Vladimi Putin se erige como el principal socio y aliado de Daniel Ortega
Managua, EFE
Con la significativa frase: “Nicaragua es un socio muy importante de Rusia en América Latina”, el presidente ruso, Vladimir Putin, definió los históricos lazos de amistad y cooperación entre Managua y Moscú durante una visita relámpago a este país centroamericano.
Putin hizo esa declaración durante una breve escala en Managua, a ocho días de que los sandinistas celebren el 35 aniversario de su revolución con un acto de masas, el cual tiene previsto encabezar el mandatario nicaragüense, Daniel Ortega.
El presidente ruso destacó las relaciones diplomáticas entre ambos países y anunció que desarrollarán aún más los lazos bilaterales, especialmente en el sector económico.
Rusia y Nicaragua, con 70 años de relaciones diplomáticas, han renovado sus lazos en los últimos años, principalmente en temas de defensa y seguridad; coincidiendo, además, con el fallecimiento del presidente venezolano Hugo Chávez.
Ortega era el principal aliado político y económico de Chávez en Centroamérica y, a raíz de la muerte del mandatario venezolano, el líder sandinista ha buscado alternativas que parece haber encontrado de nuevo en Moscú.
Rusia, un antiguo aliado de Nicaragua que dotó de armamento soviético a las Fuerzas Armadas nicaragüenses durante la primera etapa sandinista en el poder (1979-1990), ejerce soberanía en el Caribe, un mar estratégico para Moscú, que construirá en Managua un centro regional de adiestramiento en la lucha antidrogas.
Nicaragua, a propuesta de Ortega, ha autorizado desde el año pasado el ingreso de tropas, naves y aeronaves militares de Rusia con el fin de realizar operaciones antinarcóticos conjuntas en los espacios marítimos delimitados en noviembre de 2012 por la Corte Internacional de Justicia (CIJ) con Colombia en el mar Caribe.
También ha autorizado operaciones en contra de cargamentos ilícitos en aguas jurisdiccionales en el océano Pacífico. El poderoso aliado nicaragüense también construirá en las afueras de Managua un centro de entrenamiento de lucha antidrogas, que preparará a agentes operativos para toda América Central.
El Servicio Federal Antidrogas (SFA) ruso además cooperará con Nicaragua en el intercambio de experiencias, en la formación y capacitación de los agentes nicaragüenses, incluso por medio de prácticas y consultas de los profesionales especializados en el control sobre el tráfico de drogas, según un acuerdo bilateral.
A fines del 2012, el jefe del SFA ruso, Víctor Ivanov, declaró que Moscú está dispuesta a suministrar armas de fuego y otros medios técnicos para la lucha contra el narcotráfico en Centroamérica.
América Central es utilizada por los criminales como corredor para trasegar la droga que se produce en el sur del continente y que tiene como destino Estados Unidos y también Rusia, dejando a su paso una estela de extrema violencia que la coloca como una de las regiones más peligrosas del mundo.
Desde que Ortega volvió a la Presidencia en 2007, Nicaragua y Rusia han fortalecido sus relaciones en todos los campos.
La Nicaragua de Ortega ha recibido la visita de dos aviones militares rusos Tupolev 160, que generalmente llevan carga nuclear y son consideradas una de las aeronaves con más desarrollo tecnológico de Rusia. También dos buques de la marina de guerra de Rusia.
Para el analista nicaragüense Alberto Alemán, la renovada relación de Rusia con Nicaragua “es solo una parte” de la “recobrada influencia” de Moscú a nivel global, y reflejo de su interés en la región por seguridad y combate al narcotráfico, y también materia prima.
Según Alemán, Nicaragua obtendría muchos beneficios con el renovado interés ruso: cooperación, tecnología, comercio, renovación del obsoleto armamento del Ejército, seguridad y lucha contra el crimen.
“No somos un gran mercado, la ideología no cuenta”, dijo Alemán a Efe. Nicaragua es uno de los contados países, junto a Venezuela y los pequeños Estados insulares de Nauru y Tuvalu, que se han sumado a Rusia en el reconocimiento de la independencia de las regiones separatistas georgianas de Abjasia y Osetia del Sur.
