¿Por qué baja el petróleo pese a las numerosas crisis mundiales?

París/Berlín, Dpa
Los expertos están sorprendidos: pese a que en todo el mundo se han desatado crisis de bastante magnitud, el precio del petróleo está en su punto más bajo del año, y por primera vez desde junio de 2013 el barril del Brent incluso podría pagarse a menos de 100 dólares.
No se vislumbra una solución al conflicto en Ucrania, los islamistas amenazan Irak, la epidemia del ébola llegó a Nigeria, la guerra civil en Siria no tiene fin y el conflicto entre israelíes y palestinos escala. Pero el precio del crudo, que suele ser el mejor indicador sísmico de las crisis, no reacciona. ¿Cómo ha sido el desarrollo del precio del petróleo?



Desde hace algunos años el crudo del tipo Brent del mar del Norte se ubica en una horquilla de entre 100 y 115 dólares por barril (159 litros). Este año su nivel más alto se registró a finales de junio con más de 113 dólares por barril. Desde entonces ha ido bajando.

¿Por qué esta vez las crisis no lo hacen subir?

“No hay escasez de petróleo, sino que en algunas áreas incluso hay un exceso de oferta”, explica Steffen Bukold, de la oficina de investigación y asesoría EnergyComment de Hamburgo. Aunque Rusia, los países de Oriente Medio y Nigeria son grandes productores, el abastecimiento del mercado mundial no se está viendo afectado. “El mercado está cansado de las crisis”, opina el analista de materias primas Axel Herlinghaus, del banco DZ Bank en Fráncort.

Pero en el pasado este tipo de crisis sí afectaron el precio…

Sí. El precio del crudo se modificó en el plazo de un año incluso en un 30 o un 50 por ciento antes de 2011. Pero eso forma parte, por ahora, del pasado. Las oscilaciones en torno a la media de 107 dólares por barril se han ido reduciendo de forma constante. Una causa de ello es que los inversores financieros, los bancos, especuladores y fondos de riesgo intervienen mucho menos en el sector petrolero, cuando en el pasado ahondaban los grandes cambios hacia arriba o hacia abajo.

¿Qué papel juega Estados Unidos?

Estados Unidos es el principal consumidor de petróleo y durante mucho tiempo fue un importante importador y generador de demanda, pero eso ha cambiado.

Es posible que este año este país supere a Arabia Saudí y a Rusia como el mayor productor del mundo. Gracias la extracción por el polémico método del fracking (fracturación hidráulica), la producción estadounidense aumentó tan sólo el año pasado un 13,5 por ciento y llegó a su mayor nivel histórico.

Las necesidades de importación del país se reducen y por tanto también la demanda global. Pronto Estados Unidos podría convertirse en un exportador neto de petróleo y derivados.

¿Es de esperar entonces que los precios se mantengan estables?

Es difícil decirlo. “En el mercado petrolero hay muchos factores que juegan un papel, y siempre están ahí”, señala Herlinghaus. “Pero el foco de los inversores se centra siempre sólo en una parte de ellos”. En este momento no se fijan tanto en la oferta, que podría verse afectada, sino en la demanda. Y ésta no aumenta tan dinámicamente como se esperaba, porque la coyuntura mundial es débil. La demanda de los países emergentes no es tan elevada como se esperaba.

¿Seguirán bajando los precios y por tanto también los de la gasolina y el combustible para calefacción?

No es muy probable. “El precio está protegido de las bajadas”, comenta Bukold. Si cae por debajo de los 100 dólares, Arabia Saudí reducirá la producción. Herlinghaus coincide. Sólo podría derrumbarse si el mundo entra en una grave crisis. Y podría aumentar de forma dramática si los islamistas atacan con éxito el sur de Irak y controlan el país por completo, pero los mercados no cuentan con ello por el momento.

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