La cuenta atrás de Víctor Valdés

Barcelona, ABC
Nunca un plan salió tan mal. Víctor Valdés lo tenía todo perfectamente diseñado. Tiempo tuvo, tras decidir a finales de 2012 que no renovaría con el Barcelona , para trazar a conciencia las líneas maestras del último tercio de su carrera, en plena madurez profesional y un cartel internacional a la altura de muy pocos porteros. Dueño de un carácter muy especial, pretendía irse del club de su vida jugando hasta el último minuto. Anunció su adiós con un año y medio de antelación y acostumbró a la afición azulgrana a verle bajo palos , compitiendo como siempre, pese a saber que el 30 de junio de 2014 partiría en busca de otras experiencias.


Pero a finales de marzo, en la antesala del tramo decisivo de su última temporada como azulgrana, a Valdés le falló la rodilla . Salió del Camp Nou en camilla, llorando de dolor e impotencia, y ya no volvió más. Es más, semanas más tarde, el club le dio la oportunidad de despedirse de la afición con un acto organizado en su honor, pero prefirió hacerlo por carta , discretamente, sin estridencias ni agradecimientos forzados. En ese momento, Valdés, con muletas, no estaba para celebraciones. De hecho, su ausencia en la jornada decisiva de la Liga , con el duelo por el todo entre Barça y Atlético en el Camp Nou, fue ampliamente criticada.

"Es una temporada divertida, pero también hay momentos de dificultad", explicó Valdés en su última comparecencia pública. Por desgracia, la segunda parte de su reflexión se ha terminado imponiendo. Dificultad por romperse los cruzados con 32 años , por ver desde el sofá de casa el fracaso de sus compañeros en el Barça, por perderse un Mundial donde se veía titular y por comprobar que su futuro no será, ni de lejos, como había previsto.

Sin jugar hasta octubre Valdés, que no podrá jugar por lo menos hasta mediados de octubre, es probablemente el futbolista más contrastado de la larga lista de profesionales del balón que se encuentran sin equipo. El de Hospitalet recibió hace unas semanas un portazo desagradable de parte del Mónaco , el club con el que firmó un precontrato antes de agotar su compromiso con el Barcelona. No pasó el corte de las pruebas médicas, pero su entorno sospecha que el club monegasco aprovechó la lesión para ahorrarse una ficha elevada . De hecho, no hay que olvidar la venta de James Rodríguez y la repentina salida de Abidal en contraste con el gasto ambicioso que acometieron el año pasado los propietarios del equipo del Principado mediterráneo.

"No hay novedades, no podemos decir nada todavía", argumentan los agentes de Valdés cuando se les pregunta por la situación del arquero. Se impone la prudencia, pero los días pasan, el fin del periodo de fichajes se acerca y los grandes equipos de Europa poco a poco van copando sus porterías. El Barça con Bravo y Ter Stegen, el Madrid con Keylor Navas al caer y el Atlético con Oblak y Moyà. En Inglaterra, el Chelsea parte con la posición perfectamente cubierta con Cech y Courtois, el Arsenal se ha hecho recientemente con Ospina y el City plantea una lucha interesante entre Hart y Caballero.

Poco a poco, tanto en términos económicos como deportivos, se agotan las opciones para el cinco veces ganador del Trofeo Zamora . Tampoco el Bayern Múnich, cuyo nombre irrumpió hace unos días como posible destino, parece una posibilidad creíble pese a la buena voluntad de Pep Guardiola. El club bávaro busca un perfil suplente, una especie de José Manuel Pinto para el consolidadísimo Neuer, cuyas paradas fueron decisivas para que la selección alemana se alzara con el Mundial de Brasil. Eso sí, según informó Mundo Deportivo hace unos días, no se puede descartar que Guardiola le haga un sitio cuando éste se recupere del todo.

Mala jugada del Mónaco Mientras, los abogados del exportero azulgrana trabajan para resolver la polémica con el Mónaco, ya que según el reglamento de la FIFA el argumento de la lesión no es suficiente para romper unilateralmente un precontrato . Por lo tanto, Valdés entiende que existía una vinculación con la entidad monegasca y pretende que se le compense por el feo. Mientras, continúa la incertidumbre sobre su futuro. Cada vez hay menos equipos de primer nivel con necesidad de incorporar portero titular, y por si fuera poco el Mónaco ha sembrado dudas sobre el estado físico de un guardameta siempre rodeado de un halo de misterio e indefinición. Cada vez parece más claro, además, que Valdés tendrá que ceder con sus pretensiones económicas , ya que los argumentos que podían servirle para lograr un contrato largo y rico llevan meses desvaneciéndose a ojos de todos.

Las lesiones nunca son oportunas, pero el caso de Valdés se lleva el premio al destino peor escrito. "Su rodilla es lo más importante, me comenta que todo está bien", sentenció hace unos días Iniesta , inseparable del portero, que si lo necesita podrá utilizar las instalaciones del Barça para recuperarse.

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