El Submarino se dio un paseo ante un indolente Levante
Villarreal, As
Primeros tres puntos que vuelan del Ciutat de València directos al casillero de un Villarreal que para nada acusó el cansancio europeo. Merecidos, de sobra, por los amarillos.
La defensa adelantada de Mendilibar parecía un suicidio en el arranque del partido. En sólo dos minutos Uche había perdonado dos ocasiones clamorosas en sendos pases de la muerte desde la izquierda y Cherysev mandó un balón al larguero. Se antojaba paseo en barca (o en Submarino, mejor dicho) de los de Marcelino. Gio tuvo un mano a mano con Jesús y poco después busco el palo largo del meta y lo rozó. Jesús, por cierto que empieza ganando la partida a Mariño por hacer olvidar a Keylor Navas bajo los palos. Los amarillos, muy a gusto sobre el campo, sólo atisbaron algo de peligro en un cabezazo de Xumetra que se fue muy por encima.
La irrupción del canterano Camarasa (mala pata lo de su lesión) en el centro del campo era de lo más destacado del partido. A Mendi le gusta y él se lo gana. La diferencia de calidad entre ambos equipos es abismal. A día de hoy, incontestable. Era cuestión de tiempo que la balanza cayerá del lado amarillo. Sólo con garra e intensidad muchas veces (muchas) no te vale. Y a la segunda que asomó la cabeza el Villarreal en el segundo tiempo por el área granota cayó el primero. Uche se desquitó de sue fallos del inicio para batirdentro del área por bajo a Jesús en su salida.
Trataba de reaccionar Mendilibar: Víctor Pérez, al campo. Y en seguida también Rubén, que todavía no se conoce la razón por la que no fue titular. Pero tampoco fue a ningún lado. El chaval sólo no puede arreglarlo todo. Quizá llegue el día en que sí, pero ayer, desde luego, no fue. Se vio siempre más cerca el 0-2 que el empate. Cherysev obligó a Jesús a la estirada en una contra y en esa misma jugada Nikos tuvo que arrastrarse bajo los palos para salvar el gol cantado de Gio. Qué jugador el mexicano que dejó, acto seguido, un gambeteo para el recuerdo (a lo Butragueño en Cádiz) que muy cerca estuvo de ser la sentencia. Rafael, fichaje (supuestamente) estrella de este año, era la única bala que le quedaba a Mendilibar. El disparo fue el aire y los puntos, para el sólido y solvente Villarreal.
Primeros tres puntos que vuelan del Ciutat de València directos al casillero de un Villarreal que para nada acusó el cansancio europeo. Merecidos, de sobra, por los amarillos.
La defensa adelantada de Mendilibar parecía un suicidio en el arranque del partido. En sólo dos minutos Uche había perdonado dos ocasiones clamorosas en sendos pases de la muerte desde la izquierda y Cherysev mandó un balón al larguero. Se antojaba paseo en barca (o en Submarino, mejor dicho) de los de Marcelino. Gio tuvo un mano a mano con Jesús y poco después busco el palo largo del meta y lo rozó. Jesús, por cierto que empieza ganando la partida a Mariño por hacer olvidar a Keylor Navas bajo los palos. Los amarillos, muy a gusto sobre el campo, sólo atisbaron algo de peligro en un cabezazo de Xumetra que se fue muy por encima.
La irrupción del canterano Camarasa (mala pata lo de su lesión) en el centro del campo era de lo más destacado del partido. A Mendi le gusta y él se lo gana. La diferencia de calidad entre ambos equipos es abismal. A día de hoy, incontestable. Era cuestión de tiempo que la balanza cayerá del lado amarillo. Sólo con garra e intensidad muchas veces (muchas) no te vale. Y a la segunda que asomó la cabeza el Villarreal en el segundo tiempo por el área granota cayó el primero. Uche se desquitó de sue fallos del inicio para batirdentro del área por bajo a Jesús en su salida.
Trataba de reaccionar Mendilibar: Víctor Pérez, al campo. Y en seguida también Rubén, que todavía no se conoce la razón por la que no fue titular. Pero tampoco fue a ningún lado. El chaval sólo no puede arreglarlo todo. Quizá llegue el día en que sí, pero ayer, desde luego, no fue. Se vio siempre más cerca el 0-2 que el empate. Cherysev obligó a Jesús a la estirada en una contra y en esa misma jugada Nikos tuvo que arrastrarse bajo los palos para salvar el gol cantado de Gio. Qué jugador el mexicano que dejó, acto seguido, un gambeteo para el recuerdo (a lo Butragueño en Cádiz) que muy cerca estuvo de ser la sentencia. Rafael, fichaje (supuestamente) estrella de este año, era la única bala que le quedaba a Mendilibar. El disparo fue el aire y los puntos, para el sólido y solvente Villarreal.