No deja un vacío, deja un legado

Vicente del Bosque, El País
Cambié a Xavi por Pedro antes de la prórroga de la semifinal de la Eurocopa de 2012, contra Portugal. Hizo mucho calor y pensamos que sería bueno un refresco. Le dolió porque a ningún jugador del mundo le sienta bien que lo cambien. Y luego, antes de la final, en Kiev, se mostró un poco incómodo. Me dijo: “Míster, creo que éste será mi último partido. Creo que debo retirarme después de la final”. Yo le dije: “Mira Xavi, espérate un poco, estás en buenas condiciones para seguir jugando. Espera dos años más. Me sabe mal que porque creas tú que no te sientes cómodo te vayas a retirar, porque todavía hay mucho por disfrutar con este equipo”. Aquella final contra Italia fue un ejemplo de cómo debe jugar un equipo. Fue el mejor partido que hemos jugado y Xavi fue uno de los hombres más destacados. Él se animó. Al acabar, cuando bajábamos las escaleras del estadio, le dije: “¿Ves cómo tienes que seguir?”.


Dicen que un equipo juega como juega su medio campo. Xavi ha sido el representante de la selección española durante 70 partidos de los 90 que dirigí. Eso hacen doce partidos por año, dos clasificaciones para el Mundial, una clasificación para la Eurocopa y las fases finales correspondientes. Naturalmente que Xavi marcó el estilo de la selección y marcó una larga época. Fue un experto en el manejo del juego a uno y dos toques. Pero cuando hubo que aguantar el balón también lo aguantó. Y cuando hubo que temporizar y estudiar los partidos fue un maestro. Los equipos se replegaban y él con paciencia siempre encontraba la solución. En diez minutos conocía perfectamente el rival que tenía enfrente. Era y es un líder.

Compartir conocimientos es una fortaleza del entrenador. Yo los compartí con Xavi, con Alonso, con los centrales y con los delanteros. Eso es sano para un equipo siempre que el que tome las decisiones sea el entrenador. Decían con maldad que Xavi hacía las listas. Xavi nunca hizo las listas pero debatimos de fútbol. ¿Cómo no vas a debatir de fútbol con un jugador como Xavi? Él nunca fue terco defendiendo nada. Cada técnico tiene una foto inicial que es su punto de partida táctico, pero lo más importante son los conceptos del juego, y de eso sí hablamos mucho. Xavi es un apasionado del fútbol y representa un estilo que no solo es el del Barcelona. Nunca tuvimos grandes discrepancias porque todos coincidíamos en las ideas. Lo difícil es llevarlas a la práctica.

Su marcha deja un vacío importante pero su legado es más importante todavía. El mimetismo en su juego se ha transmitido a las siguientes generaciones. Por eso vendrán más jugadores. Hay una corriente que nos dice cómo debe jugar un equipo. Y esto proporciona tranquilidad. No hay en España un jugador joven que no admire a Xavi, Alonso, Iniesta o Ramos. Han dejado una impronta para la posteridad.

Creo que la fatalidad, ese lío que nos hizo Holanda en el Mundial de Brasil, provocó que la carrera de Xavi en la selección no acabara como a todos nos habría gustado. Pero este final no le resta méritos a todo lo que ha hecho por la selección española. Ahora ha elegido el momento de marcharse. Se ha ganado el derecho.

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