Yihadistas pidieron 100 millones de dólares por la liberación de James Foley
Washington/Nueva York, DPA
La milicia extremista Estado Islámico (EI) había pedido un rescate de 100 millones de dólares (unos 75,4 millones de euros) por la liberación de James Foley, pero el gobierno estadounidense se negó a pagar, informó el “New York Times”.
El diario se basa en informaciones de familiares del periodista y de otro hombre que estuvo cautivo con él.
Foley, desaparecido en Siria en 2012, fue decapitado por los extremistas, según un video publicado el martes que muestra su asesinato y que Washington consideró auténtico. Además, hoy se supo que fracasó un intento de rescate del Ejército estadounidense en Siria. Los terroristas amenazan en el mensaje con matar a más estadounidenses si Estados Unidos no cesa sus bombardeos contra las milicias en Irak.
Al contrario que los países europeos, Estados Unidos rechaza de forma categórica el pago de rescates a cambio de la liberación de rehenes.
Según el diario, el pago de rescates de países europeos es una de las principales fuentes de ingresos del EI y de sus ramas y en los últimos cinco años le proporcionó al menos 125 millones de dólares. Esa actitud ha sido criticada con frecuencia por expertos y medios estadounidenses.
Washington se niega a hacerlo desde hace muchos años alegando que ello supone un incentivo para nuevos secuestros. Sin embargo, eso también hace “que los rehenes estadounidenses tengan escasas posibilidades de ser liberados”, escribe el diario.
Mientras tanto, la Unión Europea condenó hoy duramente la decapitación de Foley como un “asesinato abominable” que supone una negación de los valores y derechos universales reconocidos “incluidos en la libertad de prensa por la que el señor Foley arriesgó su vida en varias ocasiones”, dijo un portavoz de la jefa de la diplomacia de la UE, Catherine Ashton, en Bruselas.
La UE, que también denunció otras violaciones de los derechos humanos de los yihadistas, defenderá la seguridad de los periodistas en Cercano Oriente y en todo el mundo, dijo el portavoz. “Ese tipo de terrorismo supone una de las amenazas más graves para la paz y la seguridad internacional”, añadió.
La milicia extremista Estado Islámico (EI) había pedido un rescate de 100 millones de dólares (unos 75,4 millones de euros) por la liberación de James Foley, pero el gobierno estadounidense se negó a pagar, informó el “New York Times”.
El diario se basa en informaciones de familiares del periodista y de otro hombre que estuvo cautivo con él.
Foley, desaparecido en Siria en 2012, fue decapitado por los extremistas, según un video publicado el martes que muestra su asesinato y que Washington consideró auténtico. Además, hoy se supo que fracasó un intento de rescate del Ejército estadounidense en Siria. Los terroristas amenazan en el mensaje con matar a más estadounidenses si Estados Unidos no cesa sus bombardeos contra las milicias en Irak.
Al contrario que los países europeos, Estados Unidos rechaza de forma categórica el pago de rescates a cambio de la liberación de rehenes.
Según el diario, el pago de rescates de países europeos es una de las principales fuentes de ingresos del EI y de sus ramas y en los últimos cinco años le proporcionó al menos 125 millones de dólares. Esa actitud ha sido criticada con frecuencia por expertos y medios estadounidenses.
Washington se niega a hacerlo desde hace muchos años alegando que ello supone un incentivo para nuevos secuestros. Sin embargo, eso también hace “que los rehenes estadounidenses tengan escasas posibilidades de ser liberados”, escribe el diario.
Mientras tanto, la Unión Europea condenó hoy duramente la decapitación de Foley como un “asesinato abominable” que supone una negación de los valores y derechos universales reconocidos “incluidos en la libertad de prensa por la que el señor Foley arriesgó su vida en varias ocasiones”, dijo un portavoz de la jefa de la diplomacia de la UE, Catherine Ashton, en Bruselas.
La UE, que también denunció otras violaciones de los derechos humanos de los yihadistas, defenderá la seguridad de los periodistas en Cercano Oriente y en todo el mundo, dijo el portavoz. “Ese tipo de terrorismo supone una de las amenazas más graves para la paz y la seguridad internacional”, añadió.