El Athletic toca fondo en Borisov


Borisov, As
El Athletic no puede caer más abajo, ya toca fondo. Son seis ya los partidos oficiales sin ganar y su derrota en Borisov, merecidísima, le sitúa colista en la Champions. Es un sueño roto, con escaso margen de error. Cuesta creer que si los leones salieron zarandeados de Bielorrusia vayan a toser al Oporto y Shakhtar en sus estadios. La fe es lo único que se pierde, pero la confianza en el equipo está bajo mínimos. No hay por dónde cogerlo.


Era una cita complicada, para tratar de recuperar la autoestima. El BATE se antojaba como un rival propicio tras el 6-0 de Oporto, pero en su casa es otro. Lleva un año sin perder ante sus seguidores. Había que meterle el miedo en el cuerpo desde el inicio. Y el Athletic, que no está en lo que celebra, se equivocó de plano. Ni presionó arriba, ni hubo paciencia con la pelota. Fallan hasta los más fiables. Iturraspe ni apareció, Rico no se encuentra...

Valverde hizo un once mirando de refilón al Bernabéu, cuya inmediata visita da pánico. Lo lógico es que De Marcos, Gurpegui y Susaeta, anoche en el banquillo, jueguen ante Cristiano y cía. Lo que no tuvo sentido es que después de que Txingurri advirtiese de víspera del peligro del lateral izquierdo Mladenovic en los desdoblamientos, metiese una banda derecha con Iraola y Muniain. Más aún cuando alejaba a Iker de su zona preferida.

El equipo fue un desastre en la primera mitad, en la que perdió nada menos 82 balones.
Tras un aviso de Beñat, el BATE fue sintiéndose cómodo y ganando terreno y córners para sus poderosos delanteros. Los bielorrusos se adelantaron en el marcador en un saque de esquina mal defendido y aprovechado por Polyakov en segunda jugada, escapado de Iturraspe. Pudo ser peor si el palo no se interpone a un gran disparo cruzado de Signevich.

Pero el merecido castigo llegó en el minuto 41, cuando Karnitski soltó un tiro que se envenenó tras tocar en Iraola. La mayor de sus suertes fue que en la única ocasión en que Muniain se metió por dentro, encontró a Aduriz para que clavase el balón en la red con un derechazo seco.
Mismo panorama. Fue una esperanza en vano antes del descanso. Pese a la entrada de Susaeta y De Marcos, el séptimo mediapunta en esta campaña, el Athletic no encontró su sitio y estuvo expuesto a que le cayese el tercer gol en un contragolpe. Signevich lo tuvo en su puntera derecha. Sólo un zarpazo de Susaeta hizo mancharse los guantes a Chernik. Lamentable.

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