SUPERCOPA ESPAÑOLA: La final de Di María
El argentino acapara los focos del nuevo derbi tras reconocer Ancelotti que pidió marcharse
Ladislao J. Moñino
Madrid, El País
“En el fútbol es difícil engañar. La hierba no miente”, suele decir un miembro de la dirección deportiva del Real Madrid. Fue el fútbol el que hizo tronar al Bernabéu al filo de la medianoche del martes cuando Ángel Di María entró en el terreno de juego. Solemne y rotundo en sus veredictos, el madridismo aclamó al volante argentino, al que percibió decisivo en el tramo final del curso pasado como pegamento de un sistema en el que los tres de arriba (Bale, Benzema y Cristiano) están eximidos de defender.
Igual que la hinchada madridista le reprochó su indolencia en el primer tercio de la temporada, ese reconocimiento, más los altavoces que han supuesto las declaraciones de Diego Pablo Simeone [“es el mejor del Madrid”] y las de Carlo Ancelotti, han centrado sobre El Fideo los focos de la vuelta de la Supercopa. “Di María pidió irse en verano y ha rechazado una oferta de renovación del club; si no busca una solución antes del cierre de mercado lo abrazaremos y jugará con nosotros como lo ha hecho hasta ahora”, aclaró el entrenador italiano. Ancelotti niega un enfrentamiento con la dirigencia madridista, que no transige con la petición de aumento salarial de Di María.
Hombre de club, Carleto nunca aireará una discrepancia en la que se entremezclan el fútbol y la línea económica marcada por Florentino Pérez. Al debate sobre la figura de Di María se ha sumado el ex seleccionador argentino César Luis Menotti: “Lo de Di María es un maltrato. Creo que debe ser el mejor futbolista de los últimos meses del campeonato español, superando a Messi”.
Incluido en una primera convocatoria de 22 jugadores, la alineación de Di María en el once titular sería otro mensaje de Ancelotti hacia la presidencia sobre lo que piensa acerca de la necesidad de contar con él. En esa misma convocatoria también ha entrado Khedira, que parece decidido a forzar su continuidad y quedar libre la temporada que viene. “Khedira tiene un año de contrato y ha rechazado la renovación. Es una situación distinta de la de Di María porque él no ha pedido irse”, explica Ancelotti. Mientras en el Atlético observan cómo el Madrid se sumerge en debates que tienen que ver con la riqueza de su plantel, Simeone decidió no ofrecer la habitual conferencia de prensa previa al partido pese a ser una final cuya organización recae sobre la Federación Española de Fútbol. En el club explican que el número de intervenciones del entrenador sería excesivo en un corto espacio de tiempo. Simeone tendría que volver a comparecer al término del encuentro y el domingo y el lunes con motivo del primer duelo de Liga ante el Rayo Vallecano. El técnico ya dejó claro que la Supercopa debería disputarse a un solo partido y su decisión de no hablar concuerda con esa opinión.
Satisfecho con el empate de la ida (1-1), la figura de Griezmann emerge como una posibilidad de inicio para darle más salida al equipo en velocidad. En el Bernabéu, Simeone logró ganar la batalla de los espacios en defensa, pero le inquietaron mucho las pérdidas de balón rápidas cada vez que el equipo trataba de salir.
El Atlético busca su primer título de la temporada y de paso impedir que el Madrid pueda igualar al Barça de Guardiola, que conquistó seis copas en una campaña.
Ladislao J. Moñino
Madrid, El País
“En el fútbol es difícil engañar. La hierba no miente”, suele decir un miembro de la dirección deportiva del Real Madrid. Fue el fútbol el que hizo tronar al Bernabéu al filo de la medianoche del martes cuando Ángel Di María entró en el terreno de juego. Solemne y rotundo en sus veredictos, el madridismo aclamó al volante argentino, al que percibió decisivo en el tramo final del curso pasado como pegamento de un sistema en el que los tres de arriba (Bale, Benzema y Cristiano) están eximidos de defender.
Igual que la hinchada madridista le reprochó su indolencia en el primer tercio de la temporada, ese reconocimiento, más los altavoces que han supuesto las declaraciones de Diego Pablo Simeone [“es el mejor del Madrid”] y las de Carlo Ancelotti, han centrado sobre El Fideo los focos de la vuelta de la Supercopa. “Di María pidió irse en verano y ha rechazado una oferta de renovación del club; si no busca una solución antes del cierre de mercado lo abrazaremos y jugará con nosotros como lo ha hecho hasta ahora”, aclaró el entrenador italiano. Ancelotti niega un enfrentamiento con la dirigencia madridista, que no transige con la petición de aumento salarial de Di María.
Hombre de club, Carleto nunca aireará una discrepancia en la que se entremezclan el fútbol y la línea económica marcada por Florentino Pérez. Al debate sobre la figura de Di María se ha sumado el ex seleccionador argentino César Luis Menotti: “Lo de Di María es un maltrato. Creo que debe ser el mejor futbolista de los últimos meses del campeonato español, superando a Messi”.
Incluido en una primera convocatoria de 22 jugadores, la alineación de Di María en el once titular sería otro mensaje de Ancelotti hacia la presidencia sobre lo que piensa acerca de la necesidad de contar con él. En esa misma convocatoria también ha entrado Khedira, que parece decidido a forzar su continuidad y quedar libre la temporada que viene. “Khedira tiene un año de contrato y ha rechazado la renovación. Es una situación distinta de la de Di María porque él no ha pedido irse”, explica Ancelotti. Mientras en el Atlético observan cómo el Madrid se sumerge en debates que tienen que ver con la riqueza de su plantel, Simeone decidió no ofrecer la habitual conferencia de prensa previa al partido pese a ser una final cuya organización recae sobre la Federación Española de Fútbol. En el club explican que el número de intervenciones del entrenador sería excesivo en un corto espacio de tiempo. Simeone tendría que volver a comparecer al término del encuentro y el domingo y el lunes con motivo del primer duelo de Liga ante el Rayo Vallecano. El técnico ya dejó claro que la Supercopa debería disputarse a un solo partido y su decisión de no hablar concuerda con esa opinión.
Satisfecho con el empate de la ida (1-1), la figura de Griezmann emerge como una posibilidad de inicio para darle más salida al equipo en velocidad. En el Bernabéu, Simeone logró ganar la batalla de los espacios en defensa, pero le inquietaron mucho las pérdidas de balón rápidas cada vez que el equipo trataba de salir.
El Atlético busca su primer título de la temporada y de paso impedir que el Madrid pueda igualar al Barça de Guardiola, que conquistó seis copas en una campaña.