¿Realmente cuántos hombres son pedófilos?
Redacción, BBC
En un artículo que causó revuelo en el Vaticano recientemente, el diario La Reppublica citó al Papa diciendo que alrededor del 2% de los curas católicos son pedófilos. ¿De dónde pudo haber salido esa cifra? y ¿refleja lo que ocurre en la población general?
Apenas uno empieza a pensar en eso se da cuenta de que no va a ser fácil encontrar la respuesta. Los pedófilos no son fáciles de identificar.
“Debido a que la pedofilia es tan hermética y tan poca gente está dispuesta a admitirla, no hay un método significativo de conseguir un estimado fiable“, señala James Cantor, psicólogo y científico de comportamiento sexual de la Universidad de Toronto.
“Tampoco hay un método ético de conectar a 200 hombres a detectores, mostrarles imágenes de adultos y niños y ver cuántos responden más a los niños“, le dice a la BBC.
En 2008 escribió un libro en el que calculó que la prevalencia de la pedofilia en la población general era 5%.
La cifra se basa en unas encuestas hechas en Alemania, Noruega y Finlandia en las que le preguntaron a hombres si alguna vez habían tenido pensamientos o fantasías sexuales sobre niños o habían participado en alguna actividad sexual con menores.
No obstante, Seto subraya que ese 5% es el techo del estimado, y que lo que revelaban los estudios era limitado.
“Esas encuestas no incluyen preguntas sobre la intensidad de esos pensamientos o fantasías, si se repetían o no. Alguien puede contestar ‘Sí’ pues una vez tuvieron una fantasía pero nuestro concepto de pedofilia sería que las fantasías sean recurrentes”, explica.
Ahora, con más datos y mejor metodología, Seto redujo el estimado a alrededor de 1% de la población, aunque aclara que sigue siendo apenas una deducción fundada.
Un problema es que el término “pedófilo” significa diferentes cosas.
“Es muy común que hombres normales se sientan atraídos por gente de 18 y 20 años. Tampoco es raro que alguien de 16 años de edad resulte atractiva para muchos hombres. Entre más jóvenes sean, menos hombres se sentirán atraídos”, señala Cantor.
El especialista piensa que si decimos que un pedófilo es alguien a quien le atraen los niños de 14 años o menos, él estima que la cifra podría llegar al 2%.
“Pero si usamos una definición muy estricta y decimos que la pedofilia se refiere sólo a la atracción hacia niños prepubescentes entonces probablemente será más baja que el 1%“, precisa.
El término a menudo se le atribuye a una persona que abusa sexualmente de alguien menor de la edad de 16, pero dado que en algunos países -e incluso en algunos estados de Estados Unidos- es posible casarse con alguien que no ha llegado a los 16 años, esa definición claramente no sería universalmente aceptada.
En la definición clínica sí hay consenso: Michael Seto y sus colegas concuerdan en que un pedófilo es alguien interesado sexualmente en niños prepubescentes, es decir, de menos de 11 o 12 años.
Así la prevalencia sea de 0,5%, según la definición de James Cantor, o 1%, de acuerdo a la de Michael Seto, lo que es cierto es que en cualquier grupo grande de personas -ya sean políticos, celebridades o sacerdotes- es probable que haya algunos pedófilos.
La pedofilia no está restringida a los hombres; hay mujeres que también abusan sexualmente a niños, aunque los estudios indican que es mucho menos común.
Respecto a lo que dijo el Papa, ¿cómo define él a un pedófilo? No lo sabemos, pero hay una pista.
Existe un conocido estudio sobre pedofilia entre el clero católico, realizado por el Colegio John Jay de Justicia Criminal en Nueva York. Sus investigadores fueron a todas las diócesis en EE.UU. y recogieron todas las historias creíbles de abuso que involucraban a sacerdotes que sirvieron entre 1950 y 2002.
Encontraron que 4,2% habían sido plausiblemente acusados de abuso. La cifra incluye acusaciones de abuso de adolescentes y prepubescentes.
Si se usa la más estricta y clínica definición de pedofilia, la cifra baja a 1-2% según Philip Jenkins, del Instituto de Estudios de Religión de la Universidad Baylor en Texas. Eso corresponde, más o menos, con el número que se le atribuye al Papa.
El estudio del Colegio John Jay no es perfecto, sin embargo. Por alguna razón, 40% de las acusaciones hablan de abusos que tuvieron lugar en un período de seis años, entre 1975 y 1980. Parece poco probable que los casos de pedofilia en el clero se hayan concentrado de tal manera en un período.
Además, así haya habido un pico en los años 70, muchos de los perpetradores probablemente ya no son miembros activos en la iglesia.
