El Chelsea arranca la Liga inglesa con remontada
Londres, As
A pesar de que empezó perdiendo, el equipo de Mourinho llevó el peso del encuentro desde el primer minuto y en especial durante la primera mitad fue mejor que cualquiera de sus rivales en la lucha por el título. No obstante fue también ciertamente superior, más vistoso y con más recursos al menos, que lo que fue la temporada anterior. La culpa de ese progreso la tiene un Cesc brillante en su rol de sustituto de Lampard, volviendo a la posición que ya siendo un joven imberbe le hizo ganarse fama al otro lado de Londres (Arsenal).
Con el catalán a los mandos y con Costa como nueve, los Blues parecen ciertamente mucho más que un simple equipo bien armado en defensa y peligroso al contragolpe. Mantienen el orden y el peligro a balón parado (el tercer gol llegó de córner) pero además tienen más pegada, se asocian mejor y resultan más atractivos para el espectador. Así tres minutos después de que Courtois, titular en lugar de Cech, no pudiera hacer nada para evitar el 1-0 de Arfield, Costa marcó su primer gol en la Premier League para empatar el partido tras una jugada que nació en un taconazo de Cesc. El catalán, poco después, levantó al público de su asiento con una genial asistencia a Shurrle para el 1-2 y antes del descanso redondeó su noche mágica sirviendo el definitivo 1-3 a Ivanovic en un córner.
Tras el descanso, el Chelsea guardó el resultado a base de posesiones largas y Courtois tuvo tiempo para lucirse con una estirada felina ante un disparo de Arfield.
A pesar de que empezó perdiendo, el equipo de Mourinho llevó el peso del encuentro desde el primer minuto y en especial durante la primera mitad fue mejor que cualquiera de sus rivales en la lucha por el título. No obstante fue también ciertamente superior, más vistoso y con más recursos al menos, que lo que fue la temporada anterior. La culpa de ese progreso la tiene un Cesc brillante en su rol de sustituto de Lampard, volviendo a la posición que ya siendo un joven imberbe le hizo ganarse fama al otro lado de Londres (Arsenal).
Con el catalán a los mandos y con Costa como nueve, los Blues parecen ciertamente mucho más que un simple equipo bien armado en defensa y peligroso al contragolpe. Mantienen el orden y el peligro a balón parado (el tercer gol llegó de córner) pero además tienen más pegada, se asocian mejor y resultan más atractivos para el espectador. Así tres minutos después de que Courtois, titular en lugar de Cech, no pudiera hacer nada para evitar el 1-0 de Arfield, Costa marcó su primer gol en la Premier League para empatar el partido tras una jugada que nació en un taconazo de Cesc. El catalán, poco después, levantó al público de su asiento con una genial asistencia a Shurrle para el 1-2 y antes del descanso redondeó su noche mágica sirviendo el definitivo 1-3 a Ivanovic en un córner.
Tras el descanso, el Chelsea guardó el resultado a base de posesiones largas y Courtois tuvo tiempo para lucirse con una estirada felina ante un disparo de Arfield.