Con la significativa frase: “Nicaragua es un socio muy importante de Rusia en América Latina”, el presidente ruso, Vladimir Putin, definió los históricos lazos de amistad y cooperación entre Managua y Moscú durante una visita relámpago a este país centroamericano.
Putin hizo esa declaración durante una breve escala en Managua, a ocho días de que los sandinistas celebren el 35 aniversario de su revolución con un acto de masas, el cual tiene previsto encabezar el mandatario nicaragüense, Daniel Ortega.
El presidente ruso destacó las relaciones diplomáticas entre ambos países y anunció que desarrollarán aún más los lazos bilaterales, especialmente en el sector económico.
Rusia y Nicaragua, con 70 años de relaciones diplomáticas, han renovado sus lazos en los últimos años, principalmente en temas de defensa y seguridad; coincidiendo, además, con el fallecimiento del presidente venezolano Hugo Chávez.
Ortega era el principal aliado político y económico de Chávez en Centroamérica y, a raíz de la muerte del mandatario venezolano, el líder sandinista ha buscado alternativas que parece haber encontrado de nuevo en Moscú.
Rusia, un antiguo aliado de Nicaragua que dotó de armamento soviético a las Fuerzas Armadas nicaragüenses durante la primera etapa sandinista en el poder (1979-1990), ejerce soberanía en el Caribe, un mar estratégico para Moscú, que construirá en Managua un centro regional de adiestramiento en la lucha antidrogas.
Nicaragua, a propuesta de Ortega, ha autorizado desde el año pasado el ingreso de tropas, naves y aeronaves militares de Rusia con el fin de realizar operaciones antinarcóticos conjuntas en los espacios marítimos delimitados en noviembre de 2012 por la Corte Internacional de Justicia (CIJ) con Colombia en el mar Caribe.
También ha autorizado operaciones en contra de cargamentos ilícitos en aguas jurisdiccionales en el océano Pacífico. El poderoso aliado nicaragüense también construirá en las afueras de Managua un centro de entrenamiento de lucha antidrogas, que preparará a agentes operativos para toda América Central.
El Servicio Federal Antidrogas (SFA) ruso además cooperará con Nicaragua en el intercambio de experiencias, en la formación y capacitación de los agentes nicaragüenses, incluso por medio de prácticas y consultas de los profesionales especializados en el control sobre el tráfico de drogas, según un acuerdo bilateral.
A fines del 2012, el jefe del SFA ruso, Víctor Ivanov, declaró que Moscú está dispuesta a suministrar armas de fuego y otros medios técnicos para la lucha contra el narcotráfico en Centroamérica.
América Central es utilizada por los criminales como corredor para trasegar la droga que se produce en el sur del continente y que tiene como destino Estados Unidos y también Rusia, dejando a su paso una estela de extrema violencia que la coloca como una de las regiones más peligrosas del mundo.
Desde que Ortega volvió a la Presidencia en 2007, Nicaragua y Rusia han fortalecido sus relaciones en todos los campos.
La Nicaragua de Ortega ha recibido la visita de dos aviones militares rusos Tupolev 160, que generalmente llevan carga nuclear y son consideradas una de las aeronaves con más desarrollo tecnológico de Rusia. También dos buques de la marina de guerra de Rusia.
Para el analista nicaragüense Alberto Alemán, la renovada relación de Rusia con Nicaragua “es solo una parte” de la “recobrada influencia” de Moscú a nivel global, y reflejo de su interés en la región por seguridad y combate al narcotráfico, y también materia prima.
Según Alemán, Nicaragua obtendría muchos beneficios con el renovado interés ruso: cooperación, tecnología, comercio, renovación del obsoleto armamento del Ejército, seguridad y lucha contra el crimen.
“No somos un gran mercado, la ideología no cuenta”, dijo Alemán a Efe. Nicaragua es uno de los contados países, junto a Venezuela y los pequeños Estados insulares de Nauru y Tuvalu, que se han sumado a Rusia en el reconocimiento de la independencia de las regiones separatistas georgianas de Abjasia y Osetia del Sur.