Ucrania: Combates impiden recuperar cadáveres de avión sinistrado

Donetsk, AP
Casi dos semanas después del derribo del vuelo 17 de Malaysia Airlines, se teme que los restos de algunos pasajeros se estén descomponiendo en medio del fuerte calor de verano, lo que profundiza la frustración de los familiares desesperados por recuperar los cadáveres de los suyos.


Los combates entre fuerzas ucranianas y rebeldes separatistas han evitado la llegada de equipos policiales internacionales encargados de asegurar el lugar, una amplia zona de tierras agrícolas y pequeños poblados. Y hasta que el sitio no esté asegurado no hay forma de que los peritos forenses recuperen los cuerpos que faltan y recojan piezas del avión para su análisis.

Incluso los rebeldes —que en un principio supervisaron la recuperación de más de 200 de los 298 cadáveres en un esfuerzo desorganizado y ampliamente criticado— han detenido su labor, alegando que los ataques de los militares ucranianos los han obligado a concentrarse en su defensa.

No está claro cuántos cadáveres quedan en el campo y en qué condiciones están después de estar expuestos tanto tiempo a los elementos. Funcionarios holandeses afirman que en el lugar quedan restos por recuperar, y el primer ministro Mark Rutte ha dicho repetidas veces que repatriarlos es la mayor prioridad del gobierno.

Pero el miércoles los funcionarios holandeses tenían pocas esperanzas de llegar al lugar pronto.

"No esperamos que la situación de seguridad mejore en los próximos días para poder hacerlo", dijo Pieter-Jaap Aalbersberg, jefe de la misión holandesa de recuperación.

Pero dos pruebas cruciales —las grabadoras de vuelo del avión— ya se recuperaron y fueron analizadas.

Estados Unidos y Ucrania afirman que el Boeing 777 fue derribado el 17 de julio por un cohete antiaéreo de fabricación rusa disparado desde Ucrania por separatistas partidarios de Moscú. Los rebeldes lo niegan y Rusia rechaza que haya entregado la unidad antiaérea modelo Buk, al tiempo que afirma que el ejército ucraniano podría haber derribado el avión.

Después que el equipo investigador no logró llegar al lugar el miércoles, las Naciones Unidas exhortaron a las dos partes a cesar las hostilidades en la zona.

"Las familias de las víctimas de esta horrible tragedia merecen recuperar a los suyos y el mundo exige respuestas. Se debe permitir a los equipos internacionales realizar su trabajo", dijo Stephane Dujarric, portavoz de la ONU.

En su más reciente intento de llegar a la zona del desastre, observadores de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) salieron en dos vehículos de la ciudad de Donetsk, que se encuentra en manos de los rebeldes, pero sólo pudieron llegar a las afueras.

Los observadores hablaron con los rebeldes y regresaron tras ser "advertidos de fuego de armas en la ruta y las zonas circundantes", expresó el equipo holandés en un comunicado.

"Seguimos esperando y es una espera miserable", dijo Jasmine Calehr, abuela de dos hermanos holandeses que perecieron en el avión.

A pesar de su frustración, Calehr dijo que no quería que los investigadores arriesgaran la vida.

Por su parte, el embajador ucraniano ante la ONU, Yuri Sergueiev dijo en Nueva York que las fuerzas ucranianas han respetado la orden del presidente Petro Poroshenko de no realizar operaciones en un radio de 40 kilómetros (24 millas) del lugar, y acusó a los rebeldes de atacar esa zona.

Sergueiev dijo que fuerzas ucranianas están tratando de "liberar los poblados y ciudades alrededor del lugar para que los expertos internacionales puedan llegar".

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