Todo lo que podemos afirmar con confianza es que, primero, las cifras no son perfectas, tanto en el clero católico como en la población en general. Y, segundo, que esas cifras imperfectas se parecen entre sí.
Apenas uno empieza a pensar en eso se da cuenta de que no va a ser fácil encontrar la respuesta. Los pedófilos no son fáciles de identificar.
“Debido a que la pedofilia es tan hermética y tan poca gente está dispuesta a admitirla, no hay un método significativo de conseguir un estimado fiable“, señala James Cantor, psicólogo y científico de comportamiento sexual de la Universidad de Toronto.
“Tampoco hay un método ético de conectar a 200 hombres a detectores, mostrarles imágenes de adultos y niños y ver cuántos responden más a los niños“, le dice a la BBC.
Intentando calcular
Una persona que intentó hacer un estimado es Michael Seto, un psicólogo clínico y forense del grupo Royal Ottawa Healthcare.La cifra se basa en unas encuestas hechas en Alemania, Noruega y Finlandia en las que le preguntaron a hombres si alguna vez habían tenido pensamientos o fantasías sexuales sobre niños o habían participado en alguna actividad sexual con menores.
No obstante, Seto subraya que ese 5% es el techo del estimado, y que lo que revelaban los estudios era limitado.
“Esas encuestas no incluyen preguntas sobre la intensidad de esos pensamientos o fantasías, si se repetían o no. Alguien puede contestar ‘Sí’ pues una vez tuvieron una fantasía pero nuestro concepto de pedofilia sería que las fantasías sean recurrentes”, explica.
Ahora, con más datos y mejor metodología, Seto redujo el estimado a alrededor de 1% de la población, aunque aclara que sigue siendo apenas una deducción fundada.
Quién es pedófilo
“Es muy común que hombres normales se sientan atraídos por gente de 18 y 20 años. Tampoco es raro que alguien de 16 años de edad resulte atractiva para muchos hombres. Entre más jóvenes sean, menos hombres se sentirán atraídos”, señala Cantor.
El especialista piensa que si decimos que un pedófilo es alguien a quien le atraen los niños de 14 años o menos, él estima que la cifra podría llegar al 2%.
“Pero si usamos una definición muy estricta y decimos que la pedofilia se refiere sólo a la atracción hacia niños prepubescentes entonces probablemente será más baja que el 1%“, precisa.
El término a menudo se le atribuye a una persona que abusa sexualmente de alguien menor de la edad de 16, pero dado que en algunos países -e incluso en algunos estados de Estados Unidos- es posible casarse con alguien que no ha llegado a los 16 años, esa definición claramente no sería universalmente aceptada.
En la definición clínica sí hay consenso: Michael Seto y sus colegas concuerdan en que un pedófilo es alguien interesado sexualmente en niños prepubescentes, es decir, de menos de 11 o 12 años.
La cifra del Papa
Así la prevalencia sea de 0,5%, según la definición de James Cantor, o 1%, de acuerdo a la de Michael Seto, lo que es cierto es que en cualquier grupo grande de personas -ya sean políticos, celebridades o sacerdotes- es probable que haya algunos pedófilos.
Respecto a lo que dijo el Papa, ¿cómo define él a un pedófilo? No lo sabemos, pero hay una pista.
Existe un conocido estudio sobre pedofilia entre el clero católico, realizado por el Colegio John Jay de Justicia Criminal en Nueva York. Sus investigadores fueron a todas las diócesis en EE.UU. y recogieron todas las historias creíbles de abuso que involucraban a sacerdotes que sirvieron entre 1950 y 2002.
Encontraron que 4,2% habían sido plausiblemente acusados de abuso. La cifra incluye acusaciones de abuso de adolescentes y prepubescentes.
Si se usa la más estricta y clínica definición de pedofilia, la cifra baja a 1-2% según Philip Jenkins, del Instituto de Estudios de Religión de la Universidad Baylor en Texas. Eso corresponde, más o menos, con el número que se le atribuye al Papa.
Impreciso
El estudio del Colegio John Jay no es perfecto, sin embargo. Por alguna razón, 40% de las acusaciones hablan de abusos que tuvieron lugar en un período de seis años, entre 1975 y 1980. Parece poco probable que los casos de pedofilia en el clero se hayan concentrado de tal manera en un período.
Además, así haya habido un pico en los años 70, muchos de los perpetradores probablemente ya no son miembros activos en la iglesia.
Todo lo que podemos afirmar con confianza es que, primero, las cifras no son perfectas, tanto en el clero católico como en la población en general. Y, segundo, que esas cifras imperfectas se parecen entre sí.