Romero: impugnación refleja que Chile no tiene argumentos para contrarrestar demanda boliviana
La Paz, ABI
El ministro de Gobierno, Carlos Romero, consideró el miércoles que la impugnación de Chile a la competencia de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya, para resolver el diferendo marítimo entre ese país y Bolivia, refleja que el gobierno chileno no tiene argumentos para contrarrestar demanda boliviana, por una salida soberana al mar.
"Normalmente en un proceso nacional, internacional independientemente de cualquier tema que esté en disputa, cuando uno apela a impugnar la competencia, buscar una excepción, es decir no quiere debatir el fondo de la cuestión, yo creo que eso refleja que Chile no tiene argumentos para contrarrestar a la demanda boliviana ante la Corte de La Haya", indicó.
En entrevista con la Red Patria Nueva, señaló que la decisión de Chile de "impedir que La Haya se pronuncie" muestra las contradicciones y la debilidad de argumentos, por eso "busca ganar tiempo" para evitar la prosecución de proceso.
A su juicio, en un principio la estrategia de Chile fue confundir a la opinión pública, "pretendiendo" iniciar un debate sobre el Tratado de 1904, "señalando que Bolivia tiene pleno acceso al mar".
Bolivia perdió su acceso al Pacífico en una guerra que junto a Perú libró contra Chile en el Siglo XIX (1879) y para buscar su recuperación presentó en abril de 2013 una demanda ante la CIJ, en busca de que la Corte obligue a Chile a negociar una salida soberana al Pacífico.
Sin embargo, hace dos días, Chile decidió impugnar la competencia de la CIJ para resolver ese conflicto limítrofe, argumentando la "defensa inclaudicable" de la integridad territorial de ese país y los intereses nacionales, mismos que coinciden plenamente con principios esenciales de derecho internacional y de las relaciones entre estados.
Según la presidenta de Chile, Michelle Bachelett, la relación entre Chile y Bolivia debe sustentarse en principios y valores permanentes y en el marco de relaciones de vecindad pacífica y en el renunciable respeto al derecho internacional, en particular, al Tratado de Paz y Amistad de 1904, que - a su juicio- definió las fronteras entre ambas naciones.
El ministro de Gobierno, Carlos Romero, consideró el miércoles que la impugnación de Chile a la competencia de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya, para resolver el diferendo marítimo entre ese país y Bolivia, refleja que el gobierno chileno no tiene argumentos para contrarrestar demanda boliviana, por una salida soberana al mar.
"Normalmente en un proceso nacional, internacional independientemente de cualquier tema que esté en disputa, cuando uno apela a impugnar la competencia, buscar una excepción, es decir no quiere debatir el fondo de la cuestión, yo creo que eso refleja que Chile no tiene argumentos para contrarrestar a la demanda boliviana ante la Corte de La Haya", indicó.
En entrevista con la Red Patria Nueva, señaló que la decisión de Chile de "impedir que La Haya se pronuncie" muestra las contradicciones y la debilidad de argumentos, por eso "busca ganar tiempo" para evitar la prosecución de proceso.
A su juicio, en un principio la estrategia de Chile fue confundir a la opinión pública, "pretendiendo" iniciar un debate sobre el Tratado de 1904, "señalando que Bolivia tiene pleno acceso al mar".
Bolivia perdió su acceso al Pacífico en una guerra que junto a Perú libró contra Chile en el Siglo XIX (1879) y para buscar su recuperación presentó en abril de 2013 una demanda ante la CIJ, en busca de que la Corte obligue a Chile a negociar una salida soberana al Pacífico.
Sin embargo, hace dos días, Chile decidió impugnar la competencia de la CIJ para resolver ese conflicto limítrofe, argumentando la "defensa inclaudicable" de la integridad territorial de ese país y los intereses nacionales, mismos que coinciden plenamente con principios esenciales de derecho internacional y de las relaciones entre estados.
Según la presidenta de Chile, Michelle Bachelett, la relación entre Chile y Bolivia debe sustentarse en principios y valores permanentes y en el marco de relaciones de vecindad pacífica y en el renunciable respeto al derecho internacional, en particular, al Tratado de Paz y Amistad de 1904, que - a su juicio- definió las fronteras entre ambas naciones.