El Barcelona acusa el mal momento de Messi y la ausencia de Suárez

Madrid, As
Messidependencia. Leo Messi es el jugador más determinante del Barça y el que más ha disminuido su producción atacante en los últimos meses. Desde la llegada de Luis Enrique reparte más asistencias a sus compañeros, pero eso no parece ser suficiente para el aficionado culé. Charly Rexach, asesor de la junta, lo resumía ayer en La Graderia de Ràdio Barcelona: “Está bien que Messi dé asistencias, pero el que tiene gol tiene que marcar goles”. La temporada pasada Messi sumaba a estas alturas de Liga seis goles y en el curso actual lleva únicamente tres, con un índice de acierto similar alrededor del 40%). La temporada pasada había chutado a portería 15 veces, en la actual siete. No acaban de salir las cuentas.


Suárez no está. Luis Enrique ha dibujado un Barça que tiene previsto pivotar sobre la figura de Luis Suárez. Un delantero rompedor, goleador y que necesita asociarse poco para lograr su objetivo. El problema está en que todo el equipo juega como si estuviera Suárez en el campo, pero el uruguayo no estará hasta el 25 de octubre. Hasta hoy su ausencia se ha cubierto con los jugadores del B que se pueden incorporar puntualmente al primer equipo. Munir y Sandro han dado la talla con creces, pero a nadie se le escapa que siguen siendo jugadores del B en proceso de formación.

Neymar revulsivo. Hasta ahora, Neymar ha demostrado que funciona mejor como revulsivo que como titular. El brasileño ha mejorado las prestaciones respecto a su última temporada, pero sus cocientes aumentan cuando sale del banquillo. Un año después, su asentamiento como titular sigue siendo cuestionable. Y lo será mucho más a partir de la entrada en el equipo de Suárez.

22 remates menos que con Martino. El Barcelona de Luis Enrique es líder en la Liga gracias a su excelente estado físico (el último cuarto de hora de los partidos es la fase más productiva de su juego) y a su solidez defensiva (en cinco partidos de Liga no ha encajado ni un gol), pero le falta colmillo. La temporada pasada, el equipo que dirigía Martino había marcado 18 goles en cinco partidos de Liga (siete al Levante, uno al Málaga, tres a Valencia y Sevilla y cuatro al Rayo) ganándolos todos. Este curso, el Barça de Luis Enrique ha disminuido su producción de goles a 11 en cinco jornadas (tres al Elche, uno al Villarreal, dos al Athletic y cinco al Levante). Y no es cuestión de puntería. Se dispara mucho menos: a estas alturas de Liga el Barça de Martino había disparado 52 veces entre los tres palos de los rivales. El de Luis Enrique ha chutado únicamente 30. La sublimación del olvido del ataque llegó el domingo en La Rosaleda, donde el Barça logró un empate a cero que le permite seguir como líder de la Liga, pero a costa de no chutar ni una vez entre los tres palos de la portería del Málaga.

Xavi, en el banquillo. Luis Enrique explicó así las causas de la poca producción ofensiva del Barcelona en La Rosaleda: “faltó paciencia para elaborar las jugadas, atacamos demasiado directos y siempre por la misma banda”. Cualquier entrenador de alevines hubiera tirado de Xavi, un jugador infrautilizado. El antepenúltimo jugador menos usado de la plantilla únicamente superado por Sergi Roberto y Adriano. Si el problema fue de orden y pausa en Málaga, no se entiende que los designados por el técnico para entrar fueran Sandro, Munir y Adriano.

La marcha de Iniesta. Entre los objetivos de Luis Enrique cuando se hizo cargo del equipo estaba el hecho de que el Barça fuera más intenso que cualquier rival. Eso le llevó a orillar jugadores como Xavi y dar protagonismo a otros como Rafinha, Rakitic e incluso Iniesta. El manchego es el mejor en el arte de acelerar la marcha de un equipo a media jugada, pero no ha empezado la temporada fino. Tras el partido en Málaga reconocía que “nos ha faltado una marcha más”. Curiosa declaración que llega de parte del encargado de cambiar las marchas.

Un muro en defensa. Donde está funcionando a la perfección la política de “competencia feroz” de Luis Enrique es en defensa. El Barça sigue sin recibir un gol en contra tras cinco jornadas de Liga, pese a ser la línea que más cambios ha sufrido en este inicio de temporada. Centrañes y laterales se alternan con facilidad con igual resultado. Incluso en Champions se cambió de portero y tampoco pasó nada. Toda una paradoja cuando hace bien poco, lo que más preocupaba era el adiós de Valdés.

Otoños de dudas. Ahora se cumple un año de la aparición de las primeras dudas respecto al proyecto de Gerardo Martino. Ese día de otoño, en Vallecas, el Barça ganó por 0-4 y afianzó el liderato, pero se empezó a ver algo en el ambiente que no cuadraba en el estilo. Lo que pasó era menos grave que lo que se vio en Málaga. Es de suponer que Luis Enrique tendrá más cintura que la que tuvo Martino entonces.

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