Soldados denuncian presunto robo de víveres y dinero

Uyuni, Erbol
22 manuscritos de soldados del Grupo Aéreo 65, ubicado en la localidad potosina de Uyuni, llegaron hoy a la redacción de ERBOL y en dichos documentos acusan al teniente coronel Mario Valencia de cometer una serie de irregularidades en la unidad militar. Este medio de comunicación se contactó vía teléfono con el directo aludido y el mismo no quiso referirse al tema alegando que para hacer cualquier declaración pública necesita autorización de sus superiores, aunque luego mostró su predisposición de que una comisión arribe hasta el cuartel a investigar las denuncias.


Sin embargo el común denominador de las quejas de los soldados es que presuntamente el coronel Valencia les estaría “robando su comida”, porque supuestamente habría llegado al extremo de vender la harina de la unidad militar dejando más de una semana a los conscriptos sin el pan en el desayuno y en la cena.

“Cuando mi subteniente se fue a La Paz, el coronel vendió quintales de harina, desde ese día ya no tomamos nuestro desayuno con pan (ni la) cena”; “saca nuestros víveres y se lo lleva a su casa”; “yo me quejo que unos dos semanas no había pan y el coronel había vendido la harina y el coronel nos mandó a trabajar al pueblo y no nos pagó ningún centavo”; “desde que llegue el coronel nos roba la comida y además las duchas que hizo arreglar no funcionaron”; “desde que he llegado, siento que el coronel nos roba la comida”, son algunos de los fragmentos comunes de las denuncias de los soldados.

Otros soldados, cada uno en sus respectivas cartas, también ratifican: “No nos dan rancho especial, después de la revista, una semana no hubo pan”; “después de la revista estuvimos una semana sin pan en desayuno y la cena por el motivo de que se lo vendió, esto ocurrió cuando nuestro subteniente se fue de vacaciones”; “una semana no hubo pan ya que el teniente coronel decía que ya no puede comprar más harina y teníamos que esperar la dotación de harina hasta que llegue”; “el coronel dijo que se acabó pero creo que él se lo vendió”.

Estas cartas, de acuerdo a la fecha escrita en los papeles, fueron redactadas el 8 de julio de la presente gestión y el caso concreto de la presunta venta de la harina de la unidad militar por parte del coronel Valencia, aparentemente se registró a mediados de junio.

En medio de otras quejas –como la venta obligatoria de gorras y unos libros– los soldados que escribieron sus denuncias también coinciden en señalar que el mencionado coronel les hace trabajar muchas horas, incluso fuera de la unidad militar. Por dichas actividades, las personas civiles que contrarían a los conscriptos, supuestamente pagan al jefe militar, quien luego de cobrar la remuneración económica ya no les daría ni un centavo a los soldados “trabajadores”.

“El coronel no quiere que dejemos de trabajar y nos dijo que trabajemos sin descanso y también nos manda a trabajar al pueblo a descargar ladrillo y quinua y solo nos mandan un sobre en el cual nos pagan pero el coronel Valencia no nos paga a nosotros solo se lo queda para él”; dice uno de los denunciantes. Otro dos soldados agregan: “Me incorporé al GA 65 (un mes tarde) y el coronel me pidió 10 bolsas de cemento para ingresar, al poco tiempo nos mandó a trabajar con 4 camaradas donde los civiles haciéndonos cargar bolsas de quinua a un tráiler, luego ayudé a uno de mis camaradas a cargar víveres hasta la casa de mi coronel, los víveres ha sacado de la ranchería, era un sábado y yo estaba de guardia y cuando ya no había víveres, no había pan”; “Desde que llegamos a la unidad, pasando dos meses el coronel nos tienen en la pija, manda a trabajar a mis camaradas y lo que ganan el coronel se lo embolsilla”.

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