Papa a Coreas: eviten inútiles muestras de fuerza

Seúl, AP
El papa Francisco instó el jueves a renovar los esfuerzos para forjar la paz en la península coreana dividida por la guerra, y llamó a ambos bandos a evitar las críticas y las demostraciones de fuerza "inútiles", en el inicio de una visita de cinco días a Corea del Sur con un mensaje de reconciliación, mientras el estridente rival de Seúl, Corea del Norte, disparó cinco cohetes hacia el mar.


En el primer discurso de su primer viaje a Asia, Francisco dijo a la presidenta surcoreana Park Geun-hye que la paz requiere perdón y respeto mutuos. Añadió que se debe fomentar la diplomacia para que el diálogo reemplace las "recriminaciones, críticas y demostraciones de fuerza inútiles".

Park manifestó la esperanza de que la presencia del papa pueda contribuir a restañar "las profundas heridas de la división", aludiendo a la Guerra de Corea de 1950-1953, que sigue separando a las dos naciones con la frontera más custodiada en el mundo.

"La división ha sido una enorme cicatriz para todos los coreanos", afirmó.

Francisco trató de estimular la causa de la paz.

"La búsqueda coreana de la paz es una causa próxima a nuestros corazones, ya que afecta a toda el área y por cierto a todo nuestro mundo desgastado por la guerra", afirmó. "Ojalá podamos dedicarnos estos días a la paz, orando por ella y profundizando nuestra determinación para lograrla".

El papa, de origen argentino, habló en inglés, el primer discurso en inglés de su pontificado. Usualmente habla en italiano o en su natal español, pero el Vaticano dijo que pronunciaría al menos cuatro discursos en inglés durante la gira para comodidad de la audiencia asiática.

Algunos católicos de mayor edad no pudieron evitar las lágrimas y se inclinaron en señal de reverencia al recibir al papa. Un niño y una niña con atuendos tradicionales le entregaron un ramo de flores y él se inclinó a su vez. Francisco después abordó un automóvil pequeño de fabricación local para el trayecto hasta Seúl donde tuvieron lugar la ceremonia de bienvenida y los primeros discursos.

Pyongyang hace sentir su presencia cada vez que hay un acto de repercusión mundial en Corea del Sur, y esta vez no fue la excepción. Norcorea disparó tres cohetes de corto alcance menos de una hora antes de la llegada de Francisco, y disparó otros dos poco después de su aterrizaje. Un funcionario del Ministerio de Defensa, quien pidió no ser identificado, dijo que los misiles se dispararon desde Wonsan, en la costa este. No estaba claro de inmediato cuál era el tipo de cohetes.

Corea del Norte ha disparado este año una cantidad inusualmente elevada de misiles y proyectiles de artillería. Pyongyang ha expresado malestar por los ejercicios militares anuales entre Estados Unidos y Corea del Sur, que considera preparativos para una invasión. Se espera que en los próximos días comience una nueva ronda de ejercicios, que Seúl y Washington consideran rutinarios y defensivos.

Ni Francisco ni Park se refirieron a los lanzamientos de cohetes de Corea del Norte durante sus declaraciones públicas.

Durante su visita, la primera de un papa en 25 años, Francisco también planea santificar a 124 mártires coreanos y alentar a los fieles de una Iglesia local vibrante, considerada el modelo del catolicismo a futuro.

En un aeropuerto al sur de Seúl, el papa estrechó la mano de cuatro familiares de las víctimas del hundimiento de un ferry surcoreano en el que murieron más de 300 personas, y a dos descendientes de los mártires coreanos que murieron antes que renunciar a su fe.

Mientras su avión volaba sobre territorio de China, Francisco envió un mensaje de saludos y oraciones al presidente chino Xi Jinping. Fue una oportunidad inusual para un intercambio, ya que la Santa Sede y Beijing no tienen relaciones diplomáticas.

El mensaje, enviado el jueves temprano mientras Francisco se dirigía a Corea del Sur, decía: "Al ingresar al espacio aéreo chino, extiendo mis mejores deseos a su excelencia y sus conciudadanos, e invoco las bendiciones divinas de paz y bienestar sobre la nación".

El protocolo del Vaticano contempla que Francisco envíe mensajes a los jefes de Estado cuando vuele por el espacio aéreo de sus países.

Sin embargo, el mensaje del jueves fue único porque la última vez que un pontífice quiso volar sobre China, en 1989, Beijing se negó.

Francisco ha tratado de continuar el acercamiento a China iniciado por el papa emérito Benedicto XVI, quien reveló recientemente que envió una carta a Xi por su elección y que recibió una respuesta. Funcionarios del Vaticano dicen que hay un diálogo con autoridades chinas. Pero persiste el punto central que los divide: la insistencia de Roma de nombrar obispos.

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