Merkel decide viajar a Kiev para impulsar el fin del conflicto ucranio

El ataque contra un convoy de civiles ucranios causa al menos 17 muertos

Rodrigo Fernández / Enrique Müller
Moscú / Berlín, El País
La canciller alemana, Angela Merkel, se dispone a visitar Ucrania el sábado como invitada del presidente Petró Poroshenko dentro de una oleada de contactos diplomáticos para solucionar la crisis bélica en el este del país.


El anuncio coincide con la confirmación de que los presidentes ruso y ucranio acudirán el próximo día 26 a una cumbre regional en Bielorrusia en la que participarán por la UE José Durão Barroso (presidente de la Comisión) y Catherine Ashton (jefa de la diplomacia). Tras los contactos diplomáticos auspiciados por Berlín este fin de semana, el conflicto entre el Gobierno de Ucrania y los rebeldes prorrusos parece entrar en una frase de negociaciones más profundas, a pesar de que estos días los civiles estén sufriendo algunos de los golpes más cruentos.

La ciudad de Donetsk está siendo bombardeada por las fuerzas gubernamentales, y se multiplican las víctimas tanto en su centro como en poblaciones anexas, por ejemplo Makiivska. El lunes al menos 17 refugiados perecieron en una columna que huía de los combates en Lugansk. El Consejo de Seguridad Nacional y Defensa de Ucrania (CSND) así lo ha afirma, y culpa a los separatistas de atacar el convoy. Los rebeldes lo niegan y sostienen que el camino por el que los desplazados abandonaban Lugansk es bombardeado constantemente por las fuerzas gubernamentales. Según el portavoz del CSND, Andréi Lisenko, las víctimas son muchas más, pero sólo 17 cadáveres han sido recuperados y seis heridos se recobran en hospitales. Las labores de rescate han tenido que ser suspendidas por los combates en la zona entre las fuerzas de Kiev y los rebeldes.

Lisenko aseguró que los rebeldes habían destruido completamente el convoy, que se vio bajo el fuego de la artillería en la zona de Jriashchuvatie y Novosvitlivka. Según los ucranios, muchos perecieron quemados en los vehículos. Mientras algunos separatistas culpan a las fuerzas gubernamentales del ataque, otros insinúan que éste no existió y desafían a Kiev a presentar pruebas. De momento el ataque no ha sido confirmado por fuentes independientes ni se han publicado fotos o vídeos.

Marie Harf, portavoz del Departamento de Estado estadounidense, dijo que Washington “condena decididamente” el ataque. “Estaban tratando de escapar de los combates, pero lamentablemente se convirtieron en víctimas de ellos”, declaró Harf, que señaló que no pueden asegurar qué fuerzas habían realizado el mortífero ataque.

En la visita de Merkel, que significa un espaldarazo al Gobierno de Poroshenko, “se hablará sobre la situación en Ucrania y la relación con Rusia. También se discutirán formas concretas de apoyo a Ucrania en la crisis actual”, señala el Gobierno alemán.

El portavoz de la canciller, Steffen Seibert, amplió que Merkel deseaba hablar en Kiev sobre “posibilidades concretas para apoyar a Ucrania en la crisis”.

Según la oficina de prensa de Poroshenko, el mandatario habría prometido a Merkel continuar con las negociaciones de Berlín que concluyeron sin el esperado compromiso de un cese el fuego sostenido.Pero fuentes cercanas a Merkel admitieron que uno de los temas que sería mencionado en Kiev sería el deseo de Ucrania de obtener ayuda militar de Occidente y buscar un camino para el regreso de observadores de la OSCE al este de Ucrania.

Occidente acusa a Rusia de desestabilizar la situación en las regiones del este del país, y ha introducido sanciones económicas en su contra. Moscú respondió a ellas con la prohibición de carne, pescado, verdura y frutas provenientes de los países que se unieron a las medidas de castigo y, como reconoció este martes el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, están elaborando la lista de nuevas contramedidas en el caso de que Estados Unidos y la Unión Europea opten por introducir nuevas sanciones.

“Se están estudiando diversas variantes. Hemos repetido en reiteradas ocasiones que Rusia no es partidaria de hablar en el lenguaje de sanciones y que no fue quien las inició. Pero se están elaborando medidas adicionales para el caso que nuestros socios continúen esa destructiva práctica”, declaró Peskov, quien se negó a concretar las medidas. Entre ellas destacan la prohibición de los vuelos de tránsito sobre territorio ruso –que utilizan las aerolíneas europeas para sus viajes a Asia- y la limitación o prohibición de las importaciones de coches.

Rusia ha pedido que se le exija a Kiev que entregue las grabaciones de los controladores aéreos que guiaron al avión malasio a las zonas del este de Ucrania donde se combatía y sobre las que fue derribado el 17 de julio pasado. Así lo dijo Vitali Churkin, el representante ruso ante la ONU, quien agregó que también ha pedido al secretariado que informe al Consejo de Seguridad sobre cómo van las investigaciones de la tragedia. El Kremlin, que ha sido acusado de estar involucrado en el derribo del Boeing y que desde un principio lo ha negado, asegura estar interesado en una investigación independiente.

Mientras, el convoy con ayuda humanitaria rusa sigue sin poder cruzar la frontera ucrania, aparentemente en espera de que la Cruz Roja Internacional obtenga garantías para la seguridad de sus funcionarios de las partes en conflicto.

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