Rusia sube los tipos de interés para limitar la fuga de capitales
Solo en el primer semestre abandonaron el país 75.000 millones de dólares, más que en todo 2013
Alicia González
Madrid, El País
El banco central de Rusia ha subido este viernes de forma inesperada los tipos de interés de referencia del 7,5% al 8%, informa Reuters, con el objetivo de intentar evitar que los inversores, en previsión de nuevas sanciones por parte de Occidente, saquen masivamente su dinero del país y esquivar la subida de los precios que provoca la fuerte depreciación que está sufriendo la divisa. Es la tercera subida del precio del dinero en lo que va de año, un factor que no contribuirá a estimular una economía que se estancó en el segundo trimestre y que, según las recientes estimaciones del Fondo Monetario Internacional, apenas crecerá un 0,2% este año, el peor registro desde 2009 cuando la economía estuvo en recesión. Las sanciones pueden debilitar aún más ese crecimiento, admitía esta semana desde México el economista jefe del Fondo, Olivier Blanchard.
"El banco central ruso ha justificado su inesperada decisión en la elevada inflación pero está muy claro que es un movimiento preventivo para limitar la salida de capitales ante la posibilidad de nuevas sanciones por parte de EE UU y Europa", asegura a través del correo electrónico Neil Shearing, economista jefe de mercados emergentes de Capital Economics, en Londres. "Es revelador que, en su nota para explicar la decisión, el banco central mencione los riesgos geopolíticos en tres ocasiones", apunta.
Solo en los primeros seis meses del año, un saldo neto de 75.000 millones de dólares abandonó el país ante la escalada del conflicto con Ucrania, muy por encima de los 62.700 millones que se registraron en todo 2013, según datos del banco central. El propio Ministerio de Economía estima que la fuga de capitales puede alcanzar los 100.000 millones de dólares este año, aunque algunos expertos creen que esta cifra puede ir a más en función del nivel de sanciones. Este viernes, la bolsa de Moscú se dejaba un 0,91% y acumula pérdidas del 8,46% desde el pasado 8 de julio.
El pasado 16 de julio, Estados Unidos prohibió a sus ciudadanos dar financiación a Gazprombank y a VEB, dos importantes instituciones financieras rusas, y a las compañías energéticas OAO Novatek y Rosneft, para limitar así su acceso a los mercados de capital de Estados Unidos. Incluso antes de estas últimas sanciones de EE UU, el secretario de Estado ruso de Finanzas, Sergey Storchak, admitía que las sanciones que ya se habían impuesto a Rusia estaban teniendo "una seria influencia indirecta" sobre la economía.
Esa salida de capitales explica en buena medida, la debilidad del rublo, que, a su vez, ha provocado un aumento de la inflación hasta el 7,8% en junio, muy lejos del objetivo del 5% marcado por el banco central para todo el ejercicio. De hecho, el rublo es la moneda que peor se ha comportado entre las de los países emergentes, con una depreciación en lo que va de año cercana al 7%. Pero el hecho de que "las reservas internacionales del país se encuentren entre las cinco mayores del mundo, con casi 500.000 millones de dólares que equivalen al 20% del PIB, hace que el país se encuentre en una clara posición de confort", para apoyar la divisa si fuera necesario, según explica Alex Fusté, economista jefe de Andbank,en una nota a clientes.
"El movimiento de hoy es otro ejemplo de lo vulnerable que es la economía rusa a las sanciones, o a la mera amenaza de sanciones, de lo que muchos todavía creen", sentencia Sherling.
Alicia González
Madrid, El País
El banco central de Rusia ha subido este viernes de forma inesperada los tipos de interés de referencia del 7,5% al 8%, informa Reuters, con el objetivo de intentar evitar que los inversores, en previsión de nuevas sanciones por parte de Occidente, saquen masivamente su dinero del país y esquivar la subida de los precios que provoca la fuerte depreciación que está sufriendo la divisa. Es la tercera subida del precio del dinero en lo que va de año, un factor que no contribuirá a estimular una economía que se estancó en el segundo trimestre y que, según las recientes estimaciones del Fondo Monetario Internacional, apenas crecerá un 0,2% este año, el peor registro desde 2009 cuando la economía estuvo en recesión. Las sanciones pueden debilitar aún más ese crecimiento, admitía esta semana desde México el economista jefe del Fondo, Olivier Blanchard.
"El banco central ruso ha justificado su inesperada decisión en la elevada inflación pero está muy claro que es un movimiento preventivo para limitar la salida de capitales ante la posibilidad de nuevas sanciones por parte de EE UU y Europa", asegura a través del correo electrónico Neil Shearing, economista jefe de mercados emergentes de Capital Economics, en Londres. "Es revelador que, en su nota para explicar la decisión, el banco central mencione los riesgos geopolíticos en tres ocasiones", apunta.
Solo en los primeros seis meses del año, un saldo neto de 75.000 millones de dólares abandonó el país ante la escalada del conflicto con Ucrania, muy por encima de los 62.700 millones que se registraron en todo 2013, según datos del banco central. El propio Ministerio de Economía estima que la fuga de capitales puede alcanzar los 100.000 millones de dólares este año, aunque algunos expertos creen que esta cifra puede ir a más en función del nivel de sanciones. Este viernes, la bolsa de Moscú se dejaba un 0,91% y acumula pérdidas del 8,46% desde el pasado 8 de julio.
El pasado 16 de julio, Estados Unidos prohibió a sus ciudadanos dar financiación a Gazprombank y a VEB, dos importantes instituciones financieras rusas, y a las compañías energéticas OAO Novatek y Rosneft, para limitar así su acceso a los mercados de capital de Estados Unidos. Incluso antes de estas últimas sanciones de EE UU, el secretario de Estado ruso de Finanzas, Sergey Storchak, admitía que las sanciones que ya se habían impuesto a Rusia estaban teniendo "una seria influencia indirecta" sobre la economía.
Esa salida de capitales explica en buena medida, la debilidad del rublo, que, a su vez, ha provocado un aumento de la inflación hasta el 7,8% en junio, muy lejos del objetivo del 5% marcado por el banco central para todo el ejercicio. De hecho, el rublo es la moneda que peor se ha comportado entre las de los países emergentes, con una depreciación en lo que va de año cercana al 7%. Pero el hecho de que "las reservas internacionales del país se encuentren entre las cinco mayores del mundo, con casi 500.000 millones de dólares que equivalen al 20% del PIB, hace que el país se encuentre en una clara posición de confort", para apoyar la divisa si fuera necesario, según explica Alex Fusté, economista jefe de Andbank,en una nota a clientes.
"El movimiento de hoy es otro ejemplo de lo vulnerable que es la economía rusa a las sanciones, o a la mera amenaza de sanciones, de lo que muchos todavía creen", sentencia Sherling.