Vaticano toma medidas en diócesis de Paraguay

Ciudad del Vaticano, AP
El papa Francisco tomó varias medidas en una diócesis en Paraguay donde un sacerdote argentino, acusado por un antiguo superior de ser una "amenaza grave para los jóvenes", fue retirado como el segundo religioso católico más importante en el país.


El prelado Carlos Urrutigoity, sin embargo, sigue siendo un sacerdote activo en la diócesis de Ciudad del Este, un indicio de que se mantiene en una buena posición con el obispo.

Urrutigoity niega las versiones de que haya cometido abusos y nunca fue acusado oficialmente. Su obispo, monseñor Rogelio Livieres, ha hecho hincapié en que no hay ninguna acusación contra él de presunto abuso sexual contra menores de edad.

Sin embargo, el caso de Urrutigoity resurgió después que el papa envió este mes un equipo de investigadores del Vaticano a la diócesis para revisar las críticas contra su obispo por parte de otros prelados paraguayos.

El obispo Livieres permitió que Urrutigoity se uniera a su diócesis en 2005, incluso a pesar de que el entonces superior de Urrutigoity en Scranton, Pennsylvania, advirtió a Livieres y al Vaticano que él era una amenaza y que no era apto para el sacerdocio.

Urrutigoity había sido miembro de la Sociedad de San Pío X, una organización cismática y tradicionalista. Más tarde se unió a la diócesis de Scranton y fundó una sociedad sacerdotal donde se celebraba misa al estilo antiguo, en latín.

En 2004, sin embargo, el obispo de Scranton, Joseph Martino, suprimió la sociedad, citando inestabilidad financiera y acusaciones contra Urrutigoity de mala conducta sexual.

El posterior resurgimiento de Urrutigoity en Paraguay fue documentado por la organización en línea BishopAccountability.org y Global Post.

En un comunicado emitido el miércoles, el portavoz del Vaticano confirmó que Livieres había expulsado a Urrutigoity como vicario general el 14 de julio, unos días antes de que llegaran los investigadores del Vaticano, pero que él estaba haciendo otras labores.

Lombardi agregó que como resultado de la investigación preliminar del Vaticano, habían sido suspendidas las ordenaciones sacerdotales en la diócesis.

Livieres, quien es miembro del movimiento conservador Opus Dei, ha defendido su establecimiento de un nuevo seminario y se jactó de su buen registro en la búsqueda de nuevas vocaciones sacerdotales.

Livieres ha protagonizado una disputa pública con el arzobispo de Asunción, al parecer impulsada ideológicamente sobre la formación de sacerdotes y la dirección espiritual de la iglesia en Paraguay.

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