Romario culpa al Gobierno y a los clubes del desastre futbolístico de Brasil
Sao Paulo, EP
El ex jugador de fútbol brasileño y diputado del Congreso por Partido Socialista Brasileño (PSB), Romario da Souza, ha escrito una carta para explicar cuáles han sido, según él, las causas del deterioro del fútbol brasileño, reflejado en la humillante derrota que sufrió la selección ante Alemania en la semifinal del Mundial de Fútbol que ellos mismos organizaron. En el escrito detalla la mala gestión que el fútbol brasileño ha sufrido en los últimos años culpando al gobierno y a los clubes de fútbol.
La misiva publicada por Romario en su cuenta de Facebook apela a una derrota que ya se gestaba fuera de los terrenos de juego. No cuestiona la superioridad alemana sino que reflexiona sobre las causas de la gran inferioridad brasileña.
"¿Es solo un problema de los jugadores o de Scolari?" Es una pregunta a la que la negativa para él es obvia. En sus palabras afirma que el fútbol del país viene deteriorándose desde hace años. "Lo lleva gente sin talento. Sentados en sus lujosos palcos y brindando por el dinero que ingresan. Son una banda de ladrones y corruptos", aquejaba.
"Llevo cuatro años hablando de los problemas de la federación, una institución corrupta que tiene en sus manos un patrimonio de altísimo valor. Utiliza nuestro himno, nuestra bandera y cánticos, y, por encima de todo, nuestros jugadores. Con eso mueven ríos de dinero, mezclando fútbol y negocio", expone en la nota.
"Nunca tuve el apoyo de la presidenta Dilma ni del ministro de Deportes, Aldo Rebelo, cuando pedí reiteradas veces que el Gobierno interviniera en nuestro fútbol", afirma con amargura la exestrella.
El que en su día formase parte de la 'canarinha' también justificó que, a excepción de la gran humillación de la derrota ante Alemania, perder no es una vergüenza, ya que al fin y al cabo forma parte del deporte. "Más vergüenza deberíamos pasar por tener los gestores más corruptos del mundo", sigue atacando a la Federación Brasileña.
Para el ex jugador, el dirigente de la federación José María Marín es un "ladrón de energía, de terreno público y un defensor de la dictadura", y recuerda a otro de los presidentes, Marco Polo del Nero, que recientemente ha sido detenido e investigado por la policía federal por posibles crímenes contra el sistema financiero.
Según Romario, la corrupción se extendería por todo el sistema de clubes, que aplican la misma gestión que en su día implantaron João Havelange y Ricardo Teixeira, que ahora siguen Marín y del Nero. "Es esta mala gestión la que ha destruido nuestro fútbol. Lleva años siendo respaldada por el Congreso Nacional con continuas amnistías a las deudas".
Además de la crítica, Romario lanza una propuesta para reconstruir el fútbol nacional como patrimonio cultural, sería obligar a la Federación a invertir un 5% de los ingresos por comercialización de productos y servicios provenientes de la actividad de representación del fútbol brasileño en los ámbitos nacional e internacional; derechos de patrocinio, y de retransmisión... que irían destinados a una escuela de fútbol para jóvenes de todo el país.
Romario y el fútbol brasileño lloran y se preguntan por qué la selección no ha podido siquiera jugar en Maracaná debido al modelo organizativo del Mundial.
El ex jugador de fútbol brasileño y diputado del Congreso por Partido Socialista Brasileño (PSB), Romario da Souza, ha escrito una carta para explicar cuáles han sido, según él, las causas del deterioro del fútbol brasileño, reflejado en la humillante derrota que sufrió la selección ante Alemania en la semifinal del Mundial de Fútbol que ellos mismos organizaron. En el escrito detalla la mala gestión que el fútbol brasileño ha sufrido en los últimos años culpando al gobierno y a los clubes de fútbol.
La misiva publicada por Romario en su cuenta de Facebook apela a una derrota que ya se gestaba fuera de los terrenos de juego. No cuestiona la superioridad alemana sino que reflexiona sobre las causas de la gran inferioridad brasileña.
"¿Es solo un problema de los jugadores o de Scolari?" Es una pregunta a la que la negativa para él es obvia. En sus palabras afirma que el fútbol del país viene deteriorándose desde hace años. "Lo lleva gente sin talento. Sentados en sus lujosos palcos y brindando por el dinero que ingresan. Son una banda de ladrones y corruptos", aquejaba.
"Llevo cuatro años hablando de los problemas de la federación, una institución corrupta que tiene en sus manos un patrimonio de altísimo valor. Utiliza nuestro himno, nuestra bandera y cánticos, y, por encima de todo, nuestros jugadores. Con eso mueven ríos de dinero, mezclando fútbol y negocio", expone en la nota.
"Nunca tuve el apoyo de la presidenta Dilma ni del ministro de Deportes, Aldo Rebelo, cuando pedí reiteradas veces que el Gobierno interviniera en nuestro fútbol", afirma con amargura la exestrella.
El que en su día formase parte de la 'canarinha' también justificó que, a excepción de la gran humillación de la derrota ante Alemania, perder no es una vergüenza, ya que al fin y al cabo forma parte del deporte. "Más vergüenza deberíamos pasar por tener los gestores más corruptos del mundo", sigue atacando a la Federación Brasileña.
Para el ex jugador, el dirigente de la federación José María Marín es un "ladrón de energía, de terreno público y un defensor de la dictadura", y recuerda a otro de los presidentes, Marco Polo del Nero, que recientemente ha sido detenido e investigado por la policía federal por posibles crímenes contra el sistema financiero.
Según Romario, la corrupción se extendería por todo el sistema de clubes, que aplican la misma gestión que en su día implantaron João Havelange y Ricardo Teixeira, que ahora siguen Marín y del Nero. "Es esta mala gestión la que ha destruido nuestro fútbol. Lleva años siendo respaldada por el Congreso Nacional con continuas amnistías a las deudas".
Además de la crítica, Romario lanza una propuesta para reconstruir el fútbol nacional como patrimonio cultural, sería obligar a la Federación a invertir un 5% de los ingresos por comercialización de productos y servicios provenientes de la actividad de representación del fútbol brasileño en los ámbitos nacional e internacional; derechos de patrocinio, y de retransmisión... que irían destinados a una escuela de fútbol para jóvenes de todo el país.
Romario y el fútbol brasileño lloran y se preguntan por qué la selección no ha podido siquiera jugar en Maracaná debido al modelo organizativo del Mundial.