suponen una apuesta más por el fútbol. El que se encuentre más en forma y adopte mejor los conceptos defensivos y de equipo que promulga el italiano, jugará. Dicen que James Rodríguez lleva una ligerísima ventaja. Ancelotti lo tiene muy claro.

El técnico sabe que está cayendo un chaparrón sobre sus espaldas, pero también sabe que cuenta con buen crédito, todo el que le ha dado conseguir la ansiada 'Décima', un título que ha tenido a Florentino Pérez y a los madridistas flotando en una nube durante buena parte del verano… Hasta que terminaron los efluvios de la Supercopa de Europa y llegó la tormenta de la Supercopa de España. A Ancelotti no le gustó en exceso la marcha de un peón del tino de Di María; pero Carlo, cincelado en el Calcio italiano, aplaudió el gran negocio que hizo el club con la venta del 'Fideo'.


El entrenador blanco sabe que Kroos y James Rodríguez, los fichajes estrella del club, necesitan su tiempo y un largo rosario de horas de trabajo para que adquieran los automatismos del equipo. Le pasó a Bale. Le suele pasar a todos. Ancelotti esperará al alemán y al colombiano.

Estas cuestiones técnicas se entienden desde la planta noble del club de Concha Espina, y así se lo hicieron llegar al propio Ancelotti de manera subliminal. Éste, que siente la enorme presión externa, se encuentra ahora inmerso en el arreglo de los boquetes defensivos que tanto daño hicieron al equipo en Anoeta. Y entre el ramillete de nombres, Ancelotti baraja uno en especial: Casillas. El cancerbero recibió cuatro goles.

En este sentido, llama poderosamente la atención las palabras de Emilio Butragueño, director de Relaciones Institucionales del Club, que salió en defensa del cancerbero nada más finalizar el partido: “Casillas no ha tenido la culpa en ninguno de los goles que recibió”. “El cuerpo técnico que encabeza Ancelotti no está muy de acuerdo con las palabras del 'Buitre'. Los expertos piensan que Iker “hizo la estatua” en los cuatro goles que se alojaron en sus redes. Los porteros inseguros y carentes de confianza suelen 'vivir' bajo los tres palos y nunca salen del área de seguridad. En Anoeta, el área chica del Real Madrid fue un reino del caos. Ancelotti y su cuerpo técnico reclaman a Iker más recursos. Keylor Navas no dice nada. Trabaja. Espera.

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