Texas reitera llamados para desplegar la Guardia Nacional en frontera con México

Austin, Reuters
El gobernador de Texas, Rick Perry, y un importante legislador republicano reiteraron el jueves la solicitud de que soldados de la Guardia Nacional sean enviados a la frontera entre Estados Unidos y México para ayudar a frenar el aumento en la cantidad de centroamericanos que ingresan ilegalmente al país.


Perry habló ante miembros de la Comisión de Seguridad Nacional de la Cámara de Representantes en una audiencia en terreno en McAllen, Texas, en el Valle del Río Grande, la región más golpeada por los miles de niños y familias inmigrantes que han llegado a la frontera en los últimos meses.

El funcionario dijo que Texas estima que gastará unos 1,3 millones de dólares adicionales por semana hasta fin de año para reforzar la vigilancia a fin de abordar la crisis, además de los 500 millones de dólares que el estado ha desembolsado desde 2005 para ayudar a proteger la frontera.

"El rápido ingreso de inmigrantes ilegales ha tensado los recursos fronterizos que ya eran insuficientes para abordar la tarea", dijo Perry, quien es considerado como un posible aspirante a la nominación presidencial republicana en el 2016.

Más de 52.000 menos sin acompañantes provenientes de Guatemala, El Salvador y Honduras han sido atrapados al intentar cruzar la frontera entre México y Estados Unidos desde octubre, el doble de la cantidad que lo hizo en el mismo período del año previo, mostraron cifras de la Agencia de Aduanas y Protección Fronteriza.

Miles más han sido detenidos acompañados por sus padres u otros adultos.

Funcionarios de inmigración dicen que la crisis es generada por una combinación de extrema pobreza, la violencia de pandillas y el narcotráfico en Centroamérica, así como rumores difundidos por traficantes de personas sobre que los niños que llegan a la frontera de Estados Unidos reciben autorización para quedarse.

Las instalaciones de detención y procesamiento en Texas se han visto inundadas, lo que ha llevado a las autoridades de inmigración de Estados Unidos a enviar a algunos de los indocumentados a otros lugares en el sudoeste para ayudar a revisar los antecedentes y administrar el flujo de personas.

Perry pidió que se amplíe la presencia de la Guardia Nacional de Texas en la frontera más allá de una flota de aeronaves que dijo ya estaba desplegada en Texas para vigilar el límite con México.

El presidente de la Comisión de Seguridad Nacional de la Cámara baja, Michael McCaul, un republicano de Texas, instó al presidente Barack Obama a despachar inmediatamente a fuerzas de la Guardia Nacional a la frontera sudoeste "para liberar a agentes de la patrulla fronteriza para que puedan realizar su misión principal, es decir, vigilar la frontera".

Los demócratas han rechazado demandas republicanas previas, diciendo que sólo poner más agentes en terreno será de poca ayuda. Sus críticos dicen que pocos de los inmigrantes buscan evitar la captura, en su lugar, desean entregarse bajo la errónea creencia de que se les permitirá quedarse en el país.

El Gobierno anunció recientemente que aumentaría el número de jueces de inmigración, abogados y agentes de asilo para acelerar el procesamiento de los detenidos. Guardias fronterizos adicionales también han sido enviados al Valle del Río Grande.

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