El Ejército iraquí y las fuerzas kurdas esperan recobrar el territorio perdido

La ONU quiere abrir un pasillo humanitario para miles de civiles desplazados

José Miguel Calatayud
Estambul, El País
El Gobierno Regional del Kurdistán (KRG) y la población de esta región recibieron el viernes con alegría los bombardeos estadounidenses contra la milicia yihadista del Estado Islámico (EI) en el norte de Irak. Militares iraquíes y kurdos anunciaron que pretenden aprovechar esos ataques para recuperar el terreno perdido frente a los yihadistas. “Le damos las gracias al [presidente de Estados Unidos] Barak Obama”, dijo a la BBC Khalid Jamal Alber, un alto cargo del KRG. “Estos últimos días estábamos muy nerviosos. [El EI] es muy fuerte y está bien equipado”, dijo a la agencia France Presse Karwan Ahmed, un taxista de Erbil, la capital del KRG. “Esto son buenas noticias”.


Cazas estadounidenses atacaron el viernes varias posiciones de los yihadistas en el norte de Irak, según confirmaron el Pentágono y fuentes kurdas sobre el terreno. Obama había autorizado una intervención limitada con fines humanitarios y para proteger intereses estadounidenses; y en Erbil hay un consulado y asesores militares de EE UU, además de oficinas de compañías petroleras de este país.

Tras los bombardeos, las fuerzas de seguridad de la región kurda, conocidos como los peshmergas, y también las tropas del Ejército iraquí bajo mando del Gobierno central esperaban poder retomar territorio cedido a los yihadistas en los últimos días, según afirmó el jefe del Estado Mayor del Ejército.

Los peshmergas, considerados más seguros y fiables que el Ejército, habían conseguido defender su región ante el avance de los yihadistas, que en junio ocuparon parte del noroeste de Irak. Sin embargo, en los últimos días también habían abandonado varias localidades y pedido apoyo militar a EE UU y a otros países occidentales, ante la superioridad del EI.

Por su parte, los yihadistas mantenían una actitud desafiante. “Los aviones atacan posiciones que ellos creen estratégicas, pero nosotros no funcionamos así, estamos entrenados para la guerrilla urbana”, dijo un militante del EI a la agencia Reuters. “Dios está con nosotros y nuestra promesa es el paraíso. Cuando tenemos prometido el paraíso, ¿creéis que la muerte nos va a detener?”, añadió. Varias cuentas de Twitter supuestamente asociadas al EI amenazaron explícitamente a objetivos estadounidenses. “Urjo a todos los musulmanes que ataquen intereses estadounidenses y a ciudadanos estadounidenses; a todos sin excepción”, decía una de ellas. Los yihadistas tomaron el jueves la presa de Mosul, de un gran valor estratégico porque abastece de agua y energía a esta ciudad y a Bagdad, las dos principales del país.

La toma de zonas cristianas y yazidíes en el norte de Irak por parte del EI ha desplazado a más de 200.000 personas que huían ante la llegada de los yihadistas, según cifras de Naciones Unidas. La mayoría son cristianos pero unos 30.000 son miembros de la minoría yazidí, de religión zoroástrisca, seguían atrapados sin apenas comida ni agua en las montañas de Sinjar, después de que otros 11.000 fueran rescatados el viernes por los peshmergas.

El EI, que profesa un islam suní fundamentalista, los considera “adoradores del diablo”, y ya en otras ciudades los yihadistas han llegado a decapitar y hasta a crucificar a personas de otras religiones en las zonas bajo su control. Los yihadistas mataron a cerca de 500 civiles y capturaron a unas 500 mujeres en la ciudad yazidí de Sinjar para forzarlas a contraer matrimonio, según aseguró esta semana una diputada de esta minoría en el Parlamento iraquí.

Decenas de personas, sobre todo niños y ancianos, habrían muerto estos días de sed. Tras los bombardeos del viernes, Naciones Unidas va a intentar abrir un pasillo humanitario para que los desplazados por la violencia puedan “escapar de las zonas amenazadas”, según un comunicado de Nickolay Mladenov, máximo responsable de la ONU en Irak.

En las últimas horas, aviones estadounidenses e iraquíes han intentado hacer llegar agua y provisiones a quienes están atrapados en las montañas. Por su parte, Turquía ha enviado camiones con asistencia humanitaria y ha comunicado que ha obtenido el permiso para construir un campamento para personas desplazadas en territorio iraquí.

El EI surgió de la rama iraquí de Al Qaeda, aunque está organización acabó desligándose. En los últimos meses ha controlado varias ciudades en el este de Siria y, tras la toma de Mosul, ha declarado su propio Califato en las zonas bajo su control en Irak y Siria.